En los tiempos en los que el BMW 2002 Turbo reinaba, los turbocompresores no eran sinónimo de emisiones, protocolos WLTP, etc. Su presencia se destacaba con ‘T’ mayúscula en las carrocerías y era un juguete para los niños más traviesos de la carretera.

¡Ah, los setenta, qué tiempos! Esos años en los que los turbos no se montaban en motores downsize que llevaban el culo apretado todo el tiempo para ofrecer la misma potencia emitiendo menos emisiones. Y es que, hay ocasiones, en que es mejor que haya mucho -de lo que sea-. Como en el caso del BMW 2002 Turbo con el que nos hemos reunido en secreto en las calles de Tokio. Sí, había que inmortalizar el momento...

El BMW 2002 turbo fue el primer coche de producción en serie alemán que utilizó un turbocompresor y uno de los primeros modelos desarrollados por BMW Motorsport. Su receta ganadora, poco peso y el motor M10 de dos litros y 100 CV.

El pequeño pero exquisitamente proporcionado BMW debutó en 1968 con solo 102 CV. Unos años más tarde, la gente de Munich decidió aumentar la temperatura ('Medium' en la escala de Nando) gracias a dos carburadores Solex 40 y una mayor compresión. El resultado fue un potencia de 119 CV y una escalofriante velocidad máxima de 185 km/h.

Las mejoras no terminaron aquí, ya que en 1971 llegó un 2002 más caliente aún, el Tii. Contaba con inyección mecánica y mayor potencia (132 CV). También se realizaron numerosas mejoras mecánicas para hacerlo más fiable. Ya en 1973 llegó la guinda del pastel, el BMW 2002 Turbo.

Convencidos de que el chasis podía soportar más caña, el Turbo se construyó a partir del requeteprobado Tii. Eso sí, se incorporó un turbocompresor KKK que añadía 40 CV al coche (170 en total). Además, la relación de compresión se modificó de 6,9:1 a 9,5:1 y se agregó un refrigerador de aceite. Otras mejoras fueron los frenos de mayor tamaño, un diferencial de deslizamiento limitado y neumáticos de altas prestaciones montados sobre ruedas más anchas que se alojaban bajo esos arcos ensanchados atornillados que puedes ver en la imagen.

Sí, hablemos de esos pasos de rueda. Y el aspecto del coche en general. ¿No son fabulosos? Puedes pensar que Liberty Walk es un pionero a la hora de volverse loco con una pistola de remaches, pero cualquier marca que haya pasado por el mundo de la competición (Porsche, BMW, etc.) ya sabía de qué iba esto hace muchos años...

Aún así, eso no los hace menos cool. Esos arcos remachados iban acompañados de un spoiler delantero al que solo le faltaba una pala quitanieves, un alerón en el maletero (que mejoraba la estabilidad a altas velocidades), las ruedas Mahle 13x6 Turbo y la icónica franja tricolor de BMW Motorsport.

Las primeras unidades de prensa tenían 2002' y 'turbo' garabateado al revés en el spoiler delantero para que cualquier coche que circulara delante del BMW 2002 Turbo reconociera inmediatamente la bestia que había aparecido de la nada a gran velocidad.

Sin embargo, algunas personas carentes de humor se ofendieron por ello y lo consideraron un acto irresponsable, por lo que BMW lo descartó en el modelo de producción. Sin embargo, eso no impidió que casi todos los 2002 vendidos acabaran con la inscripción en su frontal... Simplemente busca en Google ahora "BMW 2002 Turbo Jump" y lo entenderás. Con estos antecedentes, no es de extrañar la reputación de conflictivo que tenía este coche en el pasado...

En el interior, el habitáculo tenía un punto de deportividad. Los asientos estándar fueron reemplazados por otros más deportivos y cómodos. También había un volante de cuero de tres radios y un reloj que  mostraba la presión del turbo. Todo ello se alojó en un cuadro de instrumentos con el marco rojo (un guiño al entonces patrocinador corporativo, Texaco).

Pese a todo esto, el BMW 2002 Turbo no tuvo el mejor aterrizaje. Nació en medio de una gran crisis política en Alemania que incluía importantes reformas en algunas leyes de tráfico y cambios en los límites de velocidad. Por si esto fuera poco, estaba el tema de la crisis del petróleo de los 70...

En total solo se construyeron 1.672 unidades entre 1973 y 1975. Todas con volante a la izquierda, ya que la columna de la dirección de los coches con volante a la derecha no pudo instalarse debido a la falta de espacio cerca del colector de escape. Y, como puedes ver en las imágenes, algunos de ellos se abrieron camino a Japón.

Este impresionante ejemplar es propiedad de Toshio Shizu, un ciudadano de Tokio con buen gusto para los coches. El hecho de que fuera el primer turbo del mundo fue la razón que hizo que se comprara uno. Al igual que algunos de sus compañeros. Y todo esto ha ocurrido en Japón, lo que es increíble. Y es que un BMW 2002 luce aún más impresionante cuando lleva una matrícula japonesa.

Teniendo en cuenta que fue el primer coche alemán con turbocompresor, esperaría casi hacer estallar el radiador antes de que el turbo despertara... Y es incluso mejor que eso. El pequeño zumbido va incrementándose mientras el silbido creciente indica que el turbo trabaja a pleno rendimiento. Hay que llegar a las 4.000 vueltas para lograr el par máximo (234 Nm). Baja las ventanillas para escuchar el estruendo del escape, acentuado por la falta de elementos insonorizantes que hacen que el BMW 2002 Turbo se sienta más rápido todavía de lo que es.

¿Lo quieres? Pues prepárate, porque un coche de culto como este te costará mínimo 70.000 euros. Sí, nosotros también lo queremos.

Fotografía: Mark Riccioni.