Las estrellas del Salón de Pekín: los coches de batalla larga. En China lo petan

Jaguar XF, Mercedes Clase E y BMW X1 son, entre otros modelos, las estrellas del Salón de Pekín. ¿Por qué? Por sus versiones con batalla larga, amiguitos…

También visto en Pekín: el nuevo Audi TT RS y el Citroën C6.

Lo que se está viendo en el Salón de Pekín demuestra que China es una mina de oro potencial para los fabricantes… Siempre que estén preparados para hacer coches que se ajusten a los gustos del país. Por eso hemos notado que la disparatada tendencia hacia las versiones de batalla larga (que provienen de modelos que no son tan largos) se ha intensificado.

Han sido desvelados un Mercedes Clase E y un Jaguar XF de longitud aumentada. Muy bien, pensarás, se trata de vehículos razonablemente grandes y lujosos, aptos para ejecutivos que se sentarán en las plazas traseras mientras los llevan de un lado a otro de la ciudad. Es un razonamiento perfecto… si te olvidas de que el Clase S y el XJ ya existen.

El Audi A4, más pequeño, también ha sido estirado. Exacto, es un Audi A4 L, no un A6. Y quien se ha pasado tres pueblos ha sido otra marca alemana, que ha batido todos los récords en el nichómetro de TopGear creando el BMW X1 de batalla larga.

Efectivamente, se trata de una versión enfocada al espacio en las plazas traseras, sólo que está hecha sobre un crossover corto y relativamente económico, diseñado para cruzar con éxito la ciudad, de ahí su reducido tamaño. No tiene mucho sentido… ¿o sí?

A ver, en la cultura china, contar con un chófer es la mayor expresión de buen gusto. Si tienes tu propio conductor, que te pasea de un sitio a otro (o que muerde el volante con desesperación cuando el tráfico en Pekín se paraliza durante una semana), ya has triunfado en la vida. Eres alguien.

Puede que los coches autónomos sean los que acaparan las portadas en occidente, pero para los compradores chinos de vehículos de lujo, ya existían. Bueno, en cierto modo: ser trasladado en un Jaguar XF L es de mucha más categoría que realizar el esfuerzo de pisar tú mismo los pedales de tu XJ, por lo que parece.

De hecho, tener chófer no es algo exclusivo de viejos banqueros malhumorados. Los millenials chinos más jóvenes también quieren esta experiencia, pero sin pagar necesariamente la megapila de pasta que cuestan un Bentley o un Maybach. Un Audi o un Jaguar, relativamente modestos, pero con el logo europeo en su frontal, son la respuesta lógica. Tan natural como nosotros calculando que un Renault Clio o un VW Polo básicos son los modelos más sensatos para un primer coche.

Más allá de las modas, también hay consideraciones económicas. Los vehículos importados son sometidos a monstruosos aranceles en China, que crucifican los motores más grandes y sedientos. ¿Un Range Rover V8 para tus desplazamientos por Shanghai? Lo que aquí saldas con unos 150.000 euros, allí se convierte en un coche de medio millón, una vez que el gobierno del país ha hecho sus cuentas.

La solución es mantener las mecánicas por debajo de tres litros, por eso, mientras la mayoría de estos modelos XXL ofrece versiones V6, puedes contar con un Audi A4 L dotado de un propulsor 2.0 turbo. Y un cuatro cilindros en línea en el Jaguar XF L. El BMW X1 L va un paso más allá: lleva el tricilíndrico de 1 litro y 130 CV que aparece en el Mini Cooper para esquivar los impuestos. Hace que un X4 parezca lógico, ¿verdad?