Chevrolet Spark

El Chevrolet Spark es una de las grandes apuestas de la marca norteamericana para el segmento de los vehículos urbanos. Con unas dimensiones reducidas, este coche es perfecto para callejear o para aparcar en los abarrotados centros de las ciudades. Su diseño está inspirado en los antiguos Daewoo, marca que marcó la llegada de Chevrolet a Europa. Aún con todo, no es un coche que destaque especialmente por un diseño renovador, aunque incluye algunos elementos muy interesantes.

En el frontal del Spark destaca la parrilla doble que caracteriza a los Chevrolet más recientes. Aun así, los embellecedores cromados de la misma son menos generosos que en otros modelos de la marca. En la parte inferior hay una entrada de aire estrecha y que incluye en sus extremos las luces de niebla, otorgándole a este coche una imagen más dinámica y agresiva. El colofón al frontal del Spark lo ponen los enormes faros que se extienden a lo largo de las aletas delanteras. Tienen una forma alargada que rompe la estética vertical predominante en el coche. En el lateral, la línea no es demasiado compleja. Este coche se ha diseñado para ser funcional y para ofrecer un habitáculo amplio, de manera que el diseño ha quedado en segundo plano. Las barras longitudinales del techo no hacen más que acentuar el aspecto de 'pequeño monovolumen' de este coche. El único elemento que resulta más impredecible son las manillas de las puertas traseras, que se encuentran camufladas en el marco de las ventanillas de igual forma que en otros automóviles más deportivos. La parte trasera mantiene el aspecto sobrio del frontal, a pesar de que pretende transmitir un espíritu más desenfadado gracias a los pilotos. En el interior, la sencillez y la sobriedad también se hacen presentes. Los acabados y los materiales no son excesivamente buenos, pero esto no es nada sorprendente en un automóvil con estas características y precio. El puesto de conducción cuenta con los elementos básicos, a pesar de que en el cuadro de instrumentos se incluye una pantalla que aporta información al conductor. El resto del equipamiento es bastante común y en ningún caso excesivo. En cuestiones de habitabilidad, el interior del coche resulta amplio y puede dar cabida hasta a cinco adultos en trayectos no muy largos. Sin embargo, su maletero no es demasiado amplio, lo que implica que será necesario plegar los asientos traseros a la hora de cargar bultos grandes.

En cuestión de motorizaciones, el Chevrolet Spark tampoco resulta extremadamente ambicioso. Tan solo puede incluir dos motores de gasolina de muy poca cilindrada. El acceso a gama lo marca un pequeño propulsor de un litro que ofrece 68 caballos de potencia, mientras que la variante superior se compone de un motor 1.2 que llega hasta los 82 caballos. Ambos motores mantienen un consumo muy bajo que ronda los cinco litros por cada cien kilómetros recorridos en ciclos combinados. El primero resulta muy apto para la circulación urbana, ya que rara vez se va a precisar de un rendimiento más alto. Sin embargo, si el uso del coche se va a realizar también por carretera, es más que recomendable decantarse por el motor más potente, de manera que no tengamos que reducir en exceso a la hora de realizar un adelantamiento. Este coche puede que no destaque demasiado frente a sus rivales, pero ha sido diseñado con el único objetivo de convertirse en una alternativa funcional y económica. La representación perfecta del bueno, bonito y barato.