Vídeo: queridos Reyes Magos, quiero este McLaren P1 eléctrico... ¡de juguete!
Sé que quieres tener tu propio hiperdeportivo, al igual que yo y el resto de los mortales -de los mortales de bien, se entiende-. Por eso hoy te traigo un vídeo para que descubras una nueva maravilla que puede acercarte un poco más al coche de tus sueños... a escala. Sí, se trata de un McLaren P1 eléctrico de juguete. Para niños de hasta seis años. Seis. Y una porra: ¡pónganme 10!
Te ha dejado flipado el vídeo, ¿verdad? Se trata de una de las últimas incorporaciones -junto a estas espectaculares maquetas de los modelos más representativos de McLaren- a la gama de productos de la firma británica que convertirán la selección de regalos de tu carta a los Reyes Magos en una auténtica pesadilla. Porque tener demasiado dinero puede hacerte perder la cabeza al elegir tu nueva pieza de colección -en McLaren piensan en todo y han lanzado el 570S Design Edition-, pero tener demasiado... poco, también es un problema. Que me lo digan a mí...
Pero dejémonos de rodeos y hablemos del McLaren P1 eléctrico de juguete que tenemos aquí: se trata de una reproducción a escala del modelo más sobrenatural creado por el constructor británico hasta la fecha, en formato monoplaza y apto para niños menores de seis años. Su precio rondará los 430 euros y todos los detalles que convierten en único al modelo original, como sus puertas con apertura de tipo compás, cambio de tres relaciones -y marcha atrás, ojo-, un reproductor MP3 -estamos perdiendo la cabeza- y claxon. Algo fundamental para que tus hijos aprendan a poner en su sitio a los más torpes del parque. ¿Quieres conocer su velocidad punta? 5 km/h. Una locura...
Está claro que quieres uno y, aunque no se trate de uno de los 15 modelos que McLaren lanzará al mercado de aquí a 2022, se trata de una pieza muy a tener en cuenta sabiendo las fechas que se aproximan. ¿No te va demasiado el McLaren P1 eléctrico de juguete? Puedes buscar alguna idea mejor en nuestra selección de los cacharros que te morirás por pilotar... y que no son coches. De nada.
Mi sobrina quiere uno y voy a tener que comprárselo. Lo que la pobre no sabe es que no lo va a poder usar. No pienso bajarme de él. ¡Qué se chinche!
