Esta es la segunda parte del plan maestro de Tesla. ¡Agárrate!

Elon Musk sigue con una obsesión: revolucionar el mundo del transporte. Su aventura comenzó hace diez años, quizás dentro de otros diez no nos conozcamos ni nosotros mismos.

El Plan Maestro de Tesla, concebido por Elon Musk hace diez años, recibe su segunda parte, en la que el creador de Tesla muestra por dónde irán los tiros de su negocio o, al menos, lo que él tiene en su cabeza loca e inconformista. Si se cumple punto por punto todo lo que planea, el transporte en los próximos años podría cambiar tanto que seguramente nos costaría reconocerlo.

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Hace diez años Tesla dijo que iba a fabricar un vehículo de baja demanda, exclusivo y con imagen (el Tesla Roadster). Con el beneficio que obtuviese fabricaría un coche de volumen medio y representación (el Tesla Model S), para más tarde lanzarse a por un modelo de gran volumen, precio moderado y que pudiese llegar a cualquier hogar (Tesla Model 3). También que quería popularizar el autoconsumo eléctrico gracias a generadores domésticos capaces de ser energéticamente autosuficientes. Diez años más tarde la mayor parte de puntos se han cumplido, toca pues mirar al futuro de Tesla.

La segunda parte del Plan Maestro de Tesla es ambicioso, ¡cómo no iba a serlo viniendo de Elon Musk! Pero es razonable, teniendo en cuenta el salto tecnológico que se espera con la llegada de los coches autónomos y la popularización de la propulsión eléctrica. En cuanto a la gama Tesla, Musk pretende alcanzar nuevos nichos de mercado, como por ejemplo el de los pick-up eléctricos, tan populares en EEUU tanto para uso doméstico como para trabajo, así como un SUV compacto: un hermano pequeño del Tesla Model X.

El objetivo de Tesla es ir incrementando poco a poco su producción, gracias en parte a su gigafactoría de baterías. Pero además de coches para un uso privado, Elon Musk también sueña con camiones y autobuses capaces de ser completamente autónomos y eléctricos, mejorando el tráfico en las ciudades y la contaminación ambiental. Los autobuses autónomos podrían ser la clave para la sostenibilidad del tráfico urbano y su mejora. Además, estos podrían ser más pequeños y mejorar las frecuencias de paso, además de poder estar operativos las 24 horas del día.

Y es que pese a los últimos incidentes con la conducción autónoma Elon Musk tiene claro que el futuro pasa por la conducción autónoma. Conforme el paso del tiempo todos los vehículos Tesla deberán contar con el hardware necesario para la conducción autónoma. Más tarde se deberá probar muy a fondo el software y comprobar su eficacia, para que finalmente los organismos reguladores de cada país aprueben la conducción autónoma en su territorio: Musk calcula que harán falta unos 10 millones de kilómetros de prueba para que comiencen las validaciones.

Es evidente que las posibilidades de la conducción completamente autónoma son infinitas. Por ejemplo, el coche compartido: por ejemplo, tu podrás ir a trabajar con tu coche pero mientras tu coche no se utiliza podrá ser utilizado por otros. Esto permitirá reducir drásticamente el coste real del coche y hará que mucha gente tampoco necesite comprar un coche para cubrir sus necesidades del transporte. 

Sin duda, Elon Musk tiene muy claro cómo es el futuro de la movilidad y no creo que ande demasiado desviado de lo que será el futuro del transporte. Taxistas, conductores de autobús, camioneros, ¿probadores de coches? Quizás nos espere un futuro algo incierto.