El impactante VLF Destino se alza como una de las berlinas más rápidas que existen, además de poseer un diseño irresistiblemente deportivo a pesar de tratarse de una carrocería de cuatro puertas. Para los que anden un poco despistados se trata del relanzamiento del extinto Fisker Karma.

La presentación oficial del VLF Destino V8 fue a principios de 2016 en el Salón de Detroit y ya se ha entregado la primera unidad producida en Auburn Hills (Michigan), que ha ido a manos de... Bob Lutz, fundador de VLF Automotive. El ex jefe de producto de GM unió fuerzas con el ex diseñador de Aston Martin, Henrik Fisker y el empresario Gilbert Villarreal.

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El VLF Destino, que evita la configuración híbrida del Fisker Karma, tiene un corazón sobrealimentado. Americano, hecho a mano y alta calidad, son las claves del Destino, que no parece responder a ningún acrónimo. El motor que lleva no es otro que el de un Corvette ZR-1 V8 de 638 CV, pero que con su bajo peso tiene unas tremendas prestaciones. En números, alrededor de 4 segundos en el 0-100 km/h y algo por debajo de las dos toneladas.

El precio en Estados Unidos del VLF Destino arrancará en 229.000 dólares (unos 200.000 euros). A lo largo de 2016 también se comenzará a vender un segundo modelo, el VLF Force 1 V10, un coupé biplaza de atractiva estética con carrocería de fibra de carbono, producido inicialmente en una serie limitada de 50 unidades. Su motor V10 de 8,4 litros de 745 CV anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en poco más de 3 segundos, gracias a un peso declarado de 1.538 kg.

Mientras que el efímero Fisker Karma fue construido en Finlandia, el Destino es producido en Auburn Hills, Michigan. Es decir, todo un Born in the USA.

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