Los coches de carreras favoritos de Top Gear: Ferrari 512 S (y M)

Este coche de carreras con un motor V12 es uno de los favoritos de la redacción: así es el Ferrari 512 S de finales de los 60 y principios de los 70.

Coches de carreras que explotan. Deja todo lo que estés haciendo.

No hay normas estrictas en esto: depende, en gran medida, de cuándo naciste y qué dio forma a tu mundo durante los años en los que te moldeabas como persona. Pero nos atrevemos a decir que TopGear no está sacando los pies del tiesto si afirma que el quinquenio que va de finales de los 60 a principios de los 70 es el más grande en lo que respecta a las competiciones automovilísticas. Sencillamente, era una época en la que los mejores pilotos conducían los mejores coches; una etapa enfocada al deporte: los que manejaban el cotarro (fabricantes y organismos reguladores) empezaban a acercar posturas.

Escucha el sonido de un Ferrari F12 TdF: ¡música celestial!

Esto nos lleva a la propuesta de hoy, un vehículo cuya genialidad no está en proporción con los logros obtenidos en la pista. No es que eso importe mucho, la verdad, ya que el Ferrari 512 S cuenta, al menos, con tres cosas vitales a su favor. La primera, es un Ferrari. La segunda, es exactamente como debería ser un Ferrari que llega a las competiciones de resistencia de 1970 (muestra un equilibrio semi-científico y semi-improvisado entre belleza, función y locura). Y, lo mejor de todo, estaba propulsado por un motor 5.0 V12 gritón, casi histérico, que producía 557 CV a 8.500 rpm.

Todas las fotos de este artículo, copyright Ferrari SpA