Prueba: Jaguar F-Type SVR con 321 km/h de velocidad máxima

Pon en marcha el Jaguar F-Type SVR y prepárate para ser odiado por tus vecinos.

Texto: Jason Barlow

¿Estamos ante el Jaguar de producción más rápido de la historia?

Sí, llega a los 321 km/h de velocidad máxima. Y eso es sólo el principio: en el F-Type SVR, todas las cifras son enormes. Su potencia es de 575 CV. Como opción, ofrece discos de freno carbonocerámicos con un diámetro de 398 mm. También puedes pedir el techo de carbono, que resta 50 kilos a su peso. Cuenta con una aerodinámica revisada en el frontal, una zona más estrecha en la zaga (configurada para alojar el nuevo sistema de escape) y un enorme alerón trasero que reduce la elevación en ciertas condiciones hasta un 45%. El SVR suena más alto, es más gritón… y más caro -“desde” 158.000 euros para la versión Coupé-.

Curioso. El F-Type R normal (ejem…) no es que sea precisamente tímido. ¿Cuántos rapidísimos F-Type diferentes necesitamos?

Te sorprendería. Nos impresionó mucho el trabajo que los especialistas en prestaciones de la compañía hicieron en el Range Rover Sport… y han dejado que su magia actúe aquí de forma similar, aunque quizá no como esperabas. Estás ante un F-Type más sutil. De acuerdo, no es la palabra que se te viene a la cabeza cuando lo pones en marcha, ya que hace retumbar tus ventanas y tu dentadura; también provocará que tus vecinos te odien. Y toda esa fibra de carbono lo convierte en un coche más llamativo. Pero es una bestia muy diferente para conducirla.

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El motor sobrealimentado V8 de 5 litros copia su puesta a punto del Project 7, una serie limitada, y se beneficia de un sistema de escape muy ligero, fabricado en titanio e Inconel, así que es improbable que haya un sobreviraje acusado. Pero levanta el pie del acelerador un momento y te darás cuenta de que el Jaguar F-Type SRV es un coche con matices inesperados, más potente que el F-Type R, el buque insignia de la gama, y también mejor si nos metemos en los detalles.

¿Funcionará en el mercado?

Seguro. El F-Type siempre ha sido entretenido, aunque un poco rebelde a veces. Para extraer más de él, los chicos de Operaciones de Vehículos Especiales de la marca han tenido que controlar algunos de estos excesos. Ayuda recortar la grasa de un coche excesivamente rechoncho (a pesar de su chasis, con aluminio por todas partes); también se beneficia de un compuesto para los neumáticos específicamente desarrollado para el modelo: el SVR lleva unos Pirelli 265/35/ZR20 en el eje delantero y unos enormes 305/30/ZR20 en el posterior. Se mete en las curvas de forma más precisa y puedes apoyarte en el morro con mucha más efectividad. Hay más agarre y el control de los movimientos de la carrocería es superior. Incluso es menos nervioso cuando el ritmo es bajo.

¿Qué más han hecho los tipos de Operaciones de Vehículos Especiales?

Los cambios en la suspensión del Jaguar F-Type SVR son palabras mayores. La estabilizadora trasera es más gruesa. Las válvulas en los amortiguadores de ajuste variable continuo se han revisado. El software que gobierna el sistema Adaptative Dynamics ha sido recalibrado, así como el dispositivo que ayuda a redondear las curvas, con el fin de que haya aún menos subviraje. La rótula de la suspensión trasera es nueva y utiliza un compuesto de aluminio más ligero para incrementar la rigidez. Además, la dirección con asistencia electrónica alcanza cotas más altas a la hora de dar información.

Así que, básicamente, ¿es más redondo a la hora de conducirlo?

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Es una forma de decirlo. Dado el potencial que tiene este coche deportivo para llegar a una curva mucho más rápido que antes, la mayoría de las modificaciones son bienvenidas. Conducirlo deprisa ya no tiene tanto componente de aventura como llevar la versión con cuatro ruedas motrices (especialmente en curvas lentas o en enlazadas rápidas, donde se ven los beneficios del esfuerzo aerodinámico extra). Incluso con el control de estabilidad desconectado, la configuración base que trae –al menos, sobre asfalto seco- consiste en agarrarse, mantener una línea impresionantemente neutral hasta el vértice y deslizar un poco en la salida. Sin duda, en un circuito vacío podrías derrapar todo el día, pero en el mundo real los ajustes del SVR dan al F-Type más delicadeza y precisión, para seguir con una actuación de alto nivel. Si eliges los discos carbonocerámicos, también contarás con los mejores frenos (y, quizá más importante, con la mejor sensación a la hora de pisar ese pedal) de cualquier Jaguar de calle que hayamos conducido. Eso también es un indicador de la habilidad del departamento de Operaciones Especiales, ya que esta marca siempre ha sido mejor en marcha que parando.

¿Áreas problemáticas?

El interior. Sencillamente, no cuadra con los 158.000 euros que cuesta. No hay problema con la postura de conducción o con la preparación del vehículo para su objetivo. El SVR tiene asientos Performance con 14 canales de ajuste y algo llamado Lozenge Quilt en las puertas. El volante muestra costuras en contraste, las levas del cambio anonizadas son mayores y existe la opción de poner ante en la consola central y el salpicadero. El dispositivo de infoentretenimiento es muy bueno, aunque un poco propenso a fallar, mientras que el sistema de sonido Meridian es acojonante impresionante. Pero la calidad básica se queda lejos de los esfuerzos alemanes… y muchos de sus extras, caros, deberían formar parte del equipamiento de serie, teniendo en cuenta su precio.

Pero… ¿Jaguar no promociona el F-Type SVR como un rival del Porsche Turbo, un coche que cuesta bastante más?

Cierto. Y hay un detalle y una ingeniería profunda en el F-Type que sugiere que puede estar en la lucha con los mejores. El Porsche Turbo es su rival más apropiado, aunque nos gustaría ver un contrincante más atlético de Jaguar para el GT3. Como está, es tanto un Gran Turismo tragamillas como un superdeportivo con precisión de cirujano. Imagina su actuación teniendo en cuenta que esos atributos coexisten con éxito.

Fotos: Simon Thompson

Nuestro veredicto

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Etiquetas: Superdeportivos