Volkswagen Jetta

El Volkswagen Jetta es la berlina más pequeña que la marca alemana comercializa en nuestro país. Tanto su diseño como su plataforma están basados en el Golf, aunque por su aspecto de berlina tradicional de tres volúmenes puede que su aspecto se acerque más al Passat. De hecho, esta cercanía a la berlina por excelencia de la firma de Wolfsburgo se ha acentuado con esta nueva generación gracias a una longitud sensiblemente mayor, lo que hace que le Jetta sea aún más coche. El actual Jetta no ha evolucionado mucho en su exterior respecto al modelo predecesor, pero ha ganado mucha calidad en lo referente a equipamiento. Ahora resulta mucho más y mejor equipado, es más elegante y sobre todo, es más seguro. Además, al haberse distanciado del Golf ha ganado personalidad propia, y aporta nuevas sensaciones al conductor.

Uno de los principales puntos a favor de este coche es su gama de motorizaciones. No es ni de lejos tan extensa como la disponible para el Golf, pero los propulsores destinados al Jetta son muy interesantes. Esta gama cuenta con un total de cinco versiones diferentes, basadas en tres bloques. Existen tres opciones de gasolina y dos diésel, todas ellas revisadas para ajustarse a la nueva normativa sobre consumo y emisiones. En el apartado de la gasolina, la gama Jetta comienza con su propulsor de acceso a gama, un motor 1.2 TSI de 105 caballos. A pesar de su consumo razonable, esta opción es la menos recomendable de todas, pues puede que su potencia resulte escasa en algunos casos. A continuación encontramos el motor 1.4 TSI que alcanza los 125 caballos, y que por definición se convierte en una de las alternativas más interesantes para este modelo. Finalmente, cierra la gama de gasolina el motor 1.4 TSI más potente, que en este caso desarrolla 150 caballos. Esta es la variante más potente y con más nervio del Jetta, perfecta para los que no se conforman con potencias más mundanas. Dentro de la gama diésel solo encontramos dos variantes, ambas basadas en el mismo bloque motriz, un motor turbodiésel de dos litros. La primera opción y la menos potente cuenta con un propulsor 2.0 TDI de 110 caballos, que es el más acertado si nuestro coche va a circular muchos kilómetros por la ciudad. En el caso de que su hábitat natural vaya a ser la carretera, el motor más razonable es el 2.0 TDI de 150 caballos, que saca el máximo partido al coche. En el resto de cuestiones mecánicas destacan las nuevas cajas de cambios que incorpora este coche. De serie, todas las variantes montan un sistema manual, a excepción del motor de gasolina más potente que solo cuenta con una transmisión automática de siete velocidades. Los dos motores diésel también cuentan con la posibilidad de incorporar una caja de cambios automática. En este caso contará con siete relaciones en el caso del propulsor de 110 caballos, mientras que el de 150 caballos tendrá que conformarse con seis relaciones. Todos los sistemas de transmisión automáticos funcionan con un mecanismo de doble embrague y llevan el inconfundible sello 'DSG'.

Así el nuevo Jetta por fuera

En cuanto al diseño exterior del nuevo Jetta, no supone una excesiva renovación con respecto al modelo anterior. Sin embargo, algunos de los elementos sí que se han actualizado para ofrecer un diseño algo más moderno. El frontal es una de las zonas que más se ha beneficiado en esta nueva versión. Los grupos ópticos delanteros cuenta ahora con tecnología bi-xenon y luces adaptativas, aunque solo están disponibles de opción. La parrilla también ha cambiado, y ahora está compuesta por tres barras horizontales que acogen el emblema de la marca en el centro. Los paragolpes también cuentan con un diseño renovado, e incorporan los faros antiniebla. Finalmente destaca el parabrisas, que adopta una inclinación propia de un coupé y que refuerza el aspecto dinámico del coche. En el lateral no se aprecian grandes cambios. Los espejos retrovisores cuentan con intermitentes integrados, mientras que la carrocería se decanta por líneas suaves y longitudinales que aportan mayor presencia al Jetta. Finalmente, la parte trasera cuenta con unos pilotos de diseño elegante. Parte de ellos se incrusta en la tapa del maletero (que no portón) y aumentan la sensación transversal.

¿Y cómo es su equipamiento?

El interior del Jetta es el gran beneficiado con la nueva generación del coche. Ahora cuenta con un equipamiento mucho más completo, disponible de serie en los acabados más altos de gama o de manera opcional en todas las variantes. En cuestiones de seguridad, por ejemplo, este modelo incorpora los anclajes ISOFIX para garantizar la seguridad de los más pequeños. Las asistencias a la conducción no alcanzan el nivel que en otros coches de categoría superior, pero son suficientes para hacer que el conductor pueda disfrutar del viaje. El salpicadero incluye detalles muy elegantes, como el ribete cromado en los relojes del cuadro. Finalmente, el sistema de infotainment también se ha puesto al día, y ahora cuenta con entradas para varios tipos de dispositivos y con una nueva pantalla multifunción desde la que se controla todo. La habitabilidad del Jetta es excelente, ya que su nueva carrocería más grande permite aumentar el espacio interior. Los asientos son de una calidad inmejorable, y en algunas versiones cuentan con sistemas añadidos para el confort de los pasajeros. De hecho, las butacas delanteras traen de serie un sistema que protege de un latigazo cervical en caso de colisión. Los acabados y los materiales empleados en el interior también han ganado en calidad, lo que hace que el Jetta proyecte una imagen mucho más elegante y sofisticada. En conjunto, el Volkswagen Jetta es un automóvil muy interesante, que ofrece una relación calidad-precio superior a la de sus rivales. Puede que no alcance el nivel de otros modelos de la marca, pero permite que bolsillos más ajustados puedan conducir una auténtica berlina de cuatro puertas. El único defecto que tiene es su diseño, que comienza a quedarse algo anticuado. Sin embargo, el resto de cualidades del coche lo compensan con creces.