Los príncipes de Mónaco: Senna, Schumacher y Hill
Javier Prieto
Con la excusa de la carrera de este finde, repasaremos 5 momentos inolvidables del GP de Mónaco F1. Y es que la prueba en la Costa Azul es la más atípica y especial del año. Glamour, lujo, ostentación, pero también historia, tradición y leyenda automovilísticas se dan cita en sus calles.
La configuración del Circuito Urbano de Montecarlo, con las barreras pegadas a la pista y sus traicioneras curvas como Loews, hace que solo los más valientes salgan airosos de esta auténtica batalla deportiva. Competir durante casi dos horas (78 vueltas) y no terminar chocando contra las protecciones, exige un ejercicio de concentración y destreza al volante brutales. Son muuuuuchos los que fracasan en el intento.
Sin duda es una de las competiciones clásicas y más complicadas dell Motorsport, un territorio reservado para los héroes que marca la diferencia entre los hombres y los niños.
Coronarse allí es acceder por derecho propio al Olimpo del Motorsport. Ayrton Senna, escoltado por Graham Hill y Michael Schumacher, es el auténtico Príncipe de Mónaco. Veamos por qué.
Senna, el Príncipe de Mónaco
En la tierra de los Grimaldi, Ayrton Senna sobresale por encima de otros grandes de la especialidad. Así lo demuestran sus récords en una carrera en la que se sentía como en el jardín de su casa. Nadie podía superarle en su patria deportiva.
En nuestra retina permanecen multitud de hazañas que firmó allí el carioca y que ya pertenecen a la mitología de la F1. Por destacar solo algunas recordamos su casi victoria con un Toleman-Hart en su primera participación (1984), la considerada vuelta perfecta (1988), la victoria sobre Prost (1989) y la inolvidable batalla con Mansell de 1992.
La leyenda dice que solía retar a los comisarios de pista para que éstos situaran cerillas en los guardarraíles y él las partiera con las ruedas traseras.
Allí venció en 1987, 1989, 1990,1991,1992 y 1993, además de ser el poleman en 1985, 1988, 1989, 1990 y 1991 y firmar las vueltas rápidas de 1984, 1987,1988 y 1990. Ah, por si te parece poco, también visitó el podio en ocho ocasiones.
Nadie ha conseguido batir los números de Senna en el Principado, simplemente porque son in-su-pe-ra-bles. Es evidente que el paulista ha protagonizado varios de los momentos inolvidables del GP de Mónaco F1
Graham Hill, Mr. Mónaco
Antes de la llegada del brasileño, el británico Graham Hill, otro genio del automovilismo, reinó en el Principado durante la década de los 60. Su dominio fue tan apabullante en esa época que se le conocía con el apodo de Mr. Mónaco. Y no es para menos después de ganar en 1963, 1964, 1965, 1968 y 1969 y de lograr las poles de 1965 y 1968.
El simpático bigotudo, con su típico casco de rayas blancas verticales, nos regaló varios de los momentos memorables del GP de Mónaco F1. Sigue siendo el segundo corredor que más veces venció en Montecarlo junto a Schumacher. Además se mantiene como el único ganador de la Triple Corona del Automovilismo.
Schumi, el Káiser del Principado
El corredor con más títulos (7) en la Categoría Reina, Michael Schumacher, dominó con mano de hierro en los 90 en Montecarlo. Sus cinco victorias (1994, 1995, 1997, 1999 y 2001) le convierten en otro de los monarcas del pequeño estado. De hecho, tras Aytron Senna, comparte el segundo peldaño del podio por triunfos junto al mencionado Hill.
Y por si fuera poco, ostenta la plusmarca de vueltas rápidas (5) en carrera, hito que nadie ha osado superar. Además firmó las poles de 1994, 1996 y 2000 y un puñado de momentos inolvidables del GP de Mónaco F1.
Por cierto, si después de leer los momentos inolvidables del GP de Mónaco F1, te quedan ganas de más motor, ahí tienes a los mejores corredores de la especialidad.