Bud Spencer ha muerto. Esta noticia, que nos sobresaltó en la noche de ayer, trajo a nuestra mente infinidad de recuerdos. El famoso actor italiano, que tenía el verdadero nombre de Carlo Pedersoli, formó pareja profesional con Terence Hill. Dos actores que nos dejaron innumerables películas llenas de mamporros y persecuciones locas en todo tipo de vehículos. ¿Quién, por ejemplo, no recuerda las motos de ‘Dos Superpolicías en Miami’?

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Especialmente espectaculares son las escenas de ‘Y si no... nos enfadamos’. Una largometraje rodado en Madrid en el que Bud Spencer y Terence Hill se baten en un particular duelo a lomos de una moto y en la Casa de Campo. O la escena en la que se meten con un coche en el interior de un restaurante, tal y como puedes ver en el siguiente vídeo. Y es que a raíz de la muerte de Bud Spencer queremos recordarte que, una forma u otra, la vida del actor ha estado muy ligada a los coches. De hecho, durante su juventud y mientras vivía en Río de Janeiro (Brasil), trabajó como mecánico de coches. Una profesión que, curiosamente, también desempeñaba en la película mencionada anteriormente (concretamente, el bonachón de Spencer tenía su taller mecánico en las proximidades del estadio Vicente Calderón).

Ahora que Bud Spencer ha muerto, permítenos que hagamos un pequeño repaso a las facetas más destacadas de su vida. Su nombre cinematográfico se lo puso él mismo porque le gustaba Spencer Tracy y la cerveza Budweiser. Ahí es nada. Hablaba cinco idiomas, estudió dos carreras y fue campeón italiano de los 100 metros libres de natación siete años seguidos. Asimismo, participó en tres Juegos Olímpicos con la selección azzurra de waterpolo (1952, 1956, 1960).

Un hombre prolífico como has podido ver, aunque sobre todo un actor que marcó una época por sus mamporros y su peculiar relación con su compañero de aventuras. Algunas de sus películas más conocidas son: Banana Joe, Y en Nochebuena… ¡se armó el Belén!, Le llamaban Trinidad, Quien tiene un amigo tiene un tesoro, Par impar o Pares y nones...

Te echaremos de menos Bud Spencer, ahora que tu muerte ha llegado. Eso sí, tus tortazos a mano abierta perdurarán en el tiempo... ¡Descansa en paz!