Sin duda alguna, el choque de Sebastian Vettel contra Lewis Hamilton ha sido la acción más polémica del GP de Azerbaiyán F1 2017, impropia de un deportista profesional.

Flípalo con las Vetteladas más salvajes

El safety car había salido a pista en Bakú y tras él rodaban Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, primer y segundo clasificado en esos instantes y en la general del Mundial.

Todo sucedió cuando el británico de Mercedes, que circulaba a su bola y muy despacito detrás del coche de seguridad, notó un porrazo en la parte posterior de su W08. El impacto lo había provocado el SFH-70 del tetracampeón alemán. Según este último, no tuvo tiempo de esquivar a la flecha plateada porque el inglés frenó repentinamente. Bla, bla, bla.

La telemetría consultada por la FIA ha desmontado dicha afirmación, más falsa que un euro de madera. Pero espérate, que no contento con ese primer mamporro, el 'Mr. Cabreos' germano, se puso en paralelo al coche del inglés y se fue a por él. Sí, sí, como lo oyes. Sebastian Vettel, fuera de sí, giró las ruedas de su coche rojo y se estampó contra el 44 de las flechas plateadas. 

Este hombre que el pasado domingo perdió la cabeza, la razón y los papeles, debería tomarse una tila o una valeriana cada vez que se suba a un coche.

Lo de ayer a orilllas del mar Caspio, parecía más una macarrada de una discusión de tráfico, que la acción de un corredor de élite. El choque de Sebastian Vettel contra Lewis Hamilton demuestra una vez más que el 5 de Ferrari es un tipo poco paciente.

Eso no se puede hacer, Seb, al margen de que Hamilton, que se las sabe todas, circulara muuuuuy lento. Pues, ya lo ves, ha regresado la peor versión del irascible germano que en 2016 nos deleitó con un sinfín de Vetteladas marca de la casa.

Y como el hombre es el único animal -con perdón para esos seres vivos tan respetables- que tropieza dos (mil) veces con la misma piedra, mira lo que dijo Sebastian Vettel del incidente: "El líder es el que lleva el ritmo, pero frenar tanto en una curva así… Creo que no era necesario. La Fórmula 1 es para adultos. Como he dicho, la maniobra no era necesaria. Ha dañado mi alerón delantero y también su zaga. No tenía sentido". Un poco más y casi manifiesta que fue Hamilton el que se tocó con él. 

Para rematar su día glorioso y redondear la faena concluyó: "Luego me he puesto a su lado y hemos tenido un pequeño contacto. He ido a su lado para levantarle la mano. Creo que no ha sido deliberado por su parte, no creo que sea ese tipo de hombre. Me puse a su lado y le dije que no eran las formas de hacerlo". A ver Seb, estás contando la historia exactamente al revés de cómo sucedió.

Por cierto, un cero patatero para Charlie Whiting, director de carrera, que solo le sancionó con un 'Stop & Go' de 10 segundos por pilotar de forma antideportiva y ¿potencialmente? peligrosa. Si la de ayer fue tan solo una maniobra potencialmente peligrosa, no queremos saber qué es para el amigo Charlie una acción de verdadero riesgo. Eso era merecedor de una bandera negra.

Peor el otro prota del incidente, Lewis Hamilton, un pirómano (automovilístico) que no huye de ningún incendio, aportó más 'cordura' a la situación: "Si quiere demostrar que es un hombre, debería hacerlo fuera del coche, cara a cara. Creo que conducir peligrosamente de cualquier forma puede poner a un piloto en riesgo. Imagínate todos los chicos que están viendo la F1 que piensan de este comportamiento de un tetracampeón. Creo que eso lo dice todo". 

Estamos hablando de dos de los mejores pilotos de F1, que ayer se comportaron como unos adolescentes. Muy mal ejemplo para todos.

Ah, por cierto, como éramos pocos parió la abuela. Niki Lauda, director lenguaraz y no ejecutivo de Mercedes ha tratado de 'poner paz a su manera': "Vettel es un tipo decente normalmente. No comprendo. Está loco. Hamilton le golpeará un día, no con el coche, sino con su puño".