7 coches que se han quedado en tierra de nadie

No son malos coches, pero necesitan una nueva vuelta de tuerca.

Estos coches han quedado obsoletos en sus respectivas gamas, eso no significa que no sean coches interesantes para comprar, simplemente son coches que con el paso del tiempo se han quedado algo rezagados respecto a sus rivales directos o simplemente se han quedado en territorio de nadie. Un buen ejemplo de lo que hablo es el BMW Serie 6: la marca debe decidir (probablemente ya lo ha hecho) si mantener a este coupé de lujo como eso, un deportivo enfocado al lujo o si transformarlo hacia algo mucho más emocionante dinámicamente, una especie de sucesor espiritual del BMW Serie 8.

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Y es que hay coches que se quedan un poco en territorio de nadie: el Serie 6 prácticamente no tiene rivales, ya que un Mercedes Clase S coupé está en un territorio mucho más lujoso mientras que su otro gran rival, Audi, no tiene nada a ese nivel de precio: un Audi A5 se queda muy por debajo. Por supuesto, el paso del tiempo también hace mella y es que este coupé fue presentado en el año 2010 y su sustituto debería estar al caer: no obstante, aunque se ha visto algún prototipo rodando, no está claro cómo va a ser su sustituto.

Y es que el paso del tiempo es protagonista en todos los ejemplares que vemos en esta lista. Algunos dicen que los coches con muchos años a sus espaldas son mejores, ya que cuentan con una fiabilidad probada y sus posibles fallos han ido puliéndose en todos estos años. Un buen ejemplo es el Volkswagen Touareg: es uno de mis SUV favoritos, ya que ofrece un gran compromiso entre calidad, confort y capacidad off-road: para subir el Everest como un marqués. No obstante, empieza a necesitar a gritos una renovación, aunque Volkswagen debe conseguir que el Touareg tenga su propia personalidad respecto a su primo hermano, el Audi Q7

Probablemente las marcas están perdiendo personalidad, pero algunos coches tienen tanta que han quedado en tierra de nadie. Estos coches han quedado un poco obsoletos y sus respectivas marcas tendrían que sentarse, dar una pensada y ver qué hacen con ellos: renovarse o morir.