¿Es esto el coche ideal para ir al trabajo?
Señoras y señores, os presento un nuevo vehículo urbano eléctrico: SOLO. Sí, ese es su nombre, y supongo que tendrá que ver con que solamente podrás ir solo en su diminuto interior. Sí, es un monoplaza, diminuto, de diseño dudoso y pensado para moverte por la ciudad con la máxima facilidad posible.
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Y hay que reconocerlo: ofrece muchas facilidades para la movilidad urbana, aunque debas prescindir al estilo, aunque eso es ya cuestión de gusto. Veamos qué ofrece: el SOLO es obra de la empresa canadiense Electra Meccanica y afirma que la inspiración de este vehículo ha sido una estadística: el 80% de los trabajadores que van cada día a las grandes ciudades va solo. De esa manera, prescinden de un segundo asiento en favor de dos cosas: un generoso maletero de 285 litros y un tamaño minúsculo para poder aparcar en cualquier recoveco.
Probablemente el rival más duro del SOLO:
Y es que el SOLO mide 3 metros de largo, esto significa que es ligeramente más largo que un Smart y más pequeño que un Fiat 500. Electra Meccanica afirma que el coeficiente aerodinámico es mejor que el de un Corvette o un Porsche 911. Bajo el capó encontramos un pequeño propulsor eléctrico que se alimenta de una batería de 16.1 kWh de capacidad. Gracias a esto, este pezqueñín es capaz de acelerar de cero a cien en menos de ocho segundos, mientras que la velocidad máxima supera los 120 km/h.
Aunque hay que tenerlos bien puestos para ir a esa velocidad en este cacharro de media tonelada de peso. No obstante, este factor hace que la autonomía sea generosa: 160 km y un tiempo de carga, en un enchufe de 220V, de tres horas. Perfecto para moverse por la ciudad de manera limpia y sin ocupar mucho espacio.
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No obstante, veo una serie de fallos importantes. ¿Quién necesita 300 litros de maletero para ir a trabajar? ¿No sería mejor poder poner un segundo asiento para cuando lo necesites? Estéticamente es raruno, con sus tres ruedas y su parte trasera que parece más un furgón de carga que un vehículo de movilidad urbana. El interior también resulta algo espartano y demasiado sencillo para un coche cuyo precio base en EEUU es de 15.500 dólares. Por ejemplo, un Ford Fiesta cuesta 14.000 dólares.
Sinceramente, la idea es buena, pero el resultado quizás no está bien pensado del todo. Dudo mucho que jamás llegue un ejemplar a España y sinceramente, no creo que nadie vaya a echarle de menos.