Viejas glorias: esta es la historia del Mitsubishi Montero

¿O debería decir Pajero?

Hoy los SUV de 2017 son amos y señores del mercado, pero coches como el Mitsubishi Montero siguen reivindicando la autenticidad que representa tener en el garaje un auténtico todoterreno robusto, fiable, capaz de solventar cualquier problema, sacrificando una conducción refinada o eficiente en favor de ser el mejor fuera del asfalto. Hoy parece poco más o menos un dinosaurio, pero hace solo 35 años fue una auténtica revolución. Esta es la historia del Mitsubishi Montero.

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A diferencia de otros mitos todoterreno, como el Jeep Willys o el Toyota Land Cruiser, el Mitsubishi Montero no fue de los pioneros. Todo empezó cuando, tras el lanzamiento de los primeros vehículos con tracción a las cuatro ruedas destinados a ser buenos fuera del asfalto, la mayoría para un uso militar o de transporte pesado, se pensó que esta fórmula también se podría copiar para crear coches más pequeños y ligeros que fueran medios de transporte pensados para el campo y para las peores condiciones del terreno.

Mitsubishi tomó un atajo y en 1953 firmó un contrato con Willys-Overland para comenzar la producción de su propia versión del Jeep. Más tarde también produjo el Wagon, un coche más refinado que se adaptaba mejor al estilo de vida de los años 60. Sin duda, Mitsubishi aprendió mucho de estos modelos y a finales de los 60 ya contaba con una notable experiencia. A principios de los 70, la marca previó la demanda que habría de este tipo de vehículos en el futuro y se puso trabajar en su propio todoterreno.

En 1973 nacía el primer prototipo, el Mitsubishi Pajero I. Se presentó en el Tokyo Motor Show, en noviembre de 1973, y destacaba por su aspecto robusto pensado como vehículo eficaz en un entorno recreativo: una alternativa a los Toyota Land Cruiser o al Nissan Patrol. Cinco años más tarde llegaría el segundo prototipo, el Mitsubishi Pajero II, con un techo completamente de tela que le permitiría convertirse en un descapotable: ¿no te parecen una copia de los Jeep CJ?

Pues sí, principalmente se trataba de eso, de una evolución del Jeep CJ. No obstante, a comienzos de los 80 la marca estaba lista para lanzar su propio todoterreno. En Octubre de 1981 se presentaba en el Salón de Tokyo el Mitsubishi Pajero, un todoterreno robusto pensado para competir con sus rivales japoneses. Destacaba por su tamaño compacto, no llegaba a los cuatro metros, y por su eficaz comportamiento fuera del asfalto gracias a su agilidad.

Su principal innovación fue la introducción de la suspensión delantera independiente, la dirección asistida o los asientos delanteros con amortiguación mecánica. En un primer momento solo estaba disponible con tres puertas y con techo duro, más tarde se unirían nuevas carrocerías, como la de cinco puertas, y nuevo equipamiento, como los nuevos motores diésel con intercooler, el cambio automático, los frenos de disco en las cuatro ruedas o la suspensión multo-link con muelles helicoidales. 

En España, la comercialización oficial empezó en 1987 y su nombre fue modificado por el de Mitsubishi Montero: desde el primer momento fue un éxito, algo que se incrementó notablemente con la llegada de la segunda generación en 1991. Más grande, más refinada y con una imagen muy potente, apoyada en gran parte en sus éxitos en el Rally Paris Dakar: solamente dos años de la presentación del Pajero, en 1985, ya cosechó su primer triunfo, al que le seguirían muchos otros hasta convertirse en el todoterreno más laureado en este exigente rally.

Y es que, entre 1985 y 2007 consiguió 12 victorias en el Dakar, así como la Copa Mundial FIA de Rallyes Todoterreno en 2003. La segunda generación del Mitsubishi Montero fue definitiva con una modernización notable de su aspecto y equipamiento, incluyendo la transmisión Super Select 4WD y, desde 1997, la tecnología de inyección indirecta GDI o el airbag del conductor. En 1999 se introduce la tercera generación del Mitsubishi Montero con su arquitectura monocasco o el nuevo sistema de control de estabilidad ASTC o la transmisión Super Select 4-II.

Hoy el Mitsubishi Montero se ha quedado rezagado a favor de los SUV, que priorizan el comportamiento en carretera sacrificando buena parte de las capacidades off-road del vehículo. Hay que ver cómo Mitsubishi decide dar una vuelta al concepto del Montero y comprobar, también, si sigue siendo uno de esos todoterreno para subir al Everest como un marqués: porque lujo y eficacia 4x4 no tienen porque estar siempre reñidos.

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