Hamilton, el rey de la fiesta en el GP de Gran Bretaña 2016

Hamilton GP Silverstone 2016

Javier Prieto

Hamilton ha vencido con mucha autoridad en el GP de Gran Bretaña 2016 ante sus compatriotas y ya se sitúa a un solo punto del liderato. Los españoles firman una actuación dispar, Sainz 8º y Alonso 13º.

Lewis Hamilton ha disfrutado en el GP de Gran Bretaña de uno de los fines de semana -en el plano deportivo- más felices de los últimos tiempos. Se ha llevado la victoria en Silverstone delante de sus paisanos, tras dominar con gran autoridad la carrera -y los entrenamientos-. La apoteosis ha llegado después de que cruzara la línea de meta. El inglés estaba exultante tras su recital, no musical, sino automovilístico, en una pista -no de baile- donde siempre está muy motivado. Le encanta correr delante de sus compatriotas. Y por eso, tras finalizar el GP de Gran Bretaña 2016 se ha fundido con la masa de seguidores. Y, como si de una estrella de rock rapera se tratara, Lewis se ha lanzado sobre su público protagonizando una imagen más típica de un concierto que de una cita automovilística. Sus seguidores le han vitoreado y llevado en volandas. Como podéis comprobar, los británicos, esos seres -algunos de ellos considerados extraterrestres, por nuestro carácter latino- tan formales y serios, se han soltado la melena. Y se han olvidado de la etiqueta habitual en Simpson´s in The Strand y de Fortnum and Mason -una elegante tienda de ultramarinos donde ¡los dependientes visten de frac!- para compartir la fiesta y la gloria con su estrella.

Festival dentro y fuera de la pista

La verdad es que la ocasión merecía el jolgorio que allí se vivió. Porque no todos los días, ni Lewis ni nadie, gana por cuarta vez el Gran Premio de casa -la tercera consecutiva- igualando a un mito como Nigel Mansell. Ni te quedas a una sola victoria del récord histórico de tu circuito talismán. Ni consigues el tercer Gran Chelem (pole, vuelta rápida y liderato de la prueba en todas sus vueltas). Pero es que la cosa no ha quedado ahí. Como ya adelantó Top Gear hace unas semanas con la Teoría Peret, no estaba muerto sino que estaba de parranda. Y por si todos estos éxitos fueran pocos, el dueño de Roscoe y Coco ha pegado otro mordisco a la clasificación. Ya está a un solo punto de la cumbre.  Es evidente que cuando el bueno de Lewis está motivado y centrado, no tiene rival. Su talento innato solo puede ser eclipsado por las luces de las discotecas y los flashes de los fotógrafos, o por su propio ego. Parece que el tiburón ha decidido ir directo a por la presa. De hecho, ya suma cuatro victorias en las últimas cinco carreras. El cordero del principio de temporada se ha transformado en un lobo sediento de gloria. No nos queremos ni imaginar la noche que habrá pasado el gran triunfador del GP de Silverstone.

Celebración Hamilton GP Silverstone 2016

El hombre menguante

Hablando de corderos, en el otro extremo de la historia, aparece Nico Rosberg, protagonista principal de la peli El hombre menguante. El alemán cada día está más arrugado que una pasa frente a su vecino de box. Así lo demuestran sus números. Solo ha ganado una de las últimas cinco pruebas disputadas. El alemán poco a poco va completando su metamorfosis para volver a ser aquel personaje blandito llamado el Príncipe de Beukelaer. Ya no queda nada del piloto que en el inicio de temporada contaba sus participaciones por victorias. Si todo sigue así, se convertirá en el corredor con más carreras disputadas sin corona mundial. ¡Menudo título! Pero lo peor de todo para él son las sensaciones que ha dejado en la pista. Antes del inicio de la cita comenzó a llover y el rubito teutón sintió un súbito dolor de estómago que lo llevó directo al baño. Cada vez que tiene que competir con la pista húmeda le tiemblan las piernas.

Y así le pasó, que Max Verstappen le superó mientras el asfalto estaba resbaladizo.  Ya no solo tiene que mirar hacia arriba, sino también hacia abajo. Y en el colmo de las desdichas –se lleva el premio Calimero de esta semana- tuvo problemas con la séptima velocidad de la caja de cambios. Sus ingenieros le comunicaron por radio lo que tenía que hacer para solucionar la contingencia, algo que está prohibido por el reglamento de la FIA. Ésta le sancionó con 10 segundos de penalización que lo desplazaron hasta la tercera plaza final. El beneficiado de esta medida fue Max Verstappen que pasó del tercer al segundo lugar de la clasificación. Y la verdad es que se hizo justicia con el de Red Bull, porque estuvo muy valiente y decidido en el GP de Gran Bretaña, lo contrario que el rubito teutón. El energético neerlandés ha firmado su segundo podio consecutivo y se postula como una futura estrella del Gran Circo. Ya puede tener cuidadito Mercedes con el ritmo del inexpresivo Max.  Por cierto, está solo a 8 puntos de Sebastian Vettel, otrora todopoderoso señor de los difusores, reconvertido en alma en pena.

¿Y Ferrari? Pues del Pony Rampante, más de lo mismo. Kimi Raikkonen terminó quinto y el tetracampeón germano, noveno. Lamentable. 

Los españoles, sabor agridulce

Una semana más, los nuestros van cumpliendo con el papel que parece haberles asignado la diosa Fortuna para esta temporada. Carlos Sainz en el GP de Silvestone ha vuelto a puntuar, al llegar en un meritorio octavo puesto. Es cierto que su actuación no fue perfecta, al cumplir con la tradición dominical de realizar un trompo en Abbey. Pero, se ha repuesto del error y ha sacado petróleo de su vetusta mecánica. Así, el madrileño, corriendo con el motor Ferrari del año pasado, ha quedado en Inglaterra por delante del SF16-H de Vettel. Sainz cada día se muestra más sólido y maduro en su conducción. Y por cierto, ha sumado en siete de las 10 citas del año.

Silver Wing Silverstone

Una semana más, las penas vienen de parte de Fernando Alonso. El asturiano tenía grandes posibilidades de puntuar en el Gran Premio de Gran Bretaña. Pero cuando sufres un déficit de potencia de unos 80-100 caballos en tu propulsor, tienes que arriesgar. Y el domingo le salió cruz al ovetense. Se fue largo en Abbey -dónde si no- cuando trataba de superar al Williams de Felipe Massa. Un charco y los límites de la física se lo prohibieron. Volvió a pista tras realizar una espectacular maniobra que mereció la felicitación del equipo Mercedes. Pero terminó en 13ª posición -con la mala suerte que tiene es lógico que se sitúe en ese número-, fuera de los puntos. Parece que el McLata, perdón, el McLaren, ha experimentado ciertos progresos. Así lo  demuestra que el genio asturiano marcara el segundo mejor tiempo de todo el fin de semana. Aquí el que no se consuela es porque no quiere...

Por último, deciros que fue muy desacertada la decisión de dar la salida detrás del coche de seguridad porque el asfalto estuviera mojado. Un amigo me preguntó: ¿el hecho de que Charlie Whiting, director de carrera, sea británico al igual que Lewis, pudo tener algo que ver en esa cuestión? ¿Quería Charlie ahorrarle otra mala salida a su compatriota? No supe responderle...

En dos semanas llega Hungría. 

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