Prueba Donkervoort D8 GTO: una montaña rusa en el garaje de casa

Es un misil capaz de dejarte con cara de tonto: un coche para valientes que buscan sentir la conducción más auténtica.

Cuando piensas en conductores valientes seguro que te vienen a la cabeza aquellos pilotos de años atrás que debían lidiar con vehículos muy potentes, muy ligeros y con ganas de matarte en cada esquina. Hoy, minutos antes de probar este Donkervoort D8 GTO, me siento un poco como ellos.

Me encuentro sobre el asfalto del circuito de Mónaco con un coche de esos que saben a vieja escuela: pequeño, ligero, potente y sin concesiones, producido de manera artesanal y concebido para disfrutar de la conducción más salvaje y auténtica. ¡Pata negra! Este misil tierra-tierra se llama Donkervoort D8 GTO Performance. Posiblemente ni te suene, tranquilo, no tienes un problema: esta pequeña marca de origen holandés sigue la estela creada por el Lotus Seven, pero construyendo su propio camino. Eso sí, siempre con un lema muy presente: “no multipliques la potencia, divide el peso”. ¡Y vaya si se lo han tomado seriamente!

Todo el chasis, de acero y fibra de carbono, pesa apenas 54 kg. Este conglomerado de metal asegura una rigidez torsional espectacular. El aluminio también es protagonista en refuerzos estructurales y en otros elementos del vehículo, como en el escape o el capó: todo esto se realiza a mano por artesanos entrenados específicamente por Donkervoort. Si el chasis es ligero, el resto no iba a ser menos: ¡Hasta el 90% del impresionante cuerpo del Donkervoort D8 GTO de esta prueba está realizado en fibra de carbono! En el motor también se ahorran kilos, sustituyendo elementos como el alternador o la bomba de agua por otros más ligeros. ¿El resultado? 30 kg menos que el mismo motor tal como llega de la fábrica de Audi. El resultado sobre la báscula asusta: 695 kg. ¡¡695 kg!!

Los asientos, rozando el suelo, consiguen que tu cuerpo no se mueva ni un milímetro.
Los asientos, rozando el suelo, consiguen que tu cuerpo no se mueva ni un milímetro.

Debo reconocer que jamás he conducido un coche tan ligero: para ponerte en contexto, un Smart Fortwo pelado pesa 890 Kg, ¡casi 200 kg más! Con este peso pluma, un motor poco potente sería suficiente para emocionar, ¿no te parece? Pero esto es un coche para valientes, así que estos holandeses locos le han metido el maravilloso cinco cilindros de Audi con dos niveles de potencia: 340 y 380 CV. ¡Hoy llevo el más potente y no, no estoy loco! ¿O tal vez sí?

Estéticamente intimida. Las ligeras puertas de apertura vertical te dan acceso a un interior que parece de carreras: los asientos, encajados en el propio chasis, y el túnel de transmisión muy alto, hacen que tu cuerpo quede completamente anclado. El salpicadero sabe a vieja escuela, pero exquisitamente rematado en fibra de carbono y materiales derivados de la aeronáutica. Por fin ha llegado el momento de probar el Donkervoort D8 GTO. Arranco y el cinco cilindros cobra vida de una manera contundente, el sonido entra al habitáculo sin miedo y tú lo recibes con los brazos abiertos: olvídate de seguir una conversación a más de 50 km/h... Aunque, ¿quién quiere hablar estando en un coche así? Las muecas en la cara hablan por sí solas. Decido hacerme el valiente y en la subida al casino hundo el pedal derecho: el eje trasero empieza a bailar, sufriendo por traccionar en esta fría mañana...

Pero cuando lo consigue, ¡Dios mío! Todo el cuerpo se queda pegado al asiento de una manera brutal. Asusta. Decido aflojar, no me queda otra: ¡en 2,8 segundos te plantas a 100 km/h y la Policía de Mónaco no te va a hacer un favor por enseñarles el coche! Jamás he sentido un empuje semejante. La visibilidad no es muy buena, pero rápidamente coges confianza, algo peligroso: la ausencia de ABS o de ESP hace que el más mínimo fallo pueda ser fatal. Lo compruebo con mucha precaución en Loews y dejo patente que la trasera se mueve al ritmo del pedal derecho. No quiero (ni puedo) llevarlo al límite, por lo que decido no arriesgar los más de 200.000 euros que cuesta matriculado en España. En definitiva: un coche para valientes que saben lo que se traen entre manos. ¡Novatos, abstenerse!

Datos técnicos Donkervoort D8 GTO Performance

Motor: 5 cilindros en línea, 2,5 litros, tracción trasera, 380 CV, 475 Nm.

Consumo y emisiones: 8-10 l/100 km, 178 g/km CO2.

Prestaciones: 0–100 km/h en 2,8 s, 270 km/h.

Peso: 695 kg.

Precio: 151.713 euros (+IVA).

Nuestro veredicto

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