¿Sabes cuál es uno de los coches favoritos de Fernando Alonso?

Javier Prieto

El Ferrari 250 GTO es uno de los coches preferidos de Fernando Alonso. Así lo manifestó cuando trabajaba en Maranello. Coincidimos en gustos. Solo nos faltan los 28,5 millones de euros para comprar uno.

¿No sabías que uno de los coches preferidos de Fernando Alonso es el Ferrari 250 GTO? Pues ya te has enterado. El asturiano, uno de los mejores pilotos de la F1, así lo manifestó en su época en Maranello. Y no creemos que haya cambiado de parecer al respecto. Seguro que esta joya, digna de la colección de automóviles de Bernie Ecclestone, no desentonaría en el espectacular museo de los vehículos de Elvis Presley. El GTO es una máquina ideal para dar una vuelta por Eau Rouge, la curva más famosa del mundial y por cualquiera de los circuitos más conocidos del planeta. 

Pero, seguro que te preguntas, ¿qué tiene de especial este buga sesentero para ser uno de los coches favoritos del asturiano? Muuuchas cosas. Vamos por partes. Para empezar está considerado como uno de los mejores deportivos de todos los tiempos. Esa es la opinión de diversos medios especializados que presuntamente saben mucho del tema. El 250 GTO se creó como una bestia que debía devorar a sus rivales en la pista. Y parece que apetito competitivo no le faltó.

Ferrari solo fabricó 36 unidades del 250 GTO con las que obtuvo la homologación de la FIA para competir en la clase GT (grandes turismos). La demanda del deportivo resultó muy superior a la oferta. Dicha situación permitió a los dirigentes de Maranello seleccionar a los nuevos propietarios del GTO. Fueron muchos los ricachones que se quedaron sin su caramelito motorizado. Se convirtió en un objeto de deseo y casi de culto que no tiene nada que envidiar a los coches nuevos.

El coche favorito de Alonso, 250 GTO

En cuanto a los aspectos técnicos, el Ferrari 250 GTO monta un radical motor V12 de 3 litros y 302 caballos, integrado en un chasis tubular soldado a mano. Esta bestia sembró el terror entre los rivales. No dejó uno sano. Tiene una aceleración que podría provocarte un esguince cervical. Ah, se me olvidaba, el diseño es obra -maestra- de Sergio Scaglietti.

Además de la velocidad, la capacidad que tenía para adaptarse a las características de cualquier trazado, fue su mayor virtud. Se proclamó campeón del mundo de la especialidad entre 1962 y 1964.Todos los amantes, entendidos y caprichosos del automovilismo cayeron rendidos a sus encantos. Así nacía una leyenda que llega hasta nuestros días.

Para el final de artículo hemos dejado las malas noticias. Si te quieres comprar un 250 GTO, tendrás que rascarte el bolsillo. En 2014 se vendió uno por 28,5 millones de euros en la famosa subasta que tiene lugar cada año en Pebble Beach, California. Será cuestión de que te pases por allí y pujes.