Alfa Romeo retrasa su ambicioso plan de expansión...¡otra vez!
Alfa Romeo sigue entre turbulencias y con un futuro, a día de hoy, más incierto de lo que me gustaría contarte. La mítica marca italiana ha vuelto a retrasar su ambicioso plan de expansión, pese a que tiene en el lanzamiento del Giulia una gran oportunidad para cambiar el rumbo. No obstante, parece que su dirección va a andar con pies de plomo antes de dar un paso en falso, hay mucho en juego, una de las marcas con más historia del mundo se juega su futuro en una encrucijada que, por el bien del automovilismo, ojalá salga bien.
Esta mala noticia fue dada a conocer por Sergio Marchionne durante la comparecencia ante inversores y medios durante la presentación de resultados del grupo en 2015. Estas cifras han sido bastante buenas, sostenidas en el mercado norteamericano, con Jeep a la cabeza cuadruplicando ventas desde el año 2009 y con un comportamiento bastante bueno en Europa gracias al Renegade y al 500X.
Entonces, ¿por qué las malas noticias para Alfa Romeo? Te recuerdo que el plan de expansión de la marca pasaba por lanzar hasta ocho nuevos vehículos de aquí al año 2018, incluyendo el esperado SUV y demás versiones, muchas de ellas basadas en el Giulia.
Pues bien, dos son los principales motivos. El Grupo FCA tiene miedo de pillarse los dedos con Alfa Romeo y aunque no lo digan oficialmente, resulta evidente. Una inversión para consolidar a Jeep o a Dodge en el mercado americano puede tener unos beneficios a corto plazo mucho más generosos, igual que seguir tirando de los modelos más populares de Fiat. Invertir mucho dinero en Alfa Romeo supone recoger beneficios a medio y largo plazo y no deben tener las cosas muy claras sobre su viabilidad económica.
Marchionne aseguró en segundo término que el estancamiento de la economía china y los malos resultados previstos en Japón y Australia son parte también de este retraso, ya que el mercado asiático debería ser importante para el relajamiento del Alfa. Una par de excusas más o menos digerible para dar a entender lo evidente: la dudosa viabilidad económica de la marca de Milán.
Y es que Alfa Romeo lleva muchos años recibiendo promesas de la cúpula del Grupo Fiat y que al final siempre se acaban quedando en nada. En 2006 Marchionne ya afirmó que las ventas se duplicarían en los próximos años, cuando en realidad se han dividido a la mitad. En 2009 comentó a nuestro compañero Paul Horrell que el motivo de la falta de inversión era el bajo retorno que obtenían debido a la crisis. Excusas, excusas y más excusas. En la época de la crisis, con las ventas por los suelos, marcas como Audi, BMW o Mercedes siguieron invirtiendo más que nunca y ahora se pueden ver los resultados.
Con la compra de Chrysler en 2010 y el buen rendimiento que están teniendo las marcas del grupo en EEUU, parece que el renacer de Alfa Romeo es una opción secundaria y es algo realmente triste. El Alfa Romeo Giulia es la primera esperanza para todos nosotros y viendo que, meses después de su presentación, todavía nadie lo ha podido probar y que los test para prensa se han ido retrasando progresivamente, queda patente que todavía le queda mucho desarrollo de ingeniería por delante.
Pero bueno, más vale hacer las cosas despacio si se van a hacer bien. Lo que no puede pasar es que Fiat vuelva a fallar con Alfa Romeo, me da la sensación que solamente queda una bala en la recamara y como no la utilicen bien, es posible que el futuro de Alfa Romeo sea tan triste como otra gran marca del grupo, Lancia.
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