Opinión: ¿tiene futuro el Ford B-Max? ¿O está destinado a evolucionar?

Ford B-Max
Ford tiene una complicada decisión por delante y no puede fallar.

El Ford B-Max es un coche interesante, uno de los rivales del Kia Venga y uno de esos coches pequeños (apenas es 3 cm más corto que un Ford Fiesta 2017 de cinco puertas) con un interior amplio para aquellos que buscan practicidad y un buen precio. Si el mundo fuera sensato, debería ser un segmento de moda, ya que ofrece mucho por poco, pero amigos, este mundo se rige por los gustos, por las modas y por el qué dirán, y ahí estos pequeños monovolúmenes tienen poco que decir.

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Hoy me he puesto en la piel de los que toman las decisiones en Ford. Imagínate que te reúnes en la mesa de jefes y toca decidir: ¿qué hacemos con el futuro del Ford B-Max? Nos lo cargamos sin más, lo convertimos en un Fiesta más amplio, lo convertimos en un Fiesta tipo SUV o lo renovamos tal y como está, buscando ese punto práctico que se puede apreciar, por ejemplo, en la puerta trasera corredera. 

Ford B-Max

Con el corazón, yo creo que se debería renovar el concepto de monovolumen compacto, pero dándole un toque más atractivo, más moderno y con una tendencia más clara. ¿Quizás un pequeño crossover? La ecuación que complica este escenario es que el presidente de Ford en Europa, Jim Farley, ya afirmó hace un año que la marca debía ser más selectiva en aquellos segmentos donde compite. Es decir, que el Ford B-Max tenía un futuro no del todo claro, en otras palabras.

Con la cabeza, yo creo que lo mejor para Ford sería crear un pequeño SUV compacto, de ciudad, un futuro rival del Seat Arona o del Hyundai Kona. Si te pones a ver la gama de Ford, los SUV no están del todo aprovechados: cuentan por ejemplo con un SUV bastante grande, como es el Ford Edge, pero donde realmente se mueve el dinero apenas hay opciones: el Ford Ecosport no es un SUV compacto moderno y de calidad, lo siento mucho por ellos, pero es más un rival del Dacia Duster.

Creo que complementaría perfectamente la gama SUV de la marca, se basaría en el nuevo Ford Fiesta, que tiene una pinta realmente buena, no costaría mucho desarrollo y el volumen de ventas, por muy mal que fuese, seguro que superaría los 192 coches que lleva vendidos en todo 2017. ¡En todo el año! Casi un 40% menos que los vendidos en el mismo periodo del año pasado. El Ford B-Max necesita una renovación y Ford debe tomar un camino ya: ¿qué harías tú?