Prueba Renault Zoe e-Sport: 466 CV a escala

¿Qué pasa con tanta chispa concentrada?

Esta es la prueba del Renault Zoe e-Sport de 466 CV, un pequeño cohete eléctrico de dos asientos con tracción integral. La idea loca de un fabricante como Renault que tiene experiencia en imaginar este tipo de pequeños (pero matones) vehículos, con modelos como el Renault 5 Turbo o el Clio V6, y ponerlos en producción. 

Aunque en el caso del Renault Zoe e-Sport, no vas a poder comprarlo. Lo siento por echar por tierra tus expectativas. Es simplemente un one-off, diseñado para marcar una línea continua entre los coches de calle de Renault y los esfuerzos del fabricante en la Fórmula E. ¿Será uno de los 16 concepts más locos y salvajes de Renault?

Pues sorprendentemente para un modelo de estas características, el Zoe e-Sport es totalmente funcional; esto quiere decir que hemos hecho la prueba del Renault Zoe e-Sport en un circuito totalmente vacío para nosotros.

Nico Hulkenberg lo flipa con el nuevo Mégane RS

¿Qué conserva del Renault Zoe original?

Presenta la misma distancia entre ejes, aunque con unos pasos de rueda más anchos y pequeños detalles de fibra de carbono, así como unos retrovisores ultrafinos, de utilidad cuestionable, diseñados con un objetivo: atraer miradas. como hizo en el Salón de Ginebra 2017 cuando fue presentado.

Bajo la carrocería de carbono, que reduce el peso a 1.400 kg, 80 kg menos que el Zoe estándar a pesar del pack de baterías de 450 kg) lleva dos motores de Fórmula E -uno en cada eje- y es capaz de desarrollar 466 CV de potencia y 640 Nm de par motor.

El Renault Zoe e-Sport lleva además chasis tubular de acero, suspensión de doble brazo oscilante, amortiguadores Ohlins ajustables en cuatro formas, una jaula antivuelco reforzada con kevlar aprobada por la FIA. La división de par es una constante, 45/55 delantera/trasera, con diferenciales mecánicos en ambos ejes.

Así que sí, básicamente es un coche de carreras hecho a medida… uno capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanzar los 210 km/h en apenas diez segundos, por lo que voy a empezar por aquí. Pie en el freno del Renault Zoe e-Sport, giro la llave, giro el interruptor que hay en el salpicadero para activar ambos motores y otro acoplar su única marcha. 

Acelerador. El empuje no te deja sin aire, pero si un poco ojiplático. Estoy pegado a mi asiento Recaro con mayor presión dos segundos después de pisar el acelerador, permanezco así hasta haber pasado los 160 km/h o así y luego las fuerzas descienden. 

Cinco coches de Renault que casi nadie conoce

El Renault Zoe e-Sport es realmente divertido en curva. Tus muslos necesitarán trabajar cinco veces más en los frenos pero la dirección tiene una inmediatez deliciosa: un deseo ardiente de ir directamente al vértice de las curvas. 

La trasera tiene ganas de jugar… un desarrollo alarmante cuando se tiene tan poco bloqueo de la dirección para jugar. Como en todos los compactos deportivos de Renault, todo ocurre en tres dimensiones. 

Mientras que la dirección te dice lo que está ocurriendo en el eje delantero, la trasera hace algo totalmente diferente mientras tu tiras de la cuerda con tus pies y muñecas. Permanezco totalmente concentrado en la factura si termino contra las barreras… Es agotador, pero compensa. Un merecido sucesor del Clio V6

Entonces, ¿qué pretende Renault con este Zoe deportivo?

Tras la prueba del Renault Zoe e-Sport me doy cuenta de que la tecnología de baterías necesita otra vuelta antes de que esto se convierta en algo factible para la producción en masa (solo pudimos dar 10 vueltas antes de necesitar otra carga) y la falta de ruido… es un reto, pero la idea funciona.

El centro de gravedad bajo es un bonus y la patada de la aceleración resulta muy interesante… Esta claro que el motor de combustión está bajo amenaza, pero no te asustes. Está claro que lo que viene a continuación es aún más loco y más capaz. 

Nuestro veredicto

7