Škoda Citigo

El Skoda Citigo es la apuesta de Skoda dentro del segmento de los coches urbanos. El Citigo es un hermano del Seat Mii o del Volskwagen up!. Los tres modelos comparten la misma plataforma y se fabrican en las plantas que tiene el Grupo Volkswagen en Eslovaquia y en Brasil. El Skoda Citigo se lanzó al mercado a finales de 2011 y llegó al resto de Europa a principios del verano de 2012. Aparte de los propios modelos clónicos, otros de los grandes rivales del segmento A del Skoda Citigo son el Fiat 500 o el Renault Twingo. Tampoco hay que olvidar al Citroën C1, Peugeot 108 o Toyota Aygo. Todos son coches destinados a un uso mayoritario en ciudad. El Skoda Citigo está disponible con dos carrocerías: una de tres puertas y otra de cinco puertas. Las dimensiones del Skoda Citigo de tres puertas son de 3.563 milímetros de longitud, 1.614 de ancho y 1.470 milímetros de alto. La distancia entre el eje delantero y trasero es de 2.420 milímetros. El maletero tiene una capacidad estándar de 251 litros que pueden llegar a los 951 si abates los respaldos de los asientos traseros. El Skoda Citigo de cinco puertas tiene las mismas dimensiones y la única diferencia es que la de cinco puertas es algo más alta (1,47 metros).

Ágil y con espíritu urbano

Las dos versiones tiene un peso en vacío por debajo de los 1.000 kilogramos, por lo que en marcha transmiten una agradable sensación de agilidad. El motor va situado en la punta de la carrocería y los voladizos son muy pequeños, de este modo se consigue ofrecer un interesante espacio interior. El diseño exterior del Citigo es muy personal. Al modelo checo no le falta la típica parrilla de Skoda con el marco cromado y en 2017 recibió un pequeño lavado de cara para mantenerlo con atractivo en el segmento. El Citigo es coche con un diseño simpático y grandes ventanas que proporcionan una gran visibilidad en ciudad. La gama de motores del Skoda Citigo es muy sencilla. Toda la responsabilidad se le ha confiando al conocido motor de 1.0 de tres cilindros en línea. Se trata de un motor atmosférico que se ofrece en dos niveles de potencia: 60 y 75CV. La versión menos potente acelera de 0 a 100 km/h en 14,4 segundos, alcanza una velocidad máxima de 160 km/h y su consumo medio es de 4,5 l/100 km con unas emisiones de CO2 de 105 gramos. En un escalón superior se sitúa el 1.0 MPI con 75CV. Sus prestaciones son algo mejores: una velocidad máxima de 171 km/h, aceleración de 0 a 100 km/h en 13,2 segundos y un consumo medio de 4,7 l/100 km; lo que equivalen a unas emisiones de CO2 de 108 gramos. Si vas a hacer un uso prácticamente urbano, la versión de 60CV es suficiente pero si pretendes moverte por el área metropolitana, debería centrar tu mirada en el de 75CV. Por cierto, los dos motores se pueden equipar con una caja de cambios automática de cinco velocidades.

Cómodo y muy funcional

El Skoda Citigo es un coche lleno de detalles inteligentes y prácticos. Por ejemplo, los asientos delanteros llevan unos bolsillos en los laterales, la guantera del acompañante es de grandes dimensiones y en los compartimentos de las puertas son de grandes dimensiones. Los ingenieros de Skoda han aprovechado hasta la parte inferior de los asientos para alojar allí los chalecos reflectantes. En el maletero no falta un juego de redes para evitar que los objetos más pequeños vayan dando tumbos. El Citigo de Skoda no es un coche lujoso pero sí ofrece a sus ocupante un correcto nivel de confort. Por ejemplo, llevar elevalunas eléctrico, aire acondicionado (no un climatizador), los asientos delanteros puede equipar calefacción (detalle muy del gusto de los alemanes) y los critales pueden ser del tipo 'Sunset' (tintados) que reducen la temperatura interior en el habitáculo. En materia de seguridad, al Skoda Citigo no le falta el control de estabilidad y el airbag para el conductor y pasajeros así como los airbag delanteros laterales.

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