La cantera repleta de coches clásicos que se ocultaron a los nazis

No entro ahí ni por un Porsche 918 Spyder. Bueno, todo puede hablarse...

Hace algún tiempo te hablé de un cementerio de coches de lo más flipante, propiedad de un coleccionista más raro que un Citroën Xsara Picasso con la pintura intacta. Hoy te traigo una colección de imágenes parecidas... pero bastante más sobrecogedoras: se trata del cementerio de coches más siniestro del mundo. Y está en Francia. Sus habitantes con ruedas también son bastante siniestros... 

Probamos el legendario Jeep Willys: el Señor de la Guerra

La galería de imágenes que puedes ver sobre estas líneas pertenece al fotógrafo belga Vincent Michel, quien recientemente ha subido a su cuenta de Flickr un álbum llamado "Tesoros de Guerra" compuesto por las instantáneas que pudo tomar cuando descubrió un túnel subterráneo repleto de vehículos que parecen pertenecer a un tiempo anterior a la II Guerra Mundial -que, como deberías saber, tuvo lugar entre los años 1939 y 1945-. 

Acongoja, ¿eh? El cementerio más siniestro del mundo se encuentra soterrado en los alrededores de la capital francesa -por la que los clásicos podrá rodar finalmente- y reúne dentro de sus angostas paredes una verdadera colección de época... devorada por el óxido -como éste Porsche 356 Speedster de 1957 a subasta- como prueba irrefutable del paso del tiempo. Según cuenta el propio autor de las fotografías en su cuenta oficial, se cree que estos coches fueron hacinados aquí abajo antes de que las tropas nazis -flipa con los coches de Hitler...- invadieran la zona, con el objetivo de evitar a sus propietarios el trago de ver cómo sus coches eran confiscados. Supuestamente, ningún dueño volvió para reclamar su automóvil... por motivos desconocidos pero fáciles de adivinar. 

La historia que rodea al cementerio de coches más siniestro del mundo no está confirmada por ninguna fuente oficial ni tampoco por un historiador reputado, pero parece de lo más creíble teniendo en cuenta el deterioro que han sufrido y la época a la que parecen pertenecer. El dueño actual de la cantera bajo la que están guardados estas joyas con ruedas afirma desconocer el origen de la historia, e incluso se ha atrevido a aparcar algún modelo algo más nuevo junto a estos fantasmas de otro tiempo. Olé por él... porque yo no bajaría ahí ni loco.