BMW X6

Presentar un modelo novedoso en segmento del mercado sobresaturado es una labor muy difícil, ya que el nuevo automóvil que se presente en el mercado tiene que ofrecer algún rasgo característico y diferenciador que lo separe del resto. Pero no se trata solo de una cuestión de trabajar en el diseño, si no que las prestaciones juegan también un papel muy importante. Por eso todo el conjunto debe poder marcar la diferencia y convertirse en un referente para el resto de modelos que vengan detrás. Algo así ocurrió en el año 2008, cuando BMW lanzó al mercado su famoso BMW X6. Este coche llegó como una renovación total del concepto todocamino, ya que combinaba unas excelentes y potentes mecánicas con un diseño a medio camino entre un SUV y una berlina coupé. Puede que, a priori, resulte una combinación difícil de resolver, pero el resultado fue un automóvil que despertó el interés del público. Este coche contaba con una buena superficie respecto al suelo, una presencia imponente y un espíritu deportivo, por lo que allá del concepto de automóvil versátil. El BMW X6 era distinto de cuanto existía en el mercado, y ha conservado su espíritu revolucionario durante casi una década. Recientemente se ha puesto a la venta la segunda generación de este SUV con aspiraciones de coupé, y ha logrado mantener todo su carácter tan identificativo pero con un aspecto más renovado y actual. El exterior del coche ha ganado en deportividad, mientras que la mecánica es ahora más potente y eficiente. El habitáculo conserva el confort y el lujo propios de una marca premium, así como los detalles que lo diferencian de sus competidores.

La gama de motores disponible para el BMW X6 es algo más reducida que para otros SUV de la marca bávara, pero sigue cubriendo las necesidades de todos los clientes potenciales. Además, todos los propulsores son heredados directamente de las variantes dispuestas para el X5. La oferta de motores diésel la abre un seis cilindros longitudinal que además es el bloque de acceso a gama y con menos potencia de todos es el denominado xDrive30d, pero que ya cuenta con 254 caballos. A continuación de él, se situaría el xDrive40d, de 313 caballos. La variante diésel más potente sería el motor M50d, desarrollado conjuntamente con el departamento de alto rendimiento de M Performance y que cuenta con una potencia de 381 caballos. En cuanto a las opciones de gasolina, la oferta se reduce a tan solo dos opciones. La primera y la menos potente se denomina xDrive35i, y cuenta en su haber con 306 caballos. La segunda y última opción es el xDrive50i, un V8 longitudinal de 4,4 litros de cilindrada que otorga 450 caballos de potencia.

La versión más extrema del BMW M6 pasa por manos de 'M Performance', y se denomina BMW X6 M. Bajo esta denominación, la firma bávara ha creado un SUV de apariencia coupé que se desenvuelve sobre el asfalto como un vehículo de competición. Y no ha sido un trabajo fácil, ya que los más de 2.300 kilos que pesa este coche necesitan mucha ayuda para mantenerse dentro de la pista. Para ello, los ingenieros han tenido que introducir piezas de altas prestaciones para después calibrarlas con extrema precisión. Sin embargo, todo el conjunto mecánico también necesita un propulsor acorde, como es el caso del V8 biturbo que incorpora este coche y que le dota de 575 caballos y 750 Nm de par. Con estas cifras, es normal que las dos toneladas de BMW X6 M puedan catapultarse de cero a cien kilómetros por hora en 4,2 segundos. Y eso no es todo, ya que el aspecto exterior del X6 M es bastante más agresivo que el del modelo básico. El centro de su frontal está dominado por una enorme toma de aire que cae justo debajo de las rejillas ovoidales características de la marca. Además, incluye un spoiler delantero para ganar en aerodinámica. La línea lateral también gana en deportividad y robustez, mientras que la trasera del coche se ajusta al aspecto agresivo del conjunto.

Sin embargo, el exterior del resto de versiones menos deportivas también ha mejorado estéticamente respecto a la primera generación. Las líneas del diseño son menos bruscas y realzan la robustez del coche, haciéndolo parecer más estable y seguro sobre el asfalto. El enorme y vasto conjunto de la carrocería se ve aligerado por la superficie acristalada de parabrisas, ventanillas y luna trasera, lo que le dota de mayor ligereza. Sin embargo, el X6 no puede despojarse en ningún momento de su aspecto de coupé, lo que nos hace pensar en un coche con unas prestaciones increíbles. En cuanto al interior, el habitáculo nos depara todo lo que podemos esperar de un BMW de 100.000 euros. El confort y el lujo llegan a todos los rincones, mientras que el puesto de conducción se eleva para dominar las enormes dimensiones del coche. El equipamiento es soberbio, ya que no se echa de menos nada en absoluto. Todos los sistemas de seguridad, asistencia a la conducción e infoentretenimiento que puedan ser necesarios en un coche, se incluyen en el X6. Además, cuenta con la ventaja de que su carrocería de mayor tamaño evita el compromiso a los ocupantes de la parte trasera de ver el techo demasiado cerca de sus cabezas.

Las necesidades de versatilidad que pueda tener el comprar de un X6 seguramente quedarían resueltas con otro modelo más barato. Incluso para quien quiera disfrutar de su línea de coupé, está disponible el X4. Sin embargo, ser el propietario de un X6 siempre da un cierto prestigio, lo que debería ser excusa suficiente para hacerte con uno. Sin embargo, un vehículo tan imponente es igualmente enorme, lo cual puede hacer que debas practicar con un camión antes de ponerte al volante de este coche.

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