Volkswagen CC

El Volkswagen CC, modelo que originalmente se comercializaba como Volkswagen Passat CC (en su primera generación), es una variante del Volkswagen Passat. Este nuevo modelo trae consigo un perfil similar al de un vehículo coupé, con una línea de techo al más puro estilo fastback.

El Volkswagen CC debutó en enero de 2008, en el Salón del Automóvil de Detroit (North American International Auto Show) y cesó su producción en 2017. Como curiosidad, Volkswagen anunció que el nombre CC significa: Comfort Compact.

Este vehículo con carrocería de estilo coupé y cuatro, en lugar de dos puertas, ha sido reemplazado en el mercado de coches nuevos por el Volkswagen Arteon. La obtención de un modelo coupé basado en alguno de los modelos más exitosos de su gama es algo que recientemente preocupa a los diseñadores.

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Muchas de las grandes marcas ya cuentan entre sus filas con una berlina con aires de coupé basado en modelo menos deportivo, y los clientes comienzan a ver en ella la alternativa para combinar cuestiones de espacio y de habitabilidad con un deseo de deportividad y dinamismo.

Además, en muchas ocasiones estos modelos suelen contar con un equipamiento alto de gama y con una presencia muy elegante, lo que aumenta sus cualidades. Sin duda alguna, la marca que sentó las bases para este tipo de coches fue la estrella alemana, con el lanzamiento del Mercedes CLS.

A partir de ese momento, otros fabricantes trataron de imitar la fórmula. Es el caso de los alemanes de Volkswagen, que han puesto al día a su berlina más deportiva, el Volkswagen CC. Basado en el Passat, aunque ya no se llama Passat CC, este coche combina las características de habitabilidad de una berlina premium con la presencia y el rendimiento de un coupé deportivo.

El resultado es un coche sorprendentemente llamativo, y que convence desde el primer momento que el conductor se coloca al volante.

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Nuevo Volkswagen CC: sus motores

La gama de motorizaciones que Volkswagen ha preparado para el CC no es demasiado amplia, pero ofrece alternativas suficientes para adaptarse a los deseos de todos los conductores. Se compone de un total de tres alternativas, dos de ellas diésel y una tercera de gasolina.

Las opciones diésel parten siempre del mismo propulsor, un motor 2.0 TDI que ya hemos visto en otros muchos modelos de la marca alemana. Este propulsor se ofrece, a su vez, con 150 CV o 184 CV.

En ambos casos resulta bastante coherente para lo que se espera de este coche. Sin embargo, dado que el Volkswagen CC apenas pesa 1.600 kilogramos, puede que la alternativa menos potente sea suficiente para moverlo con fluidez.

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En el caso del motor a gasolina no existe posibilidad de elección. El único bloque disponible es un motor 1.4 TSI que desarrolla 150 caballos. Ocurre lo mismo que con la variante diésel, se adapta perfectamente al coche.

Sin embargo, si queremos disfrutar de ese empujón extra que ofrecen los motores de gasolina, habrá que tener en cuenta que el consumo aumenta ligeramente, sobre todo con el cambio manual.

Dentro de las opciones mecánicas también existen posibilidades respecto al cambio. Todas las variantes del nuevo CC incluyen de serie una caja de cambios manual de seis velocidades. Sin embargo, y de manera opcional, podemos decantarnos por una transmisión automática de doble embrague 'DSG', que en este caso puede variar entre las seis y las siete relaciones según la versión.

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Diseño del Volkswagen CC

En lo relativo al diseño del coche, es evidente que la inspiración llega directamente del Volkswagen Passat. Sin embargo, hay varios detalles que lo alejan de este modelo para aproximarlo al diseño del reciente Volkswagen Arteon.

En el frontal encontramos que los conjuntos ópticos mantienen una forma bastante sobria y menos angulosa que en el VW Passat, pero se embellecen con las luces diurnas de tecnología LED.

La parrilla es ancha y muy horizontal, albergando en el centro el sello de Volkswagen. La entrada de aire inferior, flanqueada por las luces antiniebla, sí se parece más a su hermano de gama, aunque conserva personalidad y estilo propio.

En el lateral hay un elemento que predomina, y es la elegancia. El flanco de este coche cuenta con líneas muy marcadas y alargadas, lo que le aporta un aspecto sobrio y señorial. Tanto las ventanillas, en este caso sin marco, como las molduras cromadas decorativas acentúan esta imagen.

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Sin embargo, en esta parte hay un elemento que aporta al nuevo Volkswagen CC un cariz mucho más deportivo y agresivo, como es la forma que hace la carrocería justo encima de las manillas de las puertas.

Tiene fines aerodinámicos, pero le suman carácter al conjunto. Finalmente llegamos a la parte trasera, donde el coche mantiene su estilo elegante y sofisticado. Aún sí, cuenta con algunas líneas horizontales que acentúan el dinamismo, mientras que la forma de los pilotos y de la tapa del maletero pueden evocar de manera lejana a las formas del Mercedes Clase CLA.

Esta zaga puede ser la parte en la que el coche cuente con menos personalidad, pues no es difícil ver algunas líneas del Passat. Sin embargo, esto no le arrebata ni una pizca de personalidad y sirve como colofón para todo el conjunto.

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El VW CC por dentro

En cuanto al interior del Volkswagen CC, hay que destacar su equipamiento, que de serie es bastante más elevado que en otros modelos de su segmento. Cuenta con los últimos sistemas en seguridad y asistencia a la conducción, todos ellos con la calidad propia de Volkswagen.

El infoentretenimiento corre a cargo de una pantalla táctil que también cuenta con varios sistemas de conectividad. Aún con todo, el puesto de conducción es sereno y no resulta abrumador, ya que los mandos se han colocado de tal forma que no saturen el campo de visión del conductor.

En cuestiones de habitabilidad, el nuevo CC trae de serie dos butacas posteriores individuales, tal y como se presentaban en el Mercedes Clase CLS. Opcionalmente pueden sustituirse por un asiento de tres plazas, pero esto hace al coche menos exclusivo.

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Además, la configuración para cuatro ocupantes asegura el máximo confort y un espacio amplio, algo sorprendente dada la forma de la carrocería. Además, las versiones más elevadas cuentan con elementos que añaden un confort extra, como asientos climatizados y con función de masaje.

En definitiva, el Volkswagen CC es una berlina coupé que ha tratado de colocarse a la altura de rivales superiores. Sin embargo, lo ha conseguido sin excesivo esfuerzo, ya que tanto su diseño como su equipamiento de serie cuentan con una calidad excelente.

Este coche es perfecto para aquellos que quieran demostrar elegancia y deportividad a partes iguales. Puede que resulte más caro que un Passat, pero es infinitamente más bonito.