Opinión: ¿ha abierto el hiperdeportivo de Mercedes 'la caja de pandora'?

Este tipo de coches son tendencia pero... ¿Por qué? ¿Para quién?

Parece que no hay marcha atrás. El hiperdeportivo de Mercedes ha abierto la veda para que el resto de fabricantes también se animen a lanzar una bestia capaz de rivalizar con su joya de la corona, el Mercedes-AMG Project One o lo que es lo mismo, el recién estrenado coche de calle con motor F1 de los de Stuttgart.

Vale, es cierto que no ha sido el ‘primerísimo’; el Aston Martin Valkyrie llegó antes pero también es cierto que no se creó tanta expectación a su alrededor como lo ha hecho el juguete de Mercedes; quizá porque se ha presentado bajo los focos del Salón de Frankfurt 2017, con Lewis Hamilton como protagonista.

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Y sí, aunque parezca mentira dada la complicada situación en la que esta competición se encuentra, todo lo que huela a Fórmula 1 vende, por lo que es un magnífico escaparate. Si encima anunciamos que el coche en cuestión lleva el mismo motor que el fórmula 1 de Lewis Hamilton en 2015, blanco y en botella: ¡tienes la fórmula perfecta para triunfar! (aunque sea de primeras en las redes sociales). 

No nos cabe duda de que sobre la pista también lo hará; las cifras son de infarto: 1.000 CV de potencia, una velocidad máxima que ronda los 350 km/h, un motor que gira a 11.000 rpm… Números que no han dejado indiferentes a fabricantes como Audi Sport, que asegura que el hiperdeportivo de Audi ya está sobre la mesa, McLaren, que está preparando el suyo y un tanto de lo mismo ocurre con el hiperdeportivo de Ferrari, aunque en este caso hayan asegurado que “no será un fórmula 1 de calle” como el Project One.

Por tanto, queda claro que sí, que la era de los hiperdeportivos ha comenzado gracias a la mediática y nueva bestia de Mercedes. Sin embargo, lo que en un principio resulta emocionante, una especie de tablero en el que los fabricantes van colocando sus fichas en forma de coches nuevos, podría acabar mal.

En el caso del hiperdeportivo de Mercedes, por ejemplo, se espera que haya tan solo 275 unidades con un precio estimado de 2,6 millones de euros. Es decir, una cantidad que el común de los mortales -yo, por ejemplo- no podrá pagar en su vida (¡ojalá me equivoque, por tu bien y por el mío!).

Sinceramente, considero que tampoco ese común de los mortales está en el objetivo prioritario de Mercedes… Serán muy pocos los afortunados que podrán disfrutar de estos hiperdeportivos que, a buen recaudo, estarán todos vendidos desde antes de salir al mercado y que acabarán convirtiéndose en coches de coleccionista o piezas de museo para las marcas. 

Si hoy en día medir tus fuerzas en Nürburgring con los tiempos por vuelta está de moda para ellas… la nueva tendencia podría ser la de crear hiperdeportivos salvajes para carretera. La idea, en el fondo, no está mal -¿a quién no le gusta presumir de tener un supercoche inspirado en los coches más avanzados del planeta, los monoplazas?- pero todo apunta a que será más una especie de lucha de ‘postureo’ que de utilidad.

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Para seguir soñando son maravillosos, pero haber abierto esta ‘caja de pandora’ probablemente termine quitando prestigio y emoción al debut de coches como el Mercedes-AMG Project One, algo que antes se consideraba un evento único. Algún bolsillo caprichoso podría considerarlo demasiado aburrido en algún momento, ‘mainstream’… llámalo ‘X’. ¿Y qué harían con ellos?

En nuestro caso, para no llevarnos disgustos, podemos verlos más bien como una especie de banco de pruebas para desarrollar las tecnologías que más tarde veremos en los coches híbridos y eléctricos más terrenales, los que sí que conduciremos en el futuro. 

Porque en definitiva, poco podemos hacer para cambiar las ideas de los encargados de estas criaturas… ¡y ojo, tampoco lo queremos! A fin de cuentas, siempre podemos disfrutar de una manera u otra de sus virtudes. Como en la ‘caja de pandora’, la esperanza es lo último que se pierde y quizá algún día podamos permitírnoslo. Puede que de momento solo tengamos algo de envidia. Pero solo un poco…