SsangYong XLV

El SsangYong XLV es el coche que sentó las bases para la nueva gama de modelos de la firma coreana. Fue uno de los primeros automóviles de este fabricante que se diseño bajo los nuevos estándares estéticos de la marca, que buscan crear una imagen más sofisticada y elegante. El XLV recupera el concepto de monovolúmen pero lo adapta al nuevo mercado. Recibe una clara estética SUV, aunque la firma prefiere no emplear esta denominación para no incurrir en el mercado potencial de otros de sus modelos. En cualquier caso, este coche cuenta con un diseño moderno y unas características lo suficientemente atractivas como para ser una alternativa muy interesante. El XLV trata de combinar en un mismo coche la polivalencia de un monovolúmen y la versatilidad de un todocamino, todo ello con un fuerte carácter deportivo que le aporta personalidad. Este coche mantiene unas dimensiones muy prácticas para el entorno urbano, y se defiende con soltura en carretera. Cuenta con un amplio espacio de carga, que se puede ampliar plegando los asientos traseros, y se convierte en un vehículo especialmente útil para familias.

La gama de motores que SsangYong ha dispuesto para el XLV no es demasiado amplia, pero se adapta bien a las necesidades de los conductores. Cuenta con un total de dos variantes, una diésel y una de gasolina. La primera está basada en un motor de 1,6 litros que desarrolla 115 caballos. En el caso de la gasolina el cubicase es el mismo, pero la potencia asciende hasta los 128 caballos. Ambos propulsores incorporan un sistema de transmisión manual de seis velocidades, aunque la variante diésel puede incorporar un sistema automático de manera opcional. El diseño exterior del XLV ha dado un paso importante en cuanto a calidad estética. Este coche cuenta con unas formas y unos elementos que realzan su aspecto moderno y funcional. En el frontal destacan los faros, con tecnología LED e iluminación diurna. La vista también recae sobre el paragolpes, que cuenta con unas líneas muy agresivas y el refuerzo de los bajos delanteros. En el lateral, destaca el contraste entre un frontal robusto y una parte trasera menos recta y más deportiva. Asimismo, la forma del pilar C y la curvatura de la luna trasera aportan unas formas modernas y atractivas. Finalmente, la parte trasera del coche está dominada por unos pilotos de diseño conceptual y el portón que da acceso al espacio de carga.

En su interior, el SsangYong XLV disfruta de unos acabados que sorprenden por su calidad, sobre todo si tenemos en cuenta el precio del coche. Los materiales responden a una calidad bastante correcta, y la presencia de plásticos duros es menos abundante de lo que cabría esperar. En cuestiones de equipamiento este coche campo anda escaso, pues cuenta con una variedad muy a la altura. Cuenta con sistemas de seguridad y de asistencia a la conducción de última generación, además de con un equipo de infoentretenimiento bastante completo y controlable desde una pantalla táctil en la consola central. La habitabilidad es buena, y los asientos invitan a acomodarse y disfrutar del trayecto. El interior está bien aislado tanto de ruidos como de desperfectos en la carretera, y permite que cinco adultos lo ocupen con total confort. En general, el SsangYong XLV mantiene una relación calidad-precio excepcional. Su diseño y su equipamiento son propios de un automóvil de categoría superior, aunque en las cuestiones mecánicas todavía queda algún detalle por pulir. Con todo, este coche ofrece una experiencia capaz de satisfacer a cualquier conductor, y por bastantes euros menos que la mayoría de sus rivales. Este coche combina un precio 'low-cost' con aspiraciones de premium, algo que le convierte en una apuesta segura.