Ferrari 812 Superfast

El Ferrari 812 Superfast es una de las creaciones más locas de la marca del 'Cavallino Rampante' en su historia reciente. Este superdeportivo de aspecto imponente pretende ser la respuesta a marcas rivales, que han logrado combinar el diseño agresivo y la potencia sin mesura en un único automóvil. Para entender cuales son las pretensiones de este coche, hay que enfrentarlo a otros modelos, como el Lamborghini Aventador, el Aston Martin DB11, el Porsche 911 GT2 RS o el McLaren 720S. Todos estos modelos superan los 600 caballos y cuestan más de 200.000 euros, y sin embargo el Ferrari 812 es capaz de vencerlos a todos.

¿Cómo es posible? Muy sencillo. Gracias a su enorme y potente motor, este coche se acerca mucho a las prestaciones del Ferrari LaFerrari, el superdeportivo de la marca italiana que no tiene permiso para circular por vías públicas. Sin embargo, el Ferrari 812 Superfast sí lo tiene, y resulta tan atractivo para la vista y el oído que solo conducirlo es más placentero que admirarlo. Es la joya de la corona de Maranello, un hijo pródigo que recupera lo mejor del F12 Berlinetta, lo mejora, y lo pone a la vista (que no al alcance) de los mundanos.

El diseño adelanta sus prestaciones

Si por algo destaca Ferrari es por ser capaz de transmitir el potencial de sus motores a la estética de sus coches. Salvo algunos errores que no merece la pena mencionar, el trabajo de los ingenieros de diseño es siempre inmaculado, y en el 812 Superfast no iba a ser menos.

A pesar de que gran parte del trabajo ya estaba hecho con el diseño previo del F12berlinetta, este nuevo modelo le da una vuelta de tuerca a lo que al trabajo aerodinámico se refiere. Cada centímetro de la carrocería ha sido elaborado para dirigir con precisión el flujo de aire. Esto hace que el coche permanezca adherido al suelo a altas velocidades y que resulte estable en curvas de todo tipo.

Es cierto que algunos detalles exteriores podrían haber recibido alguna mejora para hacerlos menos llamativos (en el peor sentido de la palabra), pero pasar desapercibido no es el objetivo final de este coche. Para eso está el Ferrari Portofino, un deportivo con el que presumir posando a su lado, mientras que del 812 Superfast se presume estando al volante.

Un interior lujoso, tecnológico y 100% deportivo

Acceder al interior de este Ferrari es adentrarse en un mundo de materiales lujosos y acabados perfectos. No existen errores, no se aprecian máculas y todo resulta idílico. De hecho, este ambiente es capaz de trasladar a los ocupantes a un universo de lujo que probablemente ya conozcan. Los asientos del 812 están recubiertos de cuero, pero cuentan con una forma perfecta para ofrecer la sujección necesaria cuando el motor decide dar el 100% de su rendimiento. Son cómodos (al menos para un superdeportivo), pero no te dejan olvidar de que es capaz el coche que conduces.

El puesto de conducción es pura tecnología, con sistemas electrónicos de asistencia a la conducción por doquier. Lo que para algunos sería un exceso de botones y lucecitas, para otros es un anticipo de lo que los superdeportivos del futuro llegarán a ser. Una novedad en este coche es que el salpicadero diferencia la zona de conducción de la destinada al acompañante, de manera que el copiloto recibe un espacio diseñado pensando en él y no como un apéndice de quien se pone a los mandos.

800 caballos para alcanzar al LaFerrari

A pesar de su estética sofisticada, si por algo llama la atención este coche es por su enorme motor. Para no dejar a nadie insatisfecho, el Ferrari 812 Superfast monta un bloque V12 de seis litros y medio que desarrolla 800 caballos de potencia. Este motor es atmosférico, lo que significa que confía en la cilindrada sin apoyarse en turbos ni componenetes que adulteren su esencia.

Gracias a su potente 'corazón', ya se habla de que este coche podría estar a la altura en rendimiento del Ferrari LaFerrari, el hiperdeportivo de la marca que aún no ha logrado un permiso para circular por vías públicas. Y no es para menos, dados los números del 812 Superfast. Es capaz de acelerar de 0 a 100 en menos de tres segundos, y alcanzará una velocidad máxima que podría superar los 340 kilómetros por hora. Quizá sean datos poco relevantes para lucirse por las calles de Montecarlo, pero sobre el asfalto de un circuito despertarán nuestros instintos más primarios.

300.000 euros de deportividad italiana

Aunque todavía no se ha confirmado su precio de venta, es más que probable que este coche supere los 300.00 euros, tal y como hacen sus rivales más potentes. Evidentemente, es un coste bastante prohibitivo para la mayoría de nosotros, aunque este coche valga cada euro de su precio. Sin embargo, tendremos que conformarnos con disfrutarlo con los ojos, sabiendo que puede ser uno de los mejores coches del momento en lo que a estética y rendimiento se refiere.