Peugeot 205 GTi contra Renault Clio Williams: dos mitos de los 90 frente a frente

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Los mitos son mitos por algo. Hoy te descubro qué esconden dos máquinas de los 90 capaces de poner tus nervios a flor de piel: Renault Clio Williams 'vs' Peugeot 205 GTi.

Peugeot 205 GTi o Renault Clio Williams, dos mitos de los años 90 que hoy enfrentamos en una comparativa muy muy especial. ¿Cuál de estos dos franceses será el ganador?

 

Prueba Peugeot 205 GTi

La aguja del velocímetro roza los 80 km/h. Podrían ser más, pero a esta velocidad el Peugeot 205 GTi te obliga ya a que tengas puestos todos tus sentidos en él. Con el firme deslizante veo como una temible rotonda envuelta por setos asesinos se aproxima a toda velocidad... Mientras, el que ha sido uno de los Peugeot más emblemáticos de todos los tiempos desplaza las masas hacia delante cuando piso el pedal del freno: un atisbo de sobreviraje hace acto de presencia; parece la situación perfecta para acabar empotrado en uno de los setos y llamando al 112 para contar que algo ha fallado...

Falsa alarma, la cosa ha salido bien, y el dueño de este pequeño 205 GTi de 1991 con motor de 1,6 litros puede estar tranquilo: el 205, que sigue intacto, ha respondido con entusiasmo a mi toque de dirección. Rápidamente me doy cuenta de que este coche, pese a sus casi 200.000 km en el marcador, es una máquina realmente eficaz: llega una chicane resbaladiza, levanto y de nuevo empieza el juego.

Es la primera vez en mi vida que pruebo un Peugeot 205 GTi. Tiene la misma edad que yo y, tras ver muchos artículos y fotos de él a lo largo de todos estos años, puedo asegurarte que llevaba mucho tiempo esperando este momento. Por si esto no fuera ya suficiente, no todos los días puedes enfrentar a un Peugeot 205 GTi contra un Renault Clio Williams.

No sé si es lo puntiagudo de su motor, la tremenda agilidad de su corta batalla o su peso pluma, pero el GTi siempre me ha cautivado: ¡y sí, también por su capacidad de ir de lado sin querer más tiempo que recto...

Vale, la marca del león no inventó los compactos deportivos. Pero incluso si estabas en pañales cuando nuestros vecinos galos estaban en la cúspide de su capacidad para crear coches alucinantes hay que reconocerles su papel importante en la aparición de este tipo de máquinas concebidas para el disfrute, para gozar como niños pequeños. Sí, sin duda son responsables de algunos de los mejores hot hatch que jamás han existido y existirán.

Y el Peugeot 205 GTi de esta prueba es una clara muestra de lo que te hablo. Francia era el país donde tenías que ir en las décadas de los 80 y 90 si buscabas un coche pequeño eficaz y divertido. Pero ojo, porque el 205 GTi te exige mucho: necesitas trabajar continuamente con su delicada caja de cambios y el motor te suplica ir siempre muy alto de vueltas. Además, por tu cabeza no deja de rondar la idea de que los salvavidas electrónicos brillan por su ausencia: en caso de error al volante, el señor 'ESP' no va a proteger tu pellejo.

Como te decía al principio, en esta comparativa entre el Peugeot 205 GTi y el Renault Clio William estoy probando la versión del GTi que equipa el motor 1.6 XU5J: desarrolla 115 CV, 15 menos que el 1,9 litros que también estaba disponible y que además contaba con frenos de disco en el eje trasero, asientos de cuero y las llantas de 15 pulgadas que mejor han sentado a un coche en la historia. El mío, algo más humilde, se conforma con llantas de 14 pulgadas y unos asientos de tela que son muy cómodos y ofrecen un apoyo lateral sorprendente. Los pedales también están muy bien colocados y nada se puede reprochar al puesto de conducción.

Eso sí, me gustaría que el pedal del centro tuviera algún efecto cuando lo pateas. Tienes que pisar demasiado para que haga acto de presencia y, cuando ocurre, la capacidad de frenada está lejos de lo conocemos hoy en día. ¿Cómo es posible que algo que pesa menos que un limpiaparabrisas tarde tanto en frenar? Mientras me entretengo pensando en ello, el habitáculo se sacude violentamente. "¿Qué ha pasado?" Nada, simplemente ha pasado a mi lado un camión a toda velocidad. En ese momento me doy cuenta que este 205 GTi es una máquina delicada, algo más parecido a un Lotus Elise o un Caterham que a un eficaz Ford Fiesta ST.

Prueba del Renault Clio Williams

Cuando el Peugeot 205 GTi estaba ya a punto de desaparecer, Renault decidió continuar con la orgía francesa de deportivos compactos con el lanzamiento del Clio Williams. El plan previsto era producir 2.500 ejemplares para homologar el modelo de rally, pero el éxito fue tal que la marca llegó a producir más de 12.000. Frente a mí tengo un ejemplar del Renault Clio Williams con su característica pintura azul ‘Blue Sport’, sus maravillosas llantas doradas y un logo que deja claro su origen y vocación: correr, correr y correr.

El Williams concentra el ADN ‘Renault Sport’ que ha llegado hasta nuestros días (aunque no tanto en el Clio actual, sí en el Mégane y en alguna de sus versiones radicales como la Trophy R). Su motor de dos litros atmosférico literalmente le da una patada en el culo al 1.6 del 205. Su postura de conducción no es tan perfecta y a veces te puede poner trabas para controlarlo a la perfección: su volante XL y unos pedales pequeños y duros como fichas de Lego te lo ponen muy difícil. El pomo del cambio te hace pensar que estás agarrando una pelota de cricket.

Continúo con mi prueba del Renault Clio Williams: piso segunda a fondo y rápidamente me doy cuenta de que esto es algo más serio: su sonido parece mucho más enfadado que el del Peugeot y no necesitas tantas revoluciones para sacarle partido. Ofrece un ritmo más alegre, aunque se necesitan todavía mejores reflejos y astucia para no hacer patinar las ruedas.

El carácter del Clio Williams es más agresivo, aunque no me parece una máquina tan delicada como el Peugeot. Es más pesado, con una dirección menos precisa y más permisiva, pero con todo, sientes que es una máquina más seria. Su comportamiento es más noble y menos impredecible que el ‘peso pluma’ GTi.

Se siente más actual también. Alguien con un Clio 200 no se sentirá en terreno inexplorado cuando esté al volante del Clio Williams de esta prueba. Cuando decides darlo todo con el 205, sus ruedas traseras pueden convertirse en las delanteras en cualquier momento. Por su parte el Renault es más frenético, llega a la misma curva 15 km/h más rápido, con una rueda en el aire y con mirada tranquila: ¡pas de problème!

Sí, hoy me he ganado un autoaplauso. He acabado el día con la unidad 421 de los primeros 500 Clio Williams fabricados en perfecto estado. Su dueño, Stephen Dobie, mira a su más preciada posesión con alivio. Pero ahora toca tomar una decisión en este duelo entre Peugeot 205 GTi y el Renault Clio Williams. Mi veredicto: el Williams es más coche y no tienes tanto esa sensación de estar al filo de la navaja continuamente. Pero eso sí, admito que la conducción del Peugeot 205 GTi es adictiva y emocionante. Tanto es así, que creo que me quedaría con el Peugeot por el simple hecho de pasarlo bien un día concreto, como quien va al parque de atracciones. Por el contrario, estoy seguro de que no tendría ningún problema para utilizar el Clio Williams a diario. Realmente los dos me encantan, y es que la mayoría de cosas buenas nacieron en los 90. ¿No te parece?

Nuestro veredicto

0.8