Citroën C4 Aircross

Actualmente, si hay un tipo de vehículos que domina el mercado son los denominados SUV. Estos automóviles, que combinan la agilidad de un automóvil urbano con la polivalencia de un todocamino, son los reyes de las ventas, y por lo tanto una apuesta segura para cualquier fabricante. Sin embargo, en ocasiones ha quedado demostrado que no es tan fácil producir un automóvil de éxito. No es solo una cuestión de diseño, si no que tanto las mecánicas como el equipamiento del coche deben estar a la altura. Por todo ello, es fácil identificar si un SUV es un automóvil de calidad o una apuesta desesperada por aumentar las ventas. Cumplir con las expectativas del cliente es, en muchos casos, una habilidad que otorga la experiencia. Por eso, hay muchas marcas tradicionales que se han lanzado a la fabricación de SUV y que cuentan con la ventaja de haber estado fabricando coches durante décadas. Este es el caso de la francesa Citroën, que después de haberse aventurado con este tipo de automóviles en otras ocasiones, ahora ha tomado la determinación de incluir en su gama de modelos un crossover de tamaño más reducido pero con las mismas capacidades que sus hermanos mayores. Bajo esta premisa ha nacido el Citroën C4 Aircross, el SUV más pequeño de la marca de los chevrones y que llega como una alternativa más económica a los todocaminos de las marcas premium.

El Citroën C4 Aircross cuenta con una dinámica perfectamente ajustada al tipo de coche que es, mientras que su diseño interior y exterior sirve para plantarles cara a sus rivales. Con este coche se demuestra que el fabricante francés es muy hábil en eso de diseñar automóviles revolucionarios. A pesar de todo, la denominación C4 de este coche no le relaciona directamente con el compacto francés, ya que gran parte de su estructura y de su diseño son similares al Mitsubishi ASX, gracias al acuerdo establecido entre el grupo PSA y la marca nipona. Para el C4 Aircross, Citroën ofrece tres motorizaciones diferentes. La gama de propulsores se conforma con dos bloques diésel y uno de gasolina. La oferta de los motores de gasóleo arranca con un HDI de 114 caballos, diseñado por la firma de los chevrones y empleado en otros modelos de la marca. Este motor es el menos potente de los tres, y puede que se quede algo escaso a la hora de mover al C4 Aircross. La segunda opción diésel para este automóvil también porta la denominación 'HDI', aunque en este caso ha sido diseñado por Mitsubishi. Cuenta con 150 caballos, una potencia que sin duda resulta más que adecuada para el tipo de coche ante el que nos encontramos. En cuanto a la única variante de gasolina, se oferta un motor de 117 caballos también diseñado por Mitsubishi. Este Citroën puede elegirse tanto con tracción delantera como tracción total en todas sus versiones, una opción que aumenta la versatilidad y polivalencia del coche. En cuanto a la transmisión, el C4 Aircross incluye una caja de cambios manual de cinco velocidades para el motor de gasolina, mientras que en las versiones diésel el sistema cuenta con seis relaciones. Por el momento no hay noticias de que vaya a poder elegirse una caja de cambios manual.

Respecto al diseño del coche, ya hemos comentado que estructuralmente es similar al Mitsubishi ASX. Estéticamente, sin embargo, puede recordar más a un Peugeot 4008, ya que ambos cuentan con la misma carrocería. En cualquier caso, este coche tiene una imagen robusta y bien definida, que le añade carácter y define su personalidad. El frontal llama la atención por su diseño moderno, pues cuenta con una parrilla acorde con los modelos más recientes de Citroën. Los faros incorporan tecnología LED, mientras que las luces diurnas aparecen ubicadas en los laterales del paragolpes. En el lateral, el aspecto polivalente del coche se acentúa. Transmite habitabilidad y dinamismo a partes iguales. En su parte trasera encontramos la imagen tradicional del C4, con unos pilotos de aspecto tridimensional. Todo el conjunto de la carrocería transmite una fuerte personalidad todocamino, mientras que las ruedas de mayor tamaño terminan por darle unidad al conjunto. Al acceder al interior, lo primero que llama la atención es su habitáculo. A pesar que desde fuera se intuye que estamos ante un automóvil espacioso, no se puede adivinar el buen aprovechamiento de la carrocería presente en el interior. Hasta cinco pasajeros pueden viajar con comodidad en este coche sin estorbarse demasiado, mientras que el conductor disfruta de una posición privilegiada. El asiento del piloto tiene todos los controles al alcance de la mano, lo cual hace que la conducción de este coche resulte cómoda y sencilla. En lo referente al equipamiento, el C4 Aircross cuenta con una oferta de sistemas de seguridad e infoentretenimiento muy amplia, a pesar de que muchos de ellos vienen incluidos de serie. Todo esto hace que el interior de este coche sea casi tan llamativo como su exterior.

En definitiva, queda patente que el Citroën C4 Aircross cuenta con unos argumentos más que válidos para ser tomado como una alternativa dentro del segmento de los SUV de menos de cuatro metros y medio. La relación calidad-precio es óptima, y tanto el diseño como la mecánica son muy buenos. Aun así, a este coche le quedan muchos rivales que batir para ocupar los puestos más privilegiados en el ránking de ventas, pero va por buen camino.

Artículos que hablan del Citroën C4 Aircross