A subasta el Rolex Daytona de Paul Newman: eso cuesta una leña

Enséñales la pasta.

Del Omega Speedmaster al TAG Heuer Carrera, hay un montón de relojes buenos y también asociados a la competición (estos relojes de la F1 son el ejemplo), como señalan en Carscoops. Pero muy pocos pueden hacerle sombra al Rolex Daytona. Y mucho menos, al Rolex Daytona de Paul Newman.

El modelo, ya de por sí, es raro; tan singular que entusiastas y coleccionistas venderían a su madre -es un decir- por conseguir uno en cualquiera de sus configuraciones. Pero la que se lleva la palma es la conocida como ‘estilo Paul Newman’. Lo que ocurre es que la unidad protagonista de esta noticia no era del ‘estilo’ del actor. Era del propio actor. La llevó en su muñeca.

Este Rolex Cosmograph Daytona, el Rolex de Paul Newman (nos encanta decirlo), fue comprado por su mujer, Joanne Woodward, en Tiffany & Co. Corría el año 1969, más o menos, el del rodaje de la película ‘Winning’ (aquí traducida como ‘Quinientas Millas’), que despertó el interés de Newman por la competición. Ella grabó en el dorso: “Conduce con cuidado. Yo”. Y se lo dio a su marido. Él lo llevó orgulloso mientras se embarcaba en una trayectoria legendaria en las carreras, que culminó con una segunda plaza en las 24 horas de Le Mans (por cierto, aquí tienes los horarios de esta prueba y dónde verla). El Rolex Daytona se asoció tanto a su imagen que adquirió el estatus de leyenda.

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Newman le entregó el reloj a James Cox, entonces novio de su hija Nell, por reparar la casa del árbol que tenían en Nook House, Connecticut (entiéndelo, adoraban esa casa). Cox ha conservado esta pieza única hasta ahora; con el consentimiento de Nell y sabiendo que parte de lo recaudado se destinará a las fundaciones benéficas de Newman, lo ha dado a subasta.

La compañía Phillips, en asociación con Bacs & Russo, enseñará el Rolex de Paul Newman a los interesados en una puja en Nueva York, el próximo 26 de octubre. Calculan que alcanzará un precio de un millón de euros. Se están quedando cortos.