Prueba: Toyota Prius, el híbrido que quiere ser la referencia

El nuevo Toyota Prius es mucho mejor de conducir. Pero difícil de ver, también...

El nuevo Toyota Prius presentado en 2016 es un modelo que llega para afianzar el absoluto éxito que ha supuesto a lo largo de sus cuatro anteriores generaciones: los japoneses han vendido más de 1,5 millones de su modelo desde que apareció en 1997.

El caso es que el Prius de 2016 ya no es el híbrido que la gente busca y se compra: Toyota ha preferido dejar el volumen de ventas híbrido al Toyota Auris y el Yaris... con el permiso del último modelo en llegar al segmento, que lo ha hecho por la puerta grande: el nuevo Hyundai Ioniq 2016 que, una vez probado, te deja con la boca abierta.

Ahora el nuevo Prius de quinta generacion busca diferenciarse de los demás (y a fe que lo ha conseguido) y convertirse en una especie de icono que defina al segmento. Al estilo del Golf GTI, pero en japonés. Y el caso es que parece que lo ha conseguido: todos damos por hecho que el Hyundai Ioniq es el rival del Prius y no al revés. Es lo bueno que tiene ser el primero.

Como no puede ser de otro modo, los Prius juegan la baza de la frugalidad. ¿Lo dudabas? Según las cifras oficiales (¡ah, las cifras oficiales!), lograría un consumo medio de 3,0 litros, soltando a la atmósfera apenas 70 gramos de CO2 por km. Pero estoy seguro de que esto no te preocupa tanto como esa estética de Freddie Krueger que es otra de las armas que utiliza este modelo para diferenciarse del Toyota Prius lanzado en 2009 y que logra un Cx de 0,24. Lo mismo que un Tesla Model S.

Entonces, ¿se conduce bien el nuevo Prius?

Sí, eso sin duda. La pega está, como siempre, en el CVT. Incluso en Toyota admiten que no es la mejor manera de lograr un placer de conducción extremo, pero lo cierto es que es la opción más eficiente. Además, se escudan en que en motor ahora es más refinado (al igual que el aislamiento en el interior) y que se circula más tiempo en modo eléctrico gracias a que la batería se regenera mucho más rápidamente. La verdad es que, sin ser la opción que cualquier hubiera escogido, no está mal.

En cuanto al motor del Prius, ahora es menos potente: de 136 CV pasa a tener 122, pero apenas se nota en prestaciones: apenas dos décimas en el 0-100 km/h.

Mientas tanto, la afilada carrocería de los Prius 2016 corta el aire con un ligero sonido de viento en autopista, mientras que el feeling de la conducción urbana está bastante bien conseguida. Además, como los frenos regeneran más (y mejor) energía, por lo que se confirma eso que dice Toyota de que se conduce más en modo eléctrico. Vale que no es un coche de track days, pero tampoco es tan dramático de conducir con en 'ediciones' anteriores.

Pero ojo: el nuevo Toyota Prius es un coche con una zona de confort urbano muy amplia. La dirección electrica es nueva y bastante rápida, además de ofrecer un buen tacto.

El interior del Prius es nuevo, ¿no?

Nuevo y mejor en todos los sentidos. Cuando te montas en él ves la disposición habitual, aunque de manera completamente nueva. Además, la utilización de nuevos materiales y colores hacen del interior un lugar menos opresivo que antes, con mucha mejor sensación de calidad.

Una de las novedades que te encuentras es el botón Power Mode. No Sport ni nada parecido: sirve para aumentar el apoyo del motor eléctrico al térmico y poder sacar provecho de los 122 CV combinados: no esperes unas sensaionces brutales, pero sí una mejora a la hora de adelantar en una carretera secundaria.

Toyota Prius 2016, pantalla Power Mode

Este híbrido ha dado un buen salto también en el apartado de los asientos, que merecen una mención especial. Sin ser los de un Bentley Mulsanne, te sientas cómodo y con una buena posición de conducción que se aleja de la anterior, tan elevada que tenías la sensación de que conducías un SUV

¿Si me compro el nuevo Toyota Prius, estoy loco?

¿3,0 litros es suficiente argumento? Si puedes, intenta conducirlo y decide tú mismo. Es cierto que con un modelo de este tipo, pasa sacarle el partido tienes que pensar en verde (perdón por el mensaje subliminal): anticiparte, jugar con el acelerador y el modo regenerativo...

Bueno, también tienes que rascarte el bolsillo. Vale que en España tendremos un Toyota Prius cargado hasta el techo de elementos tecnológicos y de confort como el control de velocidad adaptativo, los asientos con calefacción, navegador o Head-Up Display, pero es que el precio que Toyota ha previsto para este modelo es de 30.000 euros (bueno, en realidad 29.995 con los casi habituales decuentos y ayudas), lo que le mete en terreno de modelos muy serios como los Golf o incluso los BMW Serie 3. Esto no parece preocupar a los japoneses, que tienen previstas unas ventas moderadas: 250 unidades para el primer año...

Nuestro veredicto

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