El coche feo de la semana: Ford Ecosport

Un intento de SUV compacto que hace aguas por todas partes, empezando por su estética.

El Ford Ecosport es el coche feo de la semana. Sí, al menos bajo mi punto de vista: seguro que más de un ‘hater’ en nuestro Facebook dirá que es el coche maravilloso con el que sueña todas las noches, pero seamos serios, el Ford Ecosport, especialmente tal como lo conocimos en 2012 durante su lanzamiento, es particularmente, difícil de mirar.

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Pero tranquilos haters del mundo, que voy a razonar mi decisión. Lo primero que me choca son sus formas. Parece un SUV enorme que a sido puesto en la lavadora con agua caliente y se ha encogido, está forzado, con unas ruedas demasiado pequeñas, un pilar C muy intrusivo y una ventanilla trasera demasiado pequeña. Creo que el tamaño no está bien aprovechado y se han intentado meter demasiadas cosas en un frasco pequeño.

Por delante es obvio, ¿no? Una parrilla frontal absolutamente exagerada que no tiene ningún sentido. ¿Querían intimidar? Lo único que consiguen es que la gente se burle de él. Los faros delanteros y la pequeña línea donde se aloja el óvalo es de lo mejorcito de diseño del coche, mientras que la pequeña toma de aire lateral con el antiniebla integrado no queda mal del todo: pero esa parrilla, dividida además en tres porciones, no hay por donde cogerla, lo siento.

La trasera, en cambio, no arriesga lo más mínimo y podría ser la trasera de cualquier coche chino. No tiene emoción, salvo por la idea loca de meter una rueda de repuesto al más puro estilo de los todoterreno más robustos. En un SUV compacto pensado para la ciudad quizás no sea la mejor idea, ¿no? 

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Creo que un SUV urbano de tamaño compacto que no tiene en mente salir del asfalto debe apostar por un diseño espectacular, como por ejemplo puede ser el del Hyundai Kona o el del Seat Arona, coches que llaman la atención. ¿Por qué el Toyota CH-R se vende tan bien? Porque entra por los ojos. Poner una parrilla gigante y una rueda de repuesto colgada del portón trasero es querer hacerlo demasiado fácil.

Pero probablemente, todo lo anteriormente descrito no sea lo peor, probablemente lo peor de todo es el diseño del salpicadero. ¡Debéis echarle un vistazo en la galería! Es como el salpicadero de la anterior generación del Ford Fiesta pero empeorado allá donde se podía empeorar. Si bien en uno todo está bastante bien integrado, con tomas de aire pequeñas, el control del infotainment minimalista y en su sitio y un climatizador rodeado por el resto del salpicadero, en el Ecosport de primera serie encontramos unas tomas de aire enormes y con un diseño bastante raro, ni que decir tiene el climatizador, que parece un pegote mal puesto de plástico negro.

En fin, creo que el Ford Ecosport de primera generación se merece el título de coche feo de la semana. La marca del óvalo era consciente de sus errores estéticos e intento mejorarlo algo con un ligero restyling. Está algo mejor, es verdad, pero todavía tiene que ofrece más que una gran toma de aire para plantar cara a los pesos pesados del segmento.

Etiquetas: Coches feos