En Apple se conoce al iPhone 8 internamente como Ferrari
Seguro que te estás preguntando qué demonios estamos haciendo hablando en un medio de comunicación tan profundamente petrolhead del nuevo terminal que la firma afincada en Cupertino tiene pensado lanzar en 2017, y llevas bastante razón. Pero hay un detalle sobre su desarrollo muy llamativo, y es que en Apple se conoce al iPhone 8 internamente como Ferrari. Ojo que puede decir mucho del teléfono con sólo una palabra...
Sí, amigos: el año próximo asistiremos a una nueva presentación del producto estrella de la firma estadounidense fundada por el difunto Steve Jobs -aquí tienes los coches que él querría tener-. Igual que en 2016. Y 2015, 2014... Pero según parecen confirmar diversas fuentes relacionadas con la empresa y el mundo de la tecnología, la octava entrega del terminal que revolucionó la telefonía móvil puede ser muy especial, y no es para menos.
2017 será el año en que se cumpla el décimo aniversario del lanzamiento del iPhone original, y para celebrarlo se espera que el nuevo modelo sea tan novedoso como lo fue aquel presentado ante la atónita e incrédula mirada de asistentes, aficionados y competencia. En Apple se conoce al iPhone 8 internamente como Ferrari... y se me ocurre pensar en varios motivos para ello: porque puede ser elegante, exclusivo y prestacional. ¿O quizá será por su precio ridículamente inflado? A lo mejor tienen claro que será apaleado en todas las comparativas con productos similares...
Pero no voy a ser tan malo -ni con unos, ni con otros-: es justo reconocer a la marca que siempre está a la cabeza en términos de innovación y que el camino marcado por sus productos suele ser seguido por el resto de fabricantes, antes o después. En Apple se conoce al iPhone 8 internamente como Ferrari y seguro que es porque está llamado a convertirse en el nuevo buque insignia de la firma... y también en un objeto de deseo para todo el mundo. ¿Tienes un iPhone 7 -échale un ojo a las mejores características para los amantes de los coches-? Pues empieza a pensar en venderlo para comprar el nuevo. ¡Ay!
