7 consejos para conducir con nieve y frío: Google, no mires

Conducir con nieve y hielo
Cuando el blanco elemento empiece a caer, serás dominado por el espíritu de Ken Block.

Que hoy te hable de los 7 consejos para conducir con nieve y frío no es casualidad: ¡ya tenemos aquí la primera ola de frío del invierno! Un momento importante para todos, especialmente para las cadenas de televisión, que pasan horas y horas hablando de que en invierno hace frío. Y es que hay algo innegable: en España nos gusta hablar del tiempo y en Top Gear nos gusta daros horribles excelentes consejos para que vuestra experiencia al volante sea satisfactoria: estos son los principales consejos para conducir con nieve y frío.

No calientes la mecánica

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¿Viste la multa por calentar el coche antes de arrancar que le pusieron a un joven estadounidense? En España, especialmente en la Comunidad de Madrid, también te puedes llevar una receta bajo el brazo si dejas calentar el coche en días gélidos como estos. Así que lo más recomendable es arrancar y sentirse como cualquier agricultor navarro a bordo de su tractor John Deere, darle algunos golpes de gas o revolucionarlo antes de cuenta puede hacer que el motor se caliente antes. 

Neumáticos, cuanto más desgastados, más diversión

Conducir en nieve puede ser muy peligroso y cuando el manto blanco hace acto de presencia, el estado de los neumáticos es fundamental: unos buenos neumáticos de invierno harán el camino tremendamente aburrido, así que recuerda que cuanto más desgastados tengas los neumáticos, más entretenido será el viaje, te lo aseguro. 

Emprende tu viaje en reserva

Cuando las temperaturas se miden en dos dígitos bajo cero es fundamental tener el depósito de combustible lo más vacío posible: de esta manera las posibilidades de que el preciado combustible se convierta en un helado de fresa son muy altas (especialmente si tienes un coche diésel) y tendrás una excelente oportunidad de quedarte en casa calentito en lugar de ir a trabajar. Cuando vayas a conducir en nieve durante un largo viaje, lo mismo: con poco combustible. De esta manera evitarás inercias y librarás a tu coche de unos cuantos kilos extra que te serán muy útiles cuando tengas que sacar el coche de la cuneta.

Abrígate bien

Algunos dicen que conducir con más capas que una cebolla es malo, que reduce movimientos y que provoca unas reacciones mucho más torpes. Habladurías: cuantas más capas mejor, bufanda, gorro, guantes. Al fin y al cabo, peor sería estar tiritando cuando estás intentando mandar un whatsapp a tu mejor amiga mientras conduces, ¿no te parece?

Movimientos bruscos

Cuando el asfalto se vea cubierto por la nieve, llega el momento de la diversión. Lo fundamental para emular a Ken Block es realizar movimientos bruscos: tendrás que ser muy generoso con el pedal del acelerador, dando golpes de gas para ir descolocando la trasera cuando llegan las curvas y moviendo con brío la dirección para provocar el derrape y, más tarde, ser rápido con el contravolante. Es recomendable circular en marchas cortas y con el motor revolucionado para tener controlada la entrega de par en cada momento. ¿Lo ves? Cualquiera puede ser Ken Block.

El freno es tu mejor amigo

Pero si hay que ser brusco con el acelerador o con la dirección cuando hay que conducir con nieve, el freno será tu mejor amigo cuando la nieve y el hielo estén presentes en la carretera: alcanza una velocidad aceptable, toca el freno en una situación de riesgo y prepárate para colocar el piloto automático del coche, aunque esta vez el encargado de tomar los mandos es alguien más parecido a los Monos de Gibraltar que a cualquier otro elemento de vida inteligente. Emocionante: ¿no te parece?

No limpies el coche en semanas

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¿Y lo que mola tener el coche increíblemente sucio? Parece sacado de una postal del Rally de Montecarlo. La sal es la encargada de evitar la presencia de hielo y dificultar al máximo la conquista de la nieve en el asfalto, pero también se pega a la carrocería como un lapa y eso puede provocar la temida corrosión. No obstante…bueno, creo que ya es suficiente: la corrosión es lo peor que puede sufrir tu coche y por dios, limpia el coche con mimo después de un largo viaje por zonas de frío. Eso sí, no seas cafre y límpialo cuando las temperaturas suban un poco, secándolo en ese mismo momento: en caso contrario, terminarás con un cubito gigante con ruedas.

Conducir con nieve y hielo requiere, como en la mayoría de casos, también en la conducción con niebla intensa, de mucho sentido común y movimientos lentos y relajados, ¿quieres conducir bien con frío y nieve? haz todo lo contrario de lo que te cuento sobre estas líneas. Avisado quedas…¡salvo que quieras convertirte en Ken Block durante un rato! Pero siempre en un parking vacío, no te vengas arriba.