Citroën C-Elysée

El trabajo que llevan a cabo algunas marcas para lograr un modelo competitivo en un sector es, en muchas ocasiones, largo y difícil. Combinar los estándares de la marca y los requerimientos de una categoría no es sencillo, y más cuando el vehículo pretende ser rentable. Sin embargo, el buen trabajo de los ingenieros permite ajustarse a las demandas del público y diseñar un automóvil interesante e innovador. Una de las marcas que ha tenido que plantearse un reto como este ha sido Citroën. La firma francesa del grupo PSA ha tratado siempre de abarcar la mayor cantidad de segmentos con sus modelos, pero el reciente éxito de su gama DS hizo que algunas categorías quedaran desatendidas. Es el caso de la de las berlinas pequeñas, que hasta ahora no disponía de un modelo con la firma de los chevrones. Pero los franceses parecen haberse puesto las pilas, y han llevado a cabo un automóvil que cumple con las expectativas de quienes buscan un coche de estas características. Se llama Citroën C-Elysée, y promete dar mucho que hablar. El Citroën C-Elysée llega con la promesa de cubrir las necesidades de los conductores de este segmento pero con un precio muy competitivo. Además, este coche ofrece un diseño muy inteligente, que se traduce en un habitáculo amplio y en un maletero preparado para todo tipo de bultos. A pesar de que en algunos aspectos es superado por sus rivales directos, este Citroën ha sabido marcar la diferencia.

Para un automóvil como este, que tiene unas aspiraciones de versatilidad tan profundas, Citroën ha puesto a disposición de sus clientes una gama de motores bastante variada. Si bien no existe demasiadas posibilidades en cuanto a la potencia, los diferentes tipos de combustible disponibles cubren todo tipo de necesidades. El C-Elysée dispone únicamente de un propulsor diésel 'BlueHDI' de 100 caballos. Este bloque es uno de los más demandados para este automóvil, debido en parte a que su consumo es de los más razonables del mercado. Según datos ofrecidos por la gama, este motor solo consume 3,8 litros en ciclo combinado, un sorprendente para una berlina de casi cuatro metros y medio. En las variantes de gasolina existen dos opciones de motorización. La más básica viene dada por un propulsor 'PureTech' de 82 caballos bastante interesante, que mantiene el consumo en ciclo combinado por debajo de los cinco litros. Sin embargo, para los que prefieran algo un poco más potente, existe la opción 'VTi' de 115 caballos, que llega como la variante más 'agresiva de este coche'. Si bien el C-Elysée no es un modelo pensado para ofrecer grandes prestaciones, este motor es capaz de resolver cualquier adelantamiento con excelente soltura. Finalmente, la opción más novedosa de este coche es su motor 'VTi' que funciona con GLP. Al igual que en el caso del propulsor de gasolina con la misma denominación, este bloque ofrece 115 caballos de potencia, pero con las ventajas añadidas del gas licuado de petróleo. Para aquellos que no conozcan mucho sobre este combustible, se puede resumir en un mantenimiento más económico y en un ahorro considerable a la hora de llenar el depósito. Sin embargo, estas variantes tienen un inconveniente, que en este caso viene determinado por su precio. Con el acabado más básico, el precio de un C-Elysée a GLP asciende a unos 17.000 euros, prácticamente lo mismo que un Volkswagen Golf de acceso a gama.

El diseño exterior de este Citroën tiene la firma inconfundible de los diseñadores del fabricante francés. El frontal del coche disfruta de un aspecto muy agresivo, gracias a algunos detalles cromados y a la forma de sus faros, ahora disponibles con tecnología LED. La parrilla es un diseño nuevo, y es uno de los elementos que más personalidad otorgan al coche. Cuando nos fijamos en el lateral, la línea es claramente la de una berlina. Los trazos de la carrocería son sencillos y fluidos, exprimiendo al máximo el potencial estético del coche. En la parte trasera volvemos a ver el sello de Citroën, con elementos sencillos pero atractivos. Aquí llama la atención la ausencia de cerradura del portón trasero, puesto que solo podremos acceder al maletero abriéndolo con el mando a distancia o desde el interior del coche. En cuanto al habitáculo, y como ya hemos indicado antes, sorprende profundamente su excelente aprovechamiento. Tanto las plazas delanteras como las traseras disfrutan de un enorme espacio. Estas últimas, incluso, resultan más cómodas que en otras berlinas de segmentos superiores. La parte menos agradable del interior del C-Elysée son sus acabados, en los que se abusa demasiado del plástico. Asimismo, se echan de menos algunos equipamientos que podemos encontrar de serie en otros modelos. Sin embargo, no podemos olvidar que este coche pretende convertirse en una opción asequible, de modo que es lógico encontrar algunos materiales más económicos. Además, en el caso de necesitar un equipamiento más completo, se puede elegir de manera opcional hasta una pantalla táctil con navegador y conectividad de última generación para dispositivos Android y Apple.

En conjunto, el Citroën C-Elysée es un automóvil con una relación calidad-precio asombrosa. La gama de motores es la correcta, con alternativas para todos los gustos pero sin opciones de más que causen la indecisión de los clientes. El exterior es bonito y elegante, a la vez que transmite una imagen robusta. Y el interior es de lo mejor de su categoría en cuanto al aprovechamiento del habitáculo. Todos estos elementos son puntos a favor, pero sin duda el más llamativo es su precio. Un C-Elysée con un equipamiento completo puede mantenerse por debajo de los 20.000 euros. Este modelo es de las mejores alternativas de su segmento, siempre que no seamos demasiado exigentes con los acabados interiores.

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