Prueba: Ford Mustang CS700, con 710 CV

¿Más potencia, más diversión? Vamos a verlo…

El elemento que trasteamos hoy en nuestra sección de pruebas de coches no es un Ford Mustang normal, ¿verdad?

Está muy lejos de eso. El Ford Mustang CS700, para empezar, tiene 710 CV, 304 más que el estándar. Pero lo importante no es que estemos ante un Mustang tuneado (eso apenas en novedad en su casa, América), sino que es un Mustang tuneado por británicos. La mayor parte de las piezas son estadounidenses, pero ha sido revisado para el público europeo, en cualquier caso. Su responsable es el distribuidor de coches de lujo Clive Sutton, en respuesta a Ford por añadir el pony car a su gama europea y debido a su probable apetito por apretar tuercas.

¿Necesitamos un Mustang tuneado aquí?

Creo que sí. Si tengo un asunto pendiente con el Ford Mustang 5.0 V8 (dejando aparte el motor Ecoboost), es que su propulsor suena demasiado jadeante como para ser un muscle car convincente. Clive Sutton ofrece una serie de actualizaciones, así que no tienes por qué tener tu Mustang tan engalanado como esta tímida florecilla… de 85.600 euros.

Así… ¿Qué ofrece el Ford Mustang CS700?

La reforma: 11.000 euros del paquete aerodinámico de fibra de carbono, 6.500 de las ruedas de 20 pulgadas y el kit de suspensión KW, que añade un acercamiento significativo al suelo (25 mm delante, 35 mm detrás)… y, desde luego, el pack de potencia completo, por 16.000 euros, con turbo Whipple, escape activo de cuatro salidas y faldón trasero. Otros 1.243 euros te darán, entre otras cosas, una admisión de fibra de carbono para este Ford Mustang, con la que ganas 30 CV más.

Ford Mustang CS700 (VIII)

Lo que te interesa aquí es que puedes escoger para el Ford elementos de una lista interminable: hay tres niveles de kits de carbono para la carrocería, dos opciones de suspensión y, en lugar del turbo, es posible elegir simplemente el pack CS500, por 5.550 euros, con tomas de aire y un escape más directo, un control del volumen del mismo y un nuevo faldón trasero, sumando 506 CV. O puedes pedir cualquiera de estas cosas de forma individual.

El Ford Mustang CS700 que probamos llevaba incluso una iluminación LED de colores en los faros. Nos recordaba un poco a la decoración navideña -especialmente, porque viene con control remoto-, pero sería un exitazo en ciertos barrios, incluso aunque su precio (1.400 euros) agobie un poco. Jugué un rato con ella y puedo confirmar que si presionas botones para que cambie de rojo a azul al ritmo adecuado, te parecerás mucho a un coche policial. Ummm…

Vale, todo muy personalizable. ¿Qué pondrías?

Desde luego, pasaría de las luces ridículas, a pesar de que los críos de 11 años pensaban que eran lo mejor del coche. Creo que el kit CS500 sería lo mejor; compensaría mis críticas sobre el sonido del Mustang normal.

¿No cogerías el turbo?

Probablemente no, por dos razones. Alimentarlo se lleva mucha potencia, lo que quiere decir que el motor tiene que trabajar para darle de comer antes de que te ofrezca nada a cambio, así que hay bastante retraso en la respuesta. Además, éste tiene caja de cambios automática. Simplemente, es demasiado lenta en sus reacciones, incluso manejándola desde las levas.

Pasa de las bajas revoluciones y no estarás convencido de que el propulsor es tan pausado; vencerás las inercias de los perezosos (en comparación) V8 y el corpulento turbo Whipple antes de que la aguja empiece a subir de verdad. Sin embargo, una vez lo haga, será increíblemente divertido. Por encima de las 5.000 rpm aúlla, ruge y te deja sentir los 710 CV al completo. Es tan rápido como un Porsche 911 Turbo o un Audi R8.

¿En serio, tan rápido?

Contra el crono, probablemente no, pero si hablamos de sensación de velocidad, entonces sí, absolutamente. No es sólo el sonido y el empuje de este Ford Mustang CS700, sino la impresión de que la entrega apenas está contenida, de que el chasis se prepara para las fuerzas dinámicas que lo acosan. Un par de veces, cuando estábamos acelerando a tope en marchas bajas, hubo gruñidos y crujidos. Al ralentizar el ritmo, te das cuenta muy rápido de que los frenos no son infalibles: el pedal se va al suelo.

¿La entrega de potencia es progresiva?

Sí: va de forma constante a lo largo de todo el rango de revoluciones sin que haya saltos. Pero, de nuevo, el eslabón débil es la caja de cambios. Da una sensación ligeramente elástica, así que la fuerza que manda a las ruedas no es un reflejo exacto de lo que está haciendo el motor. Imagínate llevando una bicicleta con una goma elástica en lugar de una cadena. Ésa es la sensación.

Sin embargo, si el CS700 entregase la potencia de forma más instantánea y directa, como un Porsche 911 Turbo, por ejemplo, no creo que los neumáticos traseros, unos enormes 305/30 ZR20, lo soportasen. Tal y como está, mientras mantengas la aguja en la zona alta del cuentavueltas, puedes usar el propulsor con bastante precisión: responde de forma lo suficientemente limpia y rápida.

¿Qué tal se porta este Ford Mustang en las curvas?

Insinúa un poco de subviraje, algo que 914 Nm de par pueden solucionar con facilidad para neutralizar tu ángulo de ataque (todo ello, sin molestar al control de tracción). La suspensión, rebajada y más rígida, está muy dispuesta a los cambios de trayectoria.

De hecho, entrará en las curvas rápidas de forma muy convincente, pero en las lentas te darás cuenta de que es un vehículo muy pesado y no tiene la destreza en el chasis o la precisión en la dirección de un coche deportivo.

¿Cómo actúa?

Bueno, el tarado de la amortiguación es muy acertado, teniendo en cuenta lo cortos que son los muelles. La puesta a punto KW es la más agresiva de las que ofrece Sutton y merece la pena saber que es completamente ajustable y que da al modelo una buena actitud de ataque.

También parece más decidido, más resuelto, pero has de entender que ni el turbo ni ninguna de las otras modificaciones convierten el Ford Mustang en un coche deportivo. Es un muscle car y la única forma de cambiarlo, me temo, es rebajando un montón de kilos. Tal y como está, el CS700 es demasiado pesado, la dirección no se implica lo suficiente, las reacciones no son lo bastante enérgicas.

Así que… ¿no te comprarías uno?

Digámoslo de esta forma: si quisiera gastar esa cantidad de dinero en conseguir esa cantidad de potencia en un motor americano, iría directamente a por un Dodge Challenger Hellcat, un muscle car sin complejos con un trabajo muy claro.

El papel de este Ford no está tan definido, pero eso se relaciona directamente con el hecho de que tiene cada opción posible de la lista. Creo que una selección más cuidadosa del catálogo de Clive Sutton sería una forma más adecuada de dar a tu Mustang más exclusividad y carácter. Quizá baste con añadir el escape y volver luego a por la admisión. Después, puede que la suspensión. Y si sigues así, no tardarás mucho en decidir que necesitas 710 CV…

Ficha Técnica Ford Mustang CS700

Precio: 85.600 euros

Potencia: 710 CV

Par: 914 Nm

Consumo: 15,4 l/100 km (estimación)

CO2: N/D

0 a 100 km/h: 4,4 seg (estimación)

Velocidad máxima: N/D

Texto: Ollie Marriage.

Nuestro veredicto

8

Etiquetas: Muscle car