5 coches que son corderos con piel de lobo

Su aspecto deportivo esconde las prestaciones de un pequeño utilitario.

Dicen que las apariencias engañan, en los coches también ocurre: ayer os enseñábamos 5 coches que son lobos con piel de cordero, hoy te muestro todo lo contrario, 5 coches que son corderos con piel de lobo. ¿Qué significa esto? Pues si los primeros son casos de coches discretos con mucho potencial bajo el capó, estos son todo lo contrario: coches espectaculares (no son coches nuevos), deportivos afilados, llamativos y que dan sensación de velocidad, pero que realmente no son ningún prodigio en términos de prestaciones, vamos, lo que viene siendo un ‘cepo’.

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Y es que de primeras, si apareces en tu barrio con uno de estos, mucha gente se acercará a preguntar: ¿cuánto corre? ¿cuánto vale? Preguntas estándar. Eso sí, no quedará muy bien decir que un Ferrari acelera más lento que un Renault Megane, ¿no crees? Aunque sinceramente, eso es algo que importa muy poco si guardas en tu garaje uno de los Ferrari V8 más exclusivos que existen (y por ende, más cotizados): se trata del Ferrari 208 GTB y su historia es realmente interesante. En 1980 la legislación italiana empezó a gravar de manera notable a los vehículos de más de dos litros de cilindrada, así que para evitar un bajón de las ventas, Ferrari creó uno de los V8 más pequeños de la historia: con 1.990 cc y una potencia de 155 CV, sus prestaciones no estaban a la altura de lo que debía ser un Ferrari. Por eso, poco después, apareció la versión Turbo, que aumento la potencia hasta los 220 CV. 

En la galería podrás conocer a los 5 corderos con piel de lobo, 5 deportivos más lentos que un caracol borracho, más lentos que muchos coches que parecen más lentos que un caracol borracho y probablemente, después de echar un vistazo a la galería, te vas a llevar más de una sorpresa. Hay un Hyundai, también un Porsche. ¿Probablemente? Seguro.