Primer contacto: Porsche 718 Boxster: ¡pues no suena tan mal!

El más pequeño de los Porsche descapotables llega con nuevos motores de cuatro cilindros turbo: ¿arruinará el downsizing a este maravilloso roadster?

Parece que no: suena diferente, pero este Porsche 718 Boxster sigue sonando bien. ¡Menudo alivio! El cuatro cilindros sobrealimentado del sustituto del Boxster emite un sonido vibrante y sorprendentemente grave; genera una atmósfera muy deportiva.

En esta primera prueba del Porsche 718 Spyder me he desplazado hasta un circuito cerca de Marsella, compartida con otros deportivos de altura: ellos suenan mejor, este 718 al final no deja de recordar a algún que otro compacto con aptitudes deportivas.

Sin duda, los nuevos motores de cuatro cilindros son la novedad más importante del restyling del Boxster, junto con el cambio de nombre, claro está. Pero hay más: caja de cambios revisada, dirección, suspensión, ayudas a la conducción y por supuesto los cambios estéticos que refrescan y modernizan la imagen del roadster más pequeño de la marca.

Pero los protagonistas aquí son los motores: dos cuatro cilindros muy interesantes y que pueden hacer llorar a los más puristas de la marca, aunque no es ni de lejos la primera vez que un Porsche monta un cuatro cilindros. El Porsche 718 Boxster empieza su camino con dos versiones: la más sencilla monta un motor de dos litros turbo con cuatro cilindros en línea que produce 300 CV. La versión más deportiva 718 Boxster S aumenta la cilindrada hasta los 2,5 litros y su turbo es de geometría variable: ¡alcanza los 350 CV -que son algunos menos que los que ofrece la versión AMG del Mercedes SLC, sí-!

Ambos propulsores pueden recurrir a una caja de cambios manual de seis velocidades o al maravilloso cambio automático PDK de siete. Con todo esto, los consumos y las emisiones consiguen bajar un 13%, dejando la cifra de consumo medio por debajo de los siete litros en la versión menos potente y en 7,3 litros en la versión S: números realmente buenos para un coche de este potencial.

Pese a que Porsche mantiene que a la hora de desarrollar estos propulsores han tenido en cuenta tres factores: eficiencia, prestaciones y emoción, la primera de ellas es la fundamental. Para eso, este motor monta un renovado sistema ‘start&stop’ que ahora corta el motor incluso en marcha, a menos de 7 km/h. El nuevo recubrimiento de los cilindros mejoran la fricción interna y permiten también apoyar esta batalla contra el abuso de gasolina.

Toca elegir coche entre los muchos Porsche 718 Boxster de preproducción que la marca nos ofrece. Me quedo un Boxster S equipado con el sistema de escape deportivo: ¡qué raro! Todos los coches montan el cambio PDK y en mi ejemplar, pintado en color negro con un llamativo rojo en el interior, luce unos frenos de acero que son los mismos que monta el ‘nueveonce’: toda una garantía. Los que necesiten más poder de frenada podrán también montar, de manera opcional y nada barata, los frenos cerámicos.

Me acomodo en su renovado interior y lo primero que me llama la atención es el nuevo volante deportivo opcional ‘GT Sport’: tiene una anchura notable, un radio perfecto y cuenta con la nueva ‘ruedecilla’ para seleccionar los distintos modos de conducción disponibles. El sistema de entretenimiento se hereda del nuevo 911 y la calidad de acabados vuelve a rozar la excelencia. Toca arrancar: el cuatro cilindros cobra vida con un profundo alarido, coloco la palanca del PDK en modo manual y al mínimo golpe de gas, el coche echa a andar: ¡llega lo bueno!

Pisar el pedal derecho a fondo te asegura prestaciones de primera: esta versión S acelera de cero a cien en 4,2 segundos: ¡es más rápido que un Porsche 911 Carrera S de 420 CV! Alucinante. El motor se comporta a mitad camino entre el de un Toyota GT86 y el de un ‘nueveonce’. El turbo soplando, el sonido potente, las sensaciones cambian respecto a su antecesor de seis cilindros pero no todo cambio tiene porque se malo: es diferente pero para nada es malo, ¡es buenísimo!

Este coche es rápido, más rápido de lo que te puedes esperar. Toca recalibrar mi cabeza: estoy en el Porsche menos potente, pero madre mía, ¡este coche es tremendamente rápido! El extra de par y la elasticidad de la mecánica te proporcionan empuje en cualquier circunstancia.

Me ha gustado mucho la respuesta del acelerador, instantánea, más parecida a la de un 911 Turbo que a la del anterior Boxster. ¡Y eso son palabras mayores! La suspensión es dura pero no molesta y permite enlazar curva tras curva con una precisión de cirujano. La dirección, tomada directamente del 911 Turbo, es muy precisa y comunicativa, mientras que el control de estabilidad, en el modo Sport, permite a la zaga insinuarse siempre bajo un margen de seguridad muy amplio: ¡te lo puedes pasar realmente bien con él!

El Porsche 718 Boxster no pierde nada del encanto de un roadster que llegó a la gama Porsche para quedarse. Es rapidísimo, efectivo y muy divertido, además, consume poco para lo que ofrece y es el más barato dentro de la gama de deportivos Porsche: provocará quebraderos de cabeza a más de un posible comprador del 911…

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