Citroën Ë-C4

El Citroën ë-C4 es un coche eléctrico de tamaño compacto con el que la marca francesa pretende hacerse con una buena porción del mercado cero emisiones gracias a un diseño rompedor y a un interior que promete espacio gracias a la plataforma CMP.

En cuanto al motor, el ë-C4 utiliza el mismo del resto de modelos del grupo PSA como los Peugeot e-2008, e-208, Corsa e y DS3 Crossback E-Tense. Tiene una potencia de 100 KW, o lo que es lo mismo, 136 CV, y 260 Nm de par que, como es norma en los eléctricos, está disponible desde el principio.

La batería del Citroën ë-C4 es de iones de litio y tiene 50 kWh, lo que le permite homologar una autonomía máxima de 350 km, 100 km menos que el e-208, 150 menos que el Corsa e y 40 km más que el e-2008. Con respecto al DS3 E-Tense, el Citroën gana 65 km extra.

Por tamaño, es algo mayor que este último: el C4 eléctrico mide seis centímetros más que el SUV de Peugeot: 4,36 de largo, 1,80 de ancho y 1,52 de alto. Además, tiene una batalla de 2.670 mm, por lo que el espacio interior, especialmente para las piernas de los pasajeros, traseros está más que asegurado y no necesita entrometerse demasiado en el maletero, que tiene 380 litros, exactamente lo mismo que el resto de Citroën C4.

En el interior, en Citroën han creado un habitáculo más sobrio y sereno que lo que se podría pensar al ver el exterior (según la marca, tiene guiños al Citroën GS). Una de las buenas noticias es que han recuperado los controles físicos para el climatizador, que se manejan por medio de unas ruletas en la parte inferior de la consola central.

Esta está presidida por una pantalla de infotainment de 10 pulgadas desde la que se controlan todos los parámetros habituales (también el climatizador) y en la que aparecen menús específicos relativos al flujo de energía o la recarga.

Tras el volante también hay otra pantalla digital para el velocímetro al estilo del Citroën C4 Cactus y, más arriba, estará disponible el consabido Head-Up Display.

Al menos en su lanzamiento, el Citroën Ë-C4 tendrá tres niveles de acabado: Feel, Feel Pack y Shine y su precio empezará en torno a los 32.000 euros (sin las ayudas fiscales).

El equipamiento de todas las versiones será el habitual en este tipo de modelos, aunque hace hincapié en la seguridad: todos tendrán alerta de cambio involuntario de carril, alerta de riesgo de colisión, reconocimiento de señales...

Cuando llegue al mercado, tendrá que hacerse un hueco entre modelos con algo más de relumbrón, como por ejemplo el Volkswagen ID.3, o ganarse el puesto frente a otras opciones de aspecto más ‘premium’ como el Mazda MX-30, aunque es cierto que este tiene casi un 20% menos de alcance debido a su enfoque eminentemente urbano.

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