Muere Dan Gurney, el piloto que inventó la celebración del champán en el Motorsport

Dan Gurney

Javier Prieto

Fue un piloto polivalente que brilló en (casi) todas las especialidades automovilísticas en las que compitió. D.E.P.

Muy mala noticia. Dan Gurney, el primer piloto en vencer en la Fórmula 1, IndyCar y NASCAR, ha fallecido el pasado 14 de enero en Newport Beach (California). Tenía 86 años y no ha superado las complicaciones derivadas de una neumonía. El polivalente corredor neoyorquino, presente en la Categoría Reina de 1959 a 1970, participó en un total de 86 Grandes Premios al volante de Brabham, Porsche, BRM, FerrariMcLaren y Eagle, su propia formación. Sumó 4 victorias (Francia 1962 y 1964, México 1964, Bélgica 1967), 3 poles, 6 vueltas rápidas y 19 podios, terminando cuarto de la general en 1961 y 1965 como mejores resultados.

El triunfo en Spa 1967 a bordo del Eagle MK1 (T1G) le convirtió en el primer -y único- estadounidense en llevarse una prueba de F1 con un coche construido por sí mismo. Sí, estamos ante un brillante ingeniero a lo Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo gano. En ese glorioso año también conquistó las 24 Horas de Mans subido a un Ford GT40 y pasó a la historia por un curioso gesto. En el podio de Le Sarthe tomó una botella de champán de la firma Moët & Chandom y tras agitarla, roció con su burbujeante líquido a los allí presentes. Desde aquel día, todos los éxitos del Motorsport se festejan con este curioso ritual. Como ingeniero, también destacó por ser el creador del llamado flap Gurney. Se trata de una especie de pestaña o prolongación de la parte superior de los alerones de los f1 mejorando el downforce. Lejos del Gran Circo, participó entre 1962 y 1970 en el campeonato de la Indy500, terminando segundo de la clasificación final en 1967.

Galería: Dan Gurney hizo historia con los Ford GT

A partir de 1970, y tras (más o menos) colgar el casco, fundó su propio equipo, All American Racers, del que fue Presidente y CEO hasta 2011, cuando lo relevó su hijo Justin. Para que os hagáis una idea de su importancia, dicha formación venció 78 pruebas en Estados Unidos, algunas tan conocidas como las 500 Millas de Indianápolis, las 24 Horas de Daytona o las 12 Horas de Sebring. ¡Hasta siempre al gran Dan Gurney, el segundo corredor yanqui con más primeros puestos en la F1 tras Mario Ardretti!

La Historia de la tradición del champán en el Motorsport

A excepción de los circuitos árabes, no existe (casi) ningún lugar del mundo en el que no se festejen con champán las victorias del Motorsport. Pero, ¿de dónde viene esa curiosa tradición?¿Quién y por qué se la inventó? 

Celebraciones más frikis en los podios de la F1

Para responder a esas preguntas, tenemos que remontarnos a principios del siglo pasado. Resulta que en 1907 se disputó el Rally Pekín-París, una prueba con cinco locos que recorrieron un trayecto de 15.000 kms durante la friolera de dos meses.

El Itala del príncipe Borghese Pekín-París 1907

El  ganador fue el príncipe Scipione Borghese, que cruzó la meta de la capital francesa a las 16:30 horas del 10 de agosto conduciendo su Itala de 40 CV. Allí le esperaba un empresario que como premio y gesto de cortesía le entregó una valiosa botella de champán, algo que no tenía precedentes.

Aquel detalle con los ganadores en las distintas pruebas del motor gesto se fue repitiendo y popularizando. Sin embargo, hubo que esperar hasta el GP de Francia 1950 de Fórmula 1 para ver realmente el nacimiento de esta curiosa tradición.

Fangio bebiendo champán

Como aquel 2 de julio la prueba se celebró en Reims, perteneciente a una región de fuerte producción vinícola, el triunfador Juan Manuel Fangio recibió una botella del famoso espumoso. Pero el argentino y compañía optaron por beberse el burbujeante líquido sin más.

Sin embargo, el gesto de agitar el champán y bañar con él a los rivales fue algo se originó de forma accidental en las 24 Horas de Le Mans 1966. El vencedor, Jo Siffert, fue obsequiado con un 'magnum' de Moët Chandon que había permanecido demasiado tiempo al sol. Por ese motivo, al abrirla la presión hizo que el corredor suizo empapara a todos los que estaba cerca de él. 

Un año más tarde y otra vez en  el Circuito de Le Sharte, Dan Gurney decidió imitar pero de forma voluntaria el gesto de su predecesor helvético. El piloto estadounidense agitó la botella, y después de descorcharla, roció con el champán a todos los que estaban allí.

Abu Dabi. No champaigne

Y desde entonces, todos los competidores del universo siguen festejando sus éxitos de ese modo. Bueno, excepto cuando las competiciones tienen lugar en países musulmanes, donde su tradición lo prohíbe. En esos casos, las burbujas se sustituyen por bebidas sin alcohol.