Esto se siente al estar rodeado de Porsche

Ocurrió en el Iberian Porsche Meeting 2017

Te dicen que tienes que trabajar el fin de semana y pones mala cara, ¿no? Pues algo así me ocurrió a mí:

-Luis, ¿te importa viajar este fin de semana?

-Sí, y mucho. Tengo muchos planes por delante

- Es el Iberian Porsche Meeting 2017 en Cascais y hay que ir hasta allí conduciendo un Porsche 718 Cayman S

-Ah, vale. No, no tengo nada que hacer

El caso es que día acordado me presenté en punto de encuentro para recoger el coche y poner destino a Cascais, a unos pocos kilómetros de Lisboa. Esos 600 kilómetros me confirmaron lo que siempre he pensado al probar el Porsche 718 Cayman S: que el turbo le sienta muy bien, que corre mucho, que es un cochazo... y que lo único que le falla es el 'feeling' que te da ese sonido a bóxer 6... y bueno, saber que en tu espalda empujan cuatro cilindros en lugar de seis. Pero poco más.

Familia 718 Boxster S y Cayman S

Para hacer la ruta pude disfrutar de la compañía de un par de compañeros de la competencia y un Porsche Boxster S. Les hubiera puesto malas caras, pero por desgracia son demasiado simpáticos, así que opté per dejar las hostilidades para Google. Nunca se sabe cuándo puedes necesitar que alguien, ejem, te deje un euro...

El plato fuerte del Iberian Porsche Meeting 2017 fue sin duda la importante concentración que se celebra el sábado, que reúne a participantes de España y Portugal (de hecho, un buen puñado de locos fanáticos apasionados de las Islas Canarias se dejaron ver). Como diría mi compañero Álex, orgulloso propietario de un Porsche de cuatro cilindros (C-U-A-T-R-O-C-I-L-I-N-D-R-O-S), es una cosa "demigrante". Lo cierto es que, de repente, dejabas de mirar con lujuria a los Porsche 911 Carrera S porque subían a escena aparatos del calibre del 911 Carrera 2.7 RS o los Porsche 911 GT3 RS para dejarte a ti, pobre mortal, con los dientes largos. En total, 356 participantes (ojo a la cifra) que, de algún modo, eran manejados con relativa agilidad por la organización.

Iberian Porsche Meeting 2017

Una vez recuperado de ver varios GT2 y GT3 RS juntos (salvo Macan y Cayenne, estaban todos admitidos, desde el 924 al 918 Spyder), me topé con un tío alto y moreno; un guaperas con una cara que me sonaba de algo. Sí: Mark Webber, como embajador de la marca, estuvo presente durante la jornada del sábado. No sé si me molesta más que haya sido piloto de F1, que haya ganado Le Mans con el 919, que sea embajador de Porsche o que sea un tío simpático. Creo que todo a la vez.

Ideales para conducir por algunas de las mejores carreteras de Europa

Junto a al expiloto, los asistentes pudieron disfrutar de un tipo con pinta de alemán en Palma de Mallorca con sandalias y calcetines de tenis. Tras su gesto de "yo soy un señor normal" se esconde nada menos que August Achleitner. El dircom de Porsche acuñó un término que lo define perfectamente: "Míster 911". Es decir, es la persona que está detrás de todos y cada uno de los Porsche 911 con los que sueñas (bueno, y de la familia 718). No solo lo sabe todo, sino que además representa perfectamente lo que los quemados de la marca esperan de los 'Nueveonce': que sean deportivos de seis cilindros y esas cosas.

Durante el fin de semana admitió que los modelos eléctricos de Porsche llegarán, pero también dejó una afirmación rotunda: "No habrá 911 de cuatro cilnidros turbo mientras yo esté al frente". ¡Pues amén!

¿Alguien más? Sí, claro. Roberto Gómez. Seguro que te estás preguntando "¿Roberto qué?". Este sujeto no solo es un crack, simpático como pocos, sino que además es el ingeniero detrás del Porsche 919 Hybrid número 1. Sí el que abandonó en las 24 Horas de Le Mans 2017, pero eso son minucias, ¿no? 

Roberto Gómez Porsche

El caso es que si movilizas a la comunidad Porsche de España y Portugal para asistir al Iberian Porsche Meeting 2017, tienes que darles lo que quieren: volante, kilómetros y curvas. Así que tras una salida apoteósica de la villa de Cascáis, con una caravana 'tipo grand parade' con millones de personas (quizá exagero, pero sí que había bastantes) jaleando a la comitiva, se llegaba a un aeródromo para llenar el estómago y proseguir a hacer lo que denominaron 'power stage'; es decir, un par de rotondas unidas por un slalom en el que poner a prueba los coches y, de nuevo, dejarse agasajar por nuestros vecinos portugueses, que disfrutan de los coches como pocos. No sé si captas la idea si te digo lo siguiente: humo, gasolina, sonido de motores... ¡Oh, sí! 

El sábado tuvo su momento apoteósico cuando los presentes pudimos ver con nuestros propios ojos el Porsche 911 GT2 RS. Quizá el 911 más extremo de la historia, a juzgar por las opiniones del propio Webber o el mismísimo Achleitner... (este no lo vas a encontrar entre los mejores coches calidad-precio... pero podrías perfectamente: es sencillamente espectacular). Dicen que, a diferencia de un LMP1, en el que sabes que vas en un bicharraco de competición, la sensación de velocidad y empuje de este "coche normal" es acongojante. Bueno, utilizaban una palabra parecida, pero no es plan dejarla por escrito...

Luego, un servidor, fiel a sus manías, no dudó en meterle el moro al GT2 RS. Pero en sentido literal, no en el figurado.

Un beso siempre es un beso
Un beso siempre es un beso

El domingo fue el día de los quemados: los que optaron por alargar el fin de semana con el programa Sport Plus (el otro, Sport, acababa el sábado), pudieron disfrutar de un eslálom en la recta del 'autódromo' de Portimao, tal y como hacían en el Rally de Portugal en los años 80. Aquí, de nuevo,  humo, gasolina, sonido de motores... y velocidad. Una recta de un circuito es un lugar mucho más seguro para correr y hacer un poco el cafre, como queda demostrado por cómo se tomaban esta parte algunos: al límite, sin importar si era un 911 de 2017 o de 1964... Lo que, por otro lado, es muy bonito.

Por último, la Callenge de resistencia con modelos que en Porsche definen como 'cup cars': GT3, GT2 y demás modelos prepararos para competir sin importar su edad. Aquí entraron en juego algunos modelos... digamos especiales, como un 911R de los clásicos.

Ya, con el corazón debilitado, solo me quedaba volver a casa. La parte buena es que, por lo que sea, los kilómetros en Portugal pasan más rápido, por lo que la ruta por el país vecino se hizo más amena que en nuestras propias carreteras, con el paisano de turno a 80 por la izquierda, la falta de educación vial y cosas de esas que sin embargo, te ayudan a mantenerte alerta...

Porsche 911 GT3 996

¿No sabes qué hacer por estas fechas el año que viene? Ahorra, compra muchos boletos de euromillón y reza para que te toque. Luego, hazte con uno de los deportivos de Stuttgart y lánzate a la carretera. El Iberian Porsche Meeting es un espectáculo. Palabra.