Los síntomas que dicen que la correa de tu coche está casi muerta

Correa distribución
Si escuchas ruiditos raros, para.

Una avería en la correa del coche (la correa de distribución, claro) es una cosa que da mucho miedo. Por eso nuestros amigos de Yourmechanic nos han dado unos trucos para averiguar si la nuestra está ya KO o si esos ruidos que escuchas son producto de tu imaginación.

Las averías en un coche... ¡que causas tú mismo!

Para empezar, un poco de cultura básica: este componente permite que el cigüeñal y el motor giren de forma solidaria y que los cilindros realicen la combustión en el momento adecuado. Normalmente, la correa está fabricada en goma de alta calidad, reforzada con nylon para extender su vida útil. Pero ésta no es infinita. Necesita cambiarse cada cierto tiempo para asegurar el correcto funcionamiento del propulsor.

Cada fabricante establece los plazos de sustitución de la correa del coche (otra cosa es que tu vehículo tenga cadena de distribución, que dura mucho más), pero hay una serie de indicadores que señalan que algo va mal… y que tendrás que cambiarla antes. Éstos son los más comunes. Ah, y no te olvides de ir al taller para esta reparación. El ‘do it yourself’ aquí es francamente complicado…

Un tic-tac que viene del motor

Cuando la correa de distribución empieza a desgastarse, puede crear un molesto ruidito en el motor, parecido a un tic-tac. Aunque este sonido también es posible que indique una presión de aceite baja o que el propulsor no tiene la suficiente cantidad de lubricante. En cualquier caso, lleva el coche a tu mecánico.

El motor no arranca

Si la correa de distribución se ha roto, el motor no arrancará. Girarás la llave, escucharás el intento, pero… no hará nada más. Ponte en contacto con tu taller inmediatamente, ya que podría haber más componentes internos dañados.

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Fallos en el propulsor

Una correa de distribución defectuosa impide que los cilindros trabajen en los tiempos que deberían, lo que causará fallos en la ignición. Si no es reemplazada pronto, puede provocar daños catastróficos al motor.

Fugas de aceite en el frontal de la mecánica

Es muy típico que el motor presente fugas de aceite a través de la correa del coche. La cubierta está asegurada mediante tuercas y tornillos, pero pueden aflojarse con el paso del tiempo. También es posible que la junta entre el propulsor y la correa pierda holgura, que haya fisuras o que no esté bien montada. En cualquier caso, provocará un sobrecalentamiento de la mecánica y el desgaste prematuro de la correa. ¿Adivinas el consejo en este caso? Exacto: al taller.