Prueba: Opel Adam S, el urbano con más chispa

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En esta prueba del Opel Adam S, te cuento lo que me ha parecido uno de los urbanos más deportivos y divertidos del mercado. 150 CV dan para mucho en la ciudad.

Sorprendente y divertido. Son las dos palabras que más he repetido durante la semana en la que he podido disfrutar de la prueba del Opel Adam S. La variante más deportiva del pequeño de Opel no te deja indiferente. Es ideal para seguir manteniendo el toque deportivo que necesitas en los trayectos urbanos. Se mueve como pez en el agua en el tráfico de la ciudad. Estás deseando que se ponga el semáforo en verde para exprimir el motor 1.4 de 150 CV y 220 Nm. Sí, has leído bien. 150 CV para un coche de 1.178 kg. Mola y mucho.

Entonces, ¿cómo se conduce?

Pues francamente bien. Ya te lo he dicho antes en dos palabras: sorprendente y divertido. Su comportamiento es, junto con la estética, la principal virtud de este modelo. Conducir este pequeño Adam S es un festival para los sentidos. La firma alemana ha revisado el esquema de las suspensiones y ha modificado la dirección.

El resultado es un vehículo que apenas balancea en curva y con una dirección muy rápida y precisa. Si a ello además, le sumas que la batalla es muy corta, entenderás entonces su gran agilidad. El motor que incorpora este Adam es un propulsor de cuatro cilindros, con 1,4 litros y 150 CV, como te comentaba anteriormente. Se trata de una mecánica con turbo e inyección directa que presenta un buen empuje desde las 3.000 revoluciones y hasta las 6.500 vueltas. Eso sí, se echa en falta un poco más de fuerza o par motor a revoluciones algo más bajas, sobre todo para ganar en agilidad en las recuperaciones.

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Gracias a este motor que trabaja con una caja de cambios deportiva de relación cerrada de seis marchas, el Opel Adam S acelera de 0 a 100 km/h en sólo 8,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 210 km/h.

¿Y el resto de pasajeros?

El confort de marcha no es uno de sus puntos fuertes. Las suspensiones firmes, el ruido del motor, la dificultad de entrar y salir en las plazas traseras... Todo ello hace que el Opel Adam S esté orientado prácticamente al conductor.

¿Practicidad? Es un coche pequeño y en sus 3,7 metros de longitud no te vas a encontrar unas plazas traseras precisamente holgadas (la altura aquí detrás es muy escasa) y un maletero grande.

Un urbano deportivo para llamar la atención

El Adam S expresa mayor deportividad gracias a nuevos detalles exclusivos repartidos en puntos clave de la carrocería. En el frontal encontrarás un labio inferior más pronunciado a modo de splitter, taloneras laterales, un alerón trasero significativamente más grande, así como un parachoques trasero más potente con la salida de escape visible.

Tanto la luz diurna en forma de ala como los pilotos traseros incorporan tecnología LED. Las llantas son de 17 pulgadas de serie o de 18 con un diseño exclusivo en opción. Puedes elegir entre 10 tonos para la carrocería y otros cinco para el techo.

En el interior encontramos cuatro acabados distintos para los asientos, tres de ellos exclusivos de esta versión. Además, en opción, podrán elegirse asientos tipo baquet de la marca Recaro como los que yo he probado, por cierto muy cómodos.

¿Y sus rivales y el precio?

Por su tamaño y su potencia, los únicos modelos comparables son el Abarth 500 de 135 CV o el 595 con 160 CV y el MINI Cooper de 136 CV. Su precio actual, con descuentos y según Opel, es de aproximadamente 19.000 euros. Te recuerdo que viene muy equipado, así que es una opción muy interesante. En definitiva, un juguete para mayores.

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Nuestro veredicto

8