40 años del cinco cilindros de Audi: ¡esta es su historia!

Audi celebra el cumpleaños de su motor más legendario: el cinco cilindros con el que conquistaron el Grupo B y en algún momento conquistó nuestro corazón.

1976 fue un año importante: nacía el Ford Fiesta, el Rover SD1 y el Concorde entraba en servicio. Audi presentaba al mundo su motor de cinco cilindros para un sedán que jamás aspiró a ser deportivo y que con el paso de los años se convertiría en una leyenda. 

Cuarenta años después, el mundo ha cambiado, el Ford Fiesta es bandera del downsizing con sus motores de tres cilindros, Rover ya se encuentra a dos metros bajo tierra y el Concorde no es más que una pieza de museo. El cinco cilindros de Audi también ha sido modificado, pero sigue al pie del cañón ofreciendo sonrisas y dejando un buen sabor de boca. 

Hoy repaso la historia del motor cinco cilindros de Audi, un repaso a sus inicios modestos, a cómo poco a poco fue derivando hacia las prestaciones, cómo alcanzó su zenit en el añorado Grupo B y lo que es hoy: un propulsor peculiar y eficaz capaz de dar vida a los deportivos más ágiles de la marca de los aros. Este viaje empieza con el Audi 100, ¡salimos!

Audi 100

El primer motor de cinco cilindros de Audi se incorporó en el Audi 100 de 1976, un sedán refinado pero algo aburrido, especialmente en comparación con los coches que montan hoy en día los 5 cilindros. Aquel propulsor desplazada 2.144 centímetros cúbicos y producía 136 CV a 5.700 rpm. Si este cóctel te parece poco apetecible, el de la versión 1.9 de 1978 con carburador y 115 CV te puede hacer llorar. Este sustituía al motor de cuatro cilindros como acceso a la gama del Audi 100, un motor que a duras penas podía arrastrar el peso de una gran berlina. ¡Cómo ha cambiado el mundo! En ese mismo año, 1978, Audi presentaba versión diésel de cinco cilindros: el primero no contaba con sobrealimentación y producía unos 70 CV bastante insuficientes. En la siguiente generación del Audi 100 llegaría una versión sobrealimentada de esta mecánica con 87 CV.

Audi 200

En 1980 empieza lo bueno: el cinco cilindros recibe al turbo con los brazos abiertos y el Audi 200 es el encargado de inaugurar esta mecánica. Con el mismo bloque de 2.144 centímetros cúbicos, gracias a la sobrealimentación, la potencia aumentó notablemente hasta los 170 CV y se convirtió en el embrión del bloque que lograría alcanzar un estatus de leyenda.

Audi Quattro

Por fin este propulsor tan animado iba a abandonar aburridas berlinas de lujo para ir a parar a un auténtico deportivo. El Audi Quattro se presentaba en el Salón de Ginebra de 1980 y bajo el capó montaba el mismo motor con una potencia incrementada hasta unos respetables 200 CV y la archiconocida tracción integral Quattro, una combinación que llegará hasta nuestros días como una dupla siempre ganadora.

Audi Quattro Grupo B

Bendita locura: en 1983 Audi presentaba al mundo su bólido para participar en el Grupo B. El motor, o mejor dicho, el turbo, recibía una patada en el culo para multiplicar su potencia hasta los 360 CV. Un aparato tremendamente serio en términos de potencia y que gracias a su tracción Quattro fue protagonista en esta categoría. Durante su primer año protagonizó un apasionante duelo con el Lancia 037 y finalmente conseguiría el mundial de pilotos con el gran Hannu Mikkola a sus mandos. Un coche que ya es leyenda.

Audi Sport Quattro

Cuatro válvulas por cilindros: hoy algo habitual, bastante excitante en 1983. Este vehículo es ya uno de los deportivos de calle más brutales que jamás ha creado la marca: nació para homologar su versión de competición y en el camino perdió 60 CV, pero aún así, con 300 CV bajo el capó, el Audi Sport Quattro era más potente que muchos superdeportivos de la época. Sin duda, un coche que cualquier amante de los coches de altas prestaciones sueña con tener en su garaje. Lamentablemente, solamente 214 ejemplares fueron producidos, por lo que encontrar uno es como encontrar el Santo Grial.

Audi Sport Quattro S1

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10 minutos y 47,8 segundos. Este es el tiempo que necesito el Audi Sport Quattro S1 de cinco cilindros y casi 600 CV en subir a Pikes Peak con Walter Rohl al volante, sentando un récord en su momento. Esta exagerada versión, con un alerón del tamaño de esa montaña, muestra muy bien hasta dónde podía llegar el rendimiento de estos cinco cilindros, más de 100 CV por cilindros. Un motor sensacional que dominó en su día todo tipo de batallas en la pista, aunque hay que admitirlo: gracias a su tracción quattro, su hábitat estaba fuera del asfalto.

Audi 90 Quattro IMSA

¿Creías que ya habíamos acabado? ¡Qué va! El coche que Audi creó para las series IMSA de 1989 es uno de los vehículos de competición más chulos de todos los tiempos y posiblemente el cinco cilindros más salvaje de la historia: con 2,2 litros de cilindrada, el motor del Audi 90 Quattro IMSA producía 720 CV de potencia y 720 Nm de par. No, no es ninguna broma.

Audi RS2

Tras numerosos éxitos en el mundo de la competición, Audi decidió que era el momento de llevar todo ese potencial a la calle. Empezaron a nacer las versiones ’S’ que hoy en día son sinónimo de prestaciones y efectividad. El Audi S4 fue el primero en llegar, con el cinco cilindros de 2.2 litros y 230 CV. No obstante, el interesante de verdad no llegó hasta 1994, con el Audi RS2, un familiar venido a más de la mano de Porsche: se basaba en el Audi 80 Avant de tu dentista pero con un alma de 315 CV. La leyenda de los Audi RS acababa de comenzar.

Audi TT RS

Tras un tiempo de abandono de esta mecánica, en favor de cuatro cilindros sobrealimentados o mecánicas V6, V8 e incluso V10, la marca recuperó los cinco cilindros en el Audi TT RS de 2009. Este propulsor cubicaba 2.5 litros y producía unos respetables 340 CV. ¿El resultado? Gracias a su compacto tamaño y su tracción integral no tenía demasiados problemas a la hora de seguir a su hermano mayor, el Audi R8, en zona de curvas.

Audi RS3 Sportback

En 2009, con el trabajo hecho en el TT RS, Audi decidió incorporar ese mismo propulsor en el Audi A3, creando uno de los primeros ‘super-compactos’ que más tarde copiarían en otras marcas. Con 360 CV en la versión RS3 Plus, más que un compacto para ir a trabajar, esto era un auténtico deportivo con todas las de  la ley. El cinco cilindros no solo tenía un pasado glorioso, se estaba mostrando también como un motor con mucho presente y más futuro.

Audi RS Q3

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El ‘downsizing’ manda, no cabe duda, pero Audi sigue, hoy en día, ofreciendo su legendario cinco cilindros en las versiones más deportivas y radicales de sus modelos ‘pequeños’. El Audi RS Q3 es el SUV compacto más radical que existe. Con 370 CV, este Q3 sería capaz de poner en apuros a más de un deportivo. ¿Quién iba a pensar que el motor del Audi Sport Quattro del grupo B iba a terminar en un pequeño todo terreno? ¡Cómo cambian los tiempos!

Audi RS3 Sportback

Si el primer RS3 ya nos dejó con un gran sabor de boca, el nuevo RS3 mantiene toda la explosividad del original con una nueva vuelta de tuerca en términos de tracción, efectividad y prestaciones: es capaz de acelerar de cero a cien en menos de cuatro segundos, ¡más rápido que un Porsche 911! En este modelo el 2.5 litros mantiene los 370 CV, aunque es de esperar que en un futuro, alguna versión del RS3 pueda coquetear con la cifra mágica de los 400 CV.

Audi TT RS

¡Aunque hay algunos que ya lo han hecho! Con 400 CV, el cinco cilindros de 2.5 litros del nuevo Audi TT RS alcanza un nuevo nivel y parece que la marca no tiene ninguna intención de jubilarlo. Audi afirma que ha conseguido que la mecánica pese 26 kilos menos que el utilizado en el primer RS3. En definitiva, el cinco cilindros de Audi cumple cuarenta años en la ‘cresta de la ola’, pocos motores pueden presumir de algo así y parece que esta mecánica cuenta con cuerda para rato. Desde Top Gear nos alegramos porque desde Audi aporten algo de luz y originalidad en un mundo dominado por los cuatro y seis cilindros y no podemos dejar de felicitarles por este gran motor. ¡Por muchos años más!

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