Prueba Mercedes Clase E Coupé 2017: E 400 Coupé 4Matic, el más gordo

Nos vamos a tierras catalanas para probar el nuevo Mercedes E 400 Coupé 4Matic: el más gordo en este formato que va a llegar a España… de momento. Y sí, es un coupé. Te lo digo yo. Créeme. Hazme caso, hombre, que llevo dos días subiendo y bajando las ventanillas traseras y toqueteando botones. 

Los alrededores de Gerona ha sido el lugar elegido para esta prueba del Mercedes Clase E Coupé 2017, concretamente el Mercedes E 400 Coupé 4Matic

Lo primero que me llama la atención del Mercedes Clase E Coupé 2017 es la cantidad de botones que tiene para jugar. Pero empiezo por las lunas posteriores porque no sé bien cómo comerme esto. ¿Es un coche pintón? Desde luego. ¿Deportivo? Claramente -por línea, motor, acabado y prestaciones-. ¿Coupé? Ehm… Mejor lo explico desde uno de los dos asientos de atrás.

Este portento tecnológico permite viajar en la parte posterior tan a gusto, con un más que generoso espacio para las piernas y holgura en los lados hasta cuando repitas solomillo en una comida de negocios, porque Mercedes ha optado por cuatro plazas en lugar de cinco en pos del confort.

La altura para la cabeza, pues bueno, no es lo más porque la caída del pilar C es la que es, aunque la superficie acristalada sí se ha prolongado mucho. Y, ajá, es aquí donde está la madre del cordero -que a lo mejor también has probado hace un rato-: “para que la ventanilla sea practicable y no choque con la boca de llenado de combustible del lateral derecho, se ha optado por segmentar las ventanillas traseras”, me cuenta el jefe de Producto, Leonhard Gebel.

Sé que el resultado estético no es apto para puertas, pero, a cambio, se ha ganado mucho en luminosidad y sensación de amplitud, pues la superficie acristalada es mucho mayor que en el modelo anterior y que en los grandes coupés de la marca, con los que, por cierto, el nuevo sí que comparte la posibilidad de obtener una gran ventana diáfana, bajando las lunas delanteras y traseras y sin un pilar B que ‘corte el rollo’. A cambio, la rumorosidad del viento en las plazas traseras es un tanto peculiar, pero aceptable.

Tomando las riendas 

De nuevo en las plazas delanteras, con esta motorización no hay excusas, y es mucho mejor sentarse en esa tablet gigante con volante que trae como opción el nuevo Mercedes Clase E Coupé: una enorme pantalla totalmente digital (Widescreen), con dos visualizadores brillantes de alta resolución con 1920 x 720 píxeles y 12,3 pulgadas (31,2  centímetros) de diagonal cada uno y unidos bajo una cubierta común de cristal. 

Como alternativa a la línea Avantgarde, me rodean las bondades de la AMG Line, que se diferencia de la anterior por el parachoques delantero y trasero, los faldones laterales y las llantas de mayor tamaño en estética AMG. La parrilla de efecto diamante lleva pasadores cromados, y los discos de freno del eje delantero están perforados. El interior incluye, entre otros elementos, asientos con tapizado en símil de cuero ARTICO/microfibra DINAMICA, que le da un aspecto aún más deportivo. ¿Puedo pisarle ya?

Ha llegado el momento de probar el Mercedes Clase E Coupé 2017. Una vez ajustado en este festival para los sentidos (hasta las luces de delante y detrás -que simulan cristal y son premeditadamente horizontales- te dan la bienvenida con una bonita coreografía lumínica), lo mejor, claro, es cuando pulsas el botón de arranque y se despierta su mecánica de 2.996 cc y 333 CV. De momento, hay que contener la respiración y salir de la ciudad entre radares, así que conviene aprovechar el sofisticado y efectivo control de crucero adaptativo: mantiene la máxima velocidad legal con lectura instantánea de las señales que van apareciendo en la carretera, guarda la distancia con los vehículos que me preceden y el volante gira sin necesidad de que lo toques (aunque no lo sueltes del todo por cuestiones legales y de sentido común) para mantener tu trayectoria dentro del carril -incluso en curva-.

Más coupé de lo que parece 

Ya en carretera de montaña, reconozco algunos tramos del Rally Costa Brava y del Mundial. Tomo yo los mandos y selecciono el modo Sport (no pienso volver al Eco, ni al Confort -si acaso al Sport +-). El nuevo Mercedes E Coupé 2017 es 68 mm más ancho que su predecesor, 15 mm más bajo que el Clase E berlina del que procede y 66 mm más corto… y si encima le añades la potencia de este motor y su tracción total 4Matic… ¿qué puede salir mal? El cambio automático de 9 velocidades se disfruta ahora más con las levas, si bien echo en falta un poco de rapidez a la hora de engranar las distintas velocidades, y me gustaría que no fuera tan intrusivo cuando pasas por un pueblo, tienes que tranquilizarte detrás de un camión a 40 km/h y el sistema decide subir marchas en favor del ahorro…    

Ahora se agradece especialmente que la mecánica sea gasolina, por la manera en la que estira, cómo suena y cómo se comporta. Y si estas notas las había tomado mentalmente al probar el Clase E Coupé 300, imagina cómo va esta máquina tan vitaminada: ya no le da pereza salir de cada curva, por cerrada que sea y aunque ‘pique’ un poco hacia arriba. 

¿Te ha gustado? A mí, sí. Por cierto: el consumo oficial (ya le daremos más ‘caña’ cuando lo tengamos en el garaje) es de 8,1 litros a los 100 km, pero si tienes en cuenta que pasa de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos y que alcanza los 250 por hora, a lo mejor te apetece soltar los 74.900 euros que te pedirán por él en cualquier concesionario Mercedes. Lo malo es que aún no sabemos cuándo estará disponible. De momento, sólo encontrarás, a partir del 30 de marzo, el Clase E 300 Coupé gasolina desde 58.500 euros y el Mercedes E 220 Coupé -diésel- (desde 53.700). En septiembre, llegará el E 350 D Coupé de 258 CV. 

Nuestro veredicto

0.9