Prueba Honda HR-V i-DTEC: ¡con las puertas de tela y a lo loco!

El HR-V es uno de esos SUV que tiene mucho para triunfar: diseño con toques deportivos, interior minimalista y un comportamiento bastante ágil. ¿Es un SUV deportivo y emocionante? Sigue leyendo.

¿Qué tenemos aquí?

Otro SUV, sí, otro más. Este es compacto, mide casi 4,3 metros de largo, es decir: se queda por debajo de los Nissan Qashqai o Hyundai Tucson. Pero es más largo que un Juke. El Honda HR-V siempre ha sido un SUV con mucha personalidad, ¿os acordáis del primero de 1999? Con tres puertas y pilotos verticales. El protagonista de esta prueba intenta mantener ese espíritu, aunque dudo que lo alcance.

¿No mola tanto?

Bueno, los SUV actuales se han convertido en coches desarrollados por y para el asfalto, con unas cualidades que se asemejan completamente a coches ‘normales’ pero con un diseño más voluminoso y espectacular y un puesto de conducción sobreelevado. El HR-V original, al igual que el RAV-4, ya estaban más enfocados al asfalto que a la tierra, pero su concepto era tremendamente original en esos momentos. El Honda HR-V actual busca conseguir un aspecto de todocamino pero con toques deportivos, como la caída del pilar C con las manetas de las puertas traseras camufladas. Eso sí, no es oro todo lo que reluce.

¿Por qué lo dices?

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Antes de entrar en el apartado dinámico, deja que te siga mostrando los aspectos estéticos del coche. Como te decía, el Honda HRV fuera tiene un toque deportivo y dinámico, mientras que en el interior el minimalismo es protagonista. En términos general, la calidad de fabricación y de materiales es aceptable. No me gusta que la mayor parte de los elementos de entretenimiento se deban gobernar desde una pantalla táctil, no me parece lo más práctico pero la moda manda. Las puertas de tela quizás sea lo más sorprendente en cuanto a acabados: para gustos colores, a mi no me han terminado de convencer.

Una cosa que me ha gustado es la habitabilidad en las plazas traseras: sorprendente para un coche de menos de 4,3 metros de largo. El maletero alcanza los 470 litros de capacidad, una cifra también respetable. Me gusta el aprovechamiento del espacio, en ese aspecto han hecho un gran trabajo desde Honda.

¿Y en el apartado técnico?

El Honda HR-V cuenta con una gama perfecta para aquellos que no quieran romperse la cabeza a la hora de elegir un motor: tienes un gasolina de 130 CV y un diésel de 120. Hoy estoy a los mandos del segundo. Me gusta el comportamiento del motor, es silencioso y refinado y los 300 Nm de par desde las 2.000 vueltas consiguen que al acelerar siempre sientas fuerza. Quizás 120 CV sean pocos para un SUV, pero el motor será perfecto para aquellos que quieran un coche con consumos bajos para utilizarlo tanto en ciudad como en largos viajes. Si quieres emocionarte, deberás buscar otro coche.

¿No emociona?

Debo reconocer que gran parte de esta prueba al Honda HR-V diésel la realizo en ciudad y aquí este pequeño SUV se comporta a las mil maravillas. Pero, ¿qué pasa si le sacas de ahí? Está claro que para ir a la compra o llevar a los niños al cole es una gran opción pero cuando llegan las curvas la cosa cambia. Decido irme a una carretera revirada, a priori tengo esperanzas: se siente compacto y ligero y el motor, al salir de los semáforos, me parece que tiene posibilidades.

Empiezo las curvas y hay cosas que me gustan. La dirección me parece bastante precisa para un coche así, aunque no es del todo comunicativa. El cambio manual me parece la mejor opción para este coche: su tacto es agradable y el pomo parece que ha salido directamente de un Honda Civic Type-R. Curioso cuanto menos.

Como te decía al principio, es ágil, o al menos lo parece, pero en curvas está muy penalizado por una suspensión bastante blanda. Sí, cumplirá para la mayoría, pero yo intento llevarlo más allá. Aumento el ritmo y aquí las carencias empiezan a aparecer: hay que vigilar con el subviraje, hace acto de presencia a la mínima que entres algo fuerte en una curva. Está claro que protesta, no se siente del todo cómodo.

No quiero que pienses que es un coche que se comporta mal, cumple con creces para el público objetivo de este coche. Lo que no me ha gustado es que su agilidad hace que te emociones pero los límites no están muy arriba, por lo que mejor no apurar.

¿En definitiva?

Este Honda HR-V me parece un SUV interesante para aquellos que busquen un coche de este tipo. Probablemente el equilibrio general sea lo mejor de este coche. Su diseño creo que es bastante curioso y estoy seguro que o lo odiarás o te encantará. El interior cuenta con unos acabados bastante buenos, pese a sus puertas de tela, y el motor diésel será suficiente para la inmensa mayoría y consume muy poquito (4 litros de media). El motor de gasolina también es muy interesante pero sí te pido que lo compres con la caja manual, la automática de convertidor de par puede tranquilizar demasiado su espíritu. Cuesta 23.700 euros sin descuentos, por lo que está por debajo de los 24.500 euros del Hyundai Tucson diésel de 116 CV y muy por debajo de opciones premium como el Audi Q3. No te irás de tramo con él, pero para todo lo demás es un buen coche.

Nuestro veredicto

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Etiquetas: SUV compacto, Honda