Los campeones del mundo de F1 que se coronaron con una sola victoria

Javier Prieto

Hay un par de Campeones del Mundo de F1 que se coronaron con una sola victoria. Veamos cómo se las apañaron para conseguir esa hazaña histórica.

La Categoría Reina del automovilismo es una de las competiciones más difíciles de conquistar. Tanto es así que para alzarse con el título suele ser necesario ganar unas cuantas carreras durante la temporada. 

Sin embargo, existen dos campeones del mundo de F1 que se coronaron con una sola victoria: Mike Hawthorn en 1958 y Keke Rosberg en 1982. Ningún otro corredor ha igualado sus gestas. Y aunque no fueron los mejores pilotos de la F1 ni condujeron los mejores monoplazas de la historia, supieron rentabilizaron sus éxitos como nadie. Vamos a conocer cómo lo consiguieron.

Hawthorn, un británico con suerte

El corredor Mike Hawthorn ya había competido en la F1 durante los seis cursos precedentes cuando le llegó su gran oportunidad en 1958. La combinación de una serie de circunstancias, unidas a su calidad y regularidad al volante de su Ferrari, hicieron realidad el sueño de llevarse el Mundial.

Una de esas causas, y quizás la más determinante, fue la retirada que el pentacampeón argentino Juan Manuel Fangio anunció en 1957. En el curso siguiente, El Chueco solo participó de forma esporádica en las citas de su país y en Francia. Por tanto, el dominador de los últimos cuatro años desaparecía de un plumazo. 

Junto a este hecho se produjo la muerte en el GP de Alemania de Peter Collins, otro de los rivales de Hawthorn por la gloria y compañero suyo en el equipo en Maranello.

Además, Stirling Moss, subcampeón en los tres certámenes precedentes y triunfador en ¡cuatro citas en 1958!, sufría la escasa fiabilidad de su monoplaza. De nuevo, los hados se aliaban con Hawthorn. Tampoco, las tres victorias de Peter Collins le servirían para neutralizar la suerte del inglés de Ferrari.

Y de esta forma, se llegó a la última prueba del año, el GP de Marruecos, con los dos compatriotas -Hawthorn y Moss- con la corona en juego.

Hawthorn finalizó segundo por detrás de Moss, convirtiéndose en uno de los dos campeones del mundo de F1 que se coronaron con una sola victoria y en uno de los ocho corredores que lo lograron por un punto. 

Además tuvo el honor de ser el primer británico que reinó en la máxima categoría. Uno de los secretos del éxito fue su regularidad en la tabla, ya que además de una victoria, sumó cinco segundos puestos y un tercero en 1958.

Después de tocar el cielo, se retiró muy afectado por la muerte de varios colegas. E ironías del azar, tan solo tres meses después de su marcha, falleció en un accidente de conducción en las calles de Farnham, su localidad natal. Su buena estrella le abandonó en el momento más importante de su vida. Cosas del destino. 

Keke Rosberg, un piloto regular

keke Rosberg es un buen ejemplo de esos deportistas que estuvieron en el momento justo y en el lugar adecuado para alcanzar sus metas. Si a ese hecho le sumamos su talento para ir rápido y exprimir un bólido -Williams FW08-, su éxito no resulta tan sorprendente.

Vamos por partes. Es verdad que el padre Nico, es uno de los campeones del mundo de F1 que se coronaron con una sola victoria. Sin embargo, también lo es el hecho de que en 1982 ningún otro colega se adjudicó más de dos carreras.

Tras la desaparición de Gilles Villeneuve -Bélgica- y el accidente del Judas de su compañero Didier Pironi -Alemania-, el certamen de ese año quedó muy abierto. De hecho, ¡once rivales de siete equipos distintos! se subieron a lo más alto del podio durante el curso.

Por tanto, no hay que restarle ningún mérito al finés, quien tuvo en la regularidad a su mejor aliado. Se coronó en la última prueba celebrada en el parking del casino Cesar´s Palace en Las Vegas. Obtuvo una ventaja final en el Mundial de 5 puntos sobre Pironi.

Además del triunfo en el GP de Suiza, disputado en Dijon (Francia) por problemas con las autoridades helvéticas, fue segundo en los Grandes Premios de USA Oeste, Bélgica y Austria, y tercero en Holanda y Alemania. Su constancia y la capacidad para obtener el máximo de su mecánica, le catapultaron a la historia del Gran Circo. Siguió en los circuitos hasta 1986, aunque tras el título conquistado su estrella se fue apagando.