Chevrolet Aveo

Chevrolet tienen un producto totalmente renovado que no tiene nada que ver con el pasado coreano de la marca americana. El Chevrolet Aveo llega con en dos versiones de cinco puertas y de cuatro. Ambas carrocerías tienen un denominador común: el diseño exterior juega un papel fundamental en la estrategia comercial de la marca y, por ello, es llamativo, desenfadado y atractivo. Dicho de otro modo, el coche entra bien por los ojos. Por ejemplo, los faros delanteros dobles no tienen calandra, quedan expuestos al estilo de las motocicletas y al tener el fondo en negro el resultado final es muy agresivo. Respecto a la oferta mecánica, la gama está compuesta por tres motores de gasolina de 86 a 100CV de potencia. No corre mucho pero tampoco es un coche lento.

Con el cambio de modelo, el Chevrolet Aveo ha dado un salto en cuanto a calidad bastante importante. Los asientos de mullido duro que, aunque no tienen regulación lumbar, no llegan a cansar cuando se está mucho tiempo al volante. Los respaldos sujetan el cuerpo razonablemente bien y la banqueta, un poco más larga de lo habitual, hace lo propio con las piernas. Las plazas traseras ofrecen una postura relajada con un mullido más duro que los asientos delanteros. También están algo más elevadas para mejorar la visibilidad. Por el propio tamaño del coche no se va a encontrar un espacio de locura, pero este apartado está bien resuelto. Donde sí hay desahogo, y mucho, es hacia arriba, ya que la forma de su carrocería le permite ofrecer una buena altura libre interior. Su maletero está elevado con respecto al suelo, por lo que habrá que sudar si se desea cargar maletas pesadas. Hay un doble fondo donde meter bolsas o algo poco voluminoso que vaya más protegido. Sus formas son aprovechables y su capacidad es la que se puede esperar de un coche de poco más de cuatro metros.