El transporte público mejora: llega el primer autobús anfibio

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Desgraciadamente, el primer autobús anfibio no te lleva por el Manzanares ni por el Guadalquivir, lo hace por el río Elba en la ciudad alemana de Hamburgo.

El primer autobús anfibio del mundo usado para transporte público, es una atracción turística más en la ciudad alemana de Hamburgo. Construido sobre la base de un camión MAN, el ‘HafenCity Riverbus’ (así se llama) nació hace 18 años en la cabeza de su propietario Fred Franken, cuando visitó Singapur y vió algo parecido.

Por aquel entonces, las normativas europeas de circulación y las dificultades técnicas le hicieron abandonar el proyecto. Ahora, por fin ha podido hacer realidad el primer autobús anfibio.

Hamburgo se ha convertido en la primera ciudad del mundo donde tienen un servicio un tanto peculiar, compartir el transporte por tierra y agua sin tener que cambiar de vehículo. Se trata de nada más y nada menos que un autobús convencional con la capacidad de circular por las aguas del río Elba.

Son ya más de 6.000 los pasajeros que han experimentado la extraña sensación de cruzar las aguas del río, viajando en un autobús urbano en los dos primeros meses de vida del proyecto. Es raro, muy raro, pero es completamente verídico. El protagonista más carismático del transporte público de Hamburgo tiene un diseño completamente adecuado para poder maniobrar cuando el agua llega a la luna delantera.

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La carrocería posee una curvatura hacia dentro que sirve para mejorar el coeficiente aerodinámico, cuando el vehículo anfibio circula por el río. Además, una serie de elementos flotantes repartidos por toda la parte baja hacen que se mantenga a flote. Por otro lado, un par de hélices situadas a cada extremo se encargan del movimiento en el agua. Su forma de trabajar es muy sencilla: el motor sigue funcionando como cuando se circula por el asfalto y las hélices toman el control para guiarlo por el río. Además son direccionales, rotando para uno y otro lado para poder maniobrar.

El trabajo del conductor/capitán es muy importante para el traslado de los viajeros. Es el encargado de conducir el primer autobús anfibio por lo que debe contar con conocimientos expresos para la conducción tanto en tierra como en agua. Debe saber que una vez que las ruedas entran en contacto con el suelo se debe olvidar del volante, puesto que unas palancas toman el control hasta la llegada a la orilla opuesta.

En los últimos meses se ha convertido en una atracción turística más en la ciudad, por lo que los precios se han disparado. Por un viaje de unos 80 minutos se deberá pagar entre los 20 y 28 euros.

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